Ahora que se ha puesto tanto de moda Mefisto sin aparecer por ningún lado -que cosas, ¿verdad?- igual tocaría hablar del mefistazo, ese infame episodio de la historia de Spiderman que probablemente tenga los meses contados. O no, yo que sé. Mejor vamos primero a hacer un poco de historia para ponernos en la perspectiva adecuada…
La infamia conocida como el mefistazo empieza en el último año de la etapa de Joseph Michael Straczynski al frente de Amazing Spider-Man en lo que hasta aquel momento había sido una etapa bien considerada. A pesar de que fue contratado en un principio por la administración Harras, la llegada de JMS a Amazing Spider-Man fue registrada como uno de los grandes logros de Joe Quesada al frente de Marvel. Contando con un cheque en blanco para escribir lo que le viniera en gana con el que probablemente sea el personaje más importante de la editorial, Straczynski revisó la mitología del personaje agregando oscuros secretos místicos a los orígenes de los poderes del personaje, cambio totalmente de profesión a Peter Parker y hasta hizo que la Tía May conociera la doble identidad de Peter, a pesar de que JM DeMatteis en su día ya había escrito que May conocía de sobra dicha identidad -lo cual, ya puestos, explicaba por qué ella no paró de sufrir infartos durante los primeros años de Spiderman, que luego supongo que a todo se acostumbra una-. El éxito de JMS después del erial creativo de Mackie y compañía llegó a tal punto que se empezó a hablar de Spiderman como un «personaje arreglado», tal y como dijo el propio Joe Quesada allá por 2003 cuando consideró arreglados también X-Men y se disponía a arreglar los Vengadores… Pero, por supuesto, el romance de JMS y JoeQ no iba a durar.
La cosa empieza cuando poco después JMS se pone a escribir los 4 Fantásticos y Marvel empieza a ponerle las trabas que no le puso en su día con Spiderman. JMS no tolera muy bien estas intromisiones y, aunque en un principio abandona los 4F (heh) por un tiempo parece que se quedará en Spiderman mientras prepara una nueva serie de Thor, pero en menos de tres años habrá abandonado ambas series para no volver a trabajar para Marvel Comics -si lo hará para Marvel Studios, introduciendo demasiados de los elementos de su etapa en la primera película de Thor, sigh-. ¿Las razones? Pues muy sencillo, JMS ya no es al niña bonita de la editorial y las presiones de Joe Quesada empiezan a notarse hasta en Spiderman. Si bien en un principio la relación entre los Joes era la mar de cordial, durante los últimos años de JMS en Spiderman el personaje ya no está teniendo unas ventas tan buenas tras el abandono de John Romita Jr y su sustitución por lo que la Marvel de aquel momento consideraba que era un dibujante mucho más comercial y efectivo, Mike Deodato Jr. Ante semejante sustitución de narración por manchas negras cualquiera con dos dedos de frente se habría dado cuenta de que un escritor tan dado a la prosa y tan poco adaptado al cómic -a pesar de venir de la tele, sí- vería resentido su trabajo, pero en Marvel son así y qué le vamos a hacer.
Los dos últimos años de Straczynski en Spiderman son, no vayamos a negarlo, horrendos. El personaje se mete en una espiral de revelaciones truculentas entre las que destaca el que Gwen Stacy se zumbara a Norman Osborn y tuviera en secreto unos gemelos antes de su muerte, los cuales volvían con la intención de matar a Spiderman y blablabla. Ni al público ni al propio Straczynski les acabó de gustar la historia, por lo que empezó a desarrollar una idea para retconearla muy poco después, tratar de enmendar sus errores y no dejar que sus sucesores tuvieran que lidiar con semejante marronazo. A Joe Quesada le gustó muchísimo la idea de retconear esa historia mientras no se justificara con clones -tema tabú en el personaje por aquel entonces- y también quiso aprovechar para tratar de arreglar lo que para él era uno de los fallos históricos del personaje; su matrimonio con Mary Jane Watson. Y así empieza el Mefistazo…
La idea era sencilla, con la Tía May al borde de la muerte, Peter hace un pacto con el diablo Mefisto para conseguir que ella sobreviva. A cambio, el diablo le quitará «lo que más quiere», haciendo un cambio en la historia de su vida que provocará que nunca se haya casado con Mary Jane -y que tampoco nazca la hija de ambos, que por aquel entonces tenían una hija por ahi perdida-. Quesada consideraba que el que el personaje estuviera casado con una hija lo separaba demasiado del concepto original de Lee y Ditko, con lo que era mejor que Peter se mantuviera sobre los 24 años que fuera un divorciado con custodia compartida de 32. A JMS no le disgustaba esa idea, pero repito que lo que realmente le importaba era lo de Gwen, con lo que su única exigencia para el final de su etapa era que los cambios de Mefisto también afectaran a aquella historia de la que hasta él se avergonzaba. Todo parecía ir a las mil maravillas y Straczysnki empezó a escribir la historia de cuatro números con dibujo del propio Quesada, todo un evento para la compañía, pero cuando estaban a punto de llegar al momento crucial del clímax de la historia en Amazing Spider-Man 545, JMS pegó la espantada y pidió que retiraran su nombre de los créditos de la serie, con lo que se rumorea que el último número lo llegó a escribir Quesada en solitario.
Ya fuera porque se dio cuenta de que lo que estaban haciendo una absoluta chapuza o simplemente por hacer control de daños, en el último momento Quesada le dijo a JMS que se iba a retconear lo mínimo posible y que por eso lo de Gwen no se iba a tocar, que todo lo que no fuera el matrimonio se quedaba como estaba. Ésto no le hizo ni pizca de gracia a JMS que con el mefistazo tenía como objetivo principal el arreglar sus propios errores, y de ahí que pegara el portazo para largarse a Thor y hacer una etapa infumable del personaje. Mientras tanto, los herederos de JMS y Quesada se encontraron un lienzo prácticamente en blanco sobre el que dibujar y -oh vaya- introdujeron más cambios en la historia del personaje debidos al «efecto mariposa» de que Peter y MJ no se casaran, pero nadie volvió a mencionar la canita al aire de Norman con Gwen y la historia fue barrida debajo de la alfombra. Así, el propio Joe Quesada escribiría años después una secuela del mefistazo («One Moment in Time», Amazing #638-642) revelando poca cosa sobre el mismo, dejando más o menos claro que el cambio que había hecho el demonio sobre las vidas de Peter y MJ se limitaba a que los dos no se casaron, pero que su vida juntos se mantuvo y MJ no se quedó embarazada; lo que es más, se dejaba claro que los dos no podían volver a estar juntos o Mefisto podría romper el contrato y yo que sé, quedarse con el alma de la Tía May o algo parecido. Y así es como nos pasamos doce o trece años oyendo los lamentos de cientos de lectores que juraban abandonar el personaje porque el mefistazo les había quitado las ganas de vivir… Y entonces llegó Nick Spencer.
Nick Spencer llegaba después de haber escrito una serie excelente sobre algunos de los enemigos más lamentables de Spiderman, lo cual era bueno, y también después de escribir el horrendo crossover de Secret Empire, lo cual era horrible. Pero antes de hacerse cargo de la serie, Spencer escribió junto a Donny Cates «Damnation», una serie limitada en la que el Doctor Extraño se enfrentaba a Mefisto y acababa derrotándolo y dejándolo encerrado en un hotel de Las Vegas, abriendo la posibilidad de que MJ y Peter vuelvan a juntarse sin represalias tal y como hacen en el primer número de la nueva Amazing de Nick Spencer y Ryan Ottley (2018), en el que la pareja vuelve a reunirse aunque supuestamente no recuerden nada del mefistazo. El uso que ha hecho Spencer de MJ ha sido un tanto discreto -por no decir lamentable- porque volvió a convertirse en la terapeuta con derecho a roce de Peter y al poco de traerla de vuelta la mandó a Hollywood a rodar una película durante unos dos años -dos años en tiempo real, durante los que tuvo su propia miniserie, The Amazing Mary Jane- y solo la ha recuperado en el último momento. Y sí, vamos con los spoilers.
Ya hemos hablado por aquí de Last Remains, el crossover del último año de Amazing en el que Harry Osborn reaparece con poderes demoniacos dispuesto a dejarle claro a todo el mundo que la culpa de todas las penurias del entorno de Peter Parker es el propio Peter. Al final de esa insufriblemente larga historia MJ vuelve a Nueva York en el último momento y contribuye a la derrota final de Harry, hace de terapeuta de Peter por enésima vez -porque el pobre se siente culpable por lo de Harry, jo- y le promete a Peter que se quedará con él en Nueva York, que seguirán juntos. Pero esto claro, no cuadra, porque en aquel momento en Vengadores Mefisto no solo se ha liberado, si no que está liándosela pardísima a los Héroes Más Poderosos de la Tierra que no se llamen a si mismos Los Defensores y ha recuperado su trono en el infierno. Lo cual nos manda al último número de Amazing Spider-Man publicado en EEUU, el número 60…
Que termina con una escena en la que el Doctor Extraño entra de muy malos modos en el casino de Mefisto y le pregunta qué cuernos está pasando con el alma de Peter Parker, dejando claro que el hechicero supremo habrá tardado catorce años en darse cuenta, pero por fin ha notado que hay algo raro entre Spiderman y Mefisto. Catorce años durante los que Joe Quesada ha debido exigir a todos sus sucesores que mantuvieran las cosas como el las dejó sí, pero también catorce años durante los que supuestamente el multiverso entero fue destruido y reconstruido «con ciertos cambios», con lo que algunos -yo mismo- dimos por hecho que el mefistazo había sido retconeado. Pero bueno, visto que Secret Wars no funcionó -porque lo siento mucho Tom Brevoort, pero hasta Disney llama 616 a la tierra Marvel- supongo que Spencer tiene que sacar la basura y arreglar el desaguisado, aunque solo sea para volver a sacar a Mary Jane de terapeuta de Peter Parker. Sigh.