Estos días pasados he hablado de cómics de Donny Cates refiriéndome a el como uno de esos autores del momento de cuyo trabajo me fio a ciegas y que rara vez defrauda, y esa es una categoría en la que entra también de lleno Al Ewing. Por eso le tenia tantísimas ganas a la nueva serie de S.W.O.R.D. en la que repetía con sus compañeros de Empyre, Valerio Schiti y Marte Gracia, pese a que mis sentimientos hacia la etapa actual de las series de mutantes suele oscilar entre el aburrimiento y el desdén el mejor de los casos. Y justo como esperaba este comienzo de la nueva serie de S.W.O.R.D. ha sido todo lo que esperaba y mucho mas, así que vamos a desgranar que es lo que nos han ofrecido aquí este trío de autores y en esta ocasión si que toca avisar de que hay SPOILERS de principio a fin.
El consejo de Krakoa ha puesto sus vistas mas allá de las fronteras terrestres y tras recuperar The Peak durante su incursión en Otromundo han decidido reformar y financiar una nueva encarnación de S.W.O.R.D. para protegerse de cualquier amenaza que surja de las profundidades del Universo. Y nadie mejor para dirigir algo así que Abigail Brand, mutante y anterior directora de la organización, quien tiene muchas ideas sobre como llevar hacia el futuro a la organización pero que no siempre ve con buenos ojos los objetivos y cortedad de miras de sus nuevos benefactores…
Después de todo lo que había disfrutado con Empyre esperaba con muchas ganas de este cómic que al final, y como esperaba, parece mas una secuela espiritual de aquel evento (de uno de sus epílogos para ser mas exacto) que una serie de mutantes al uso (al uso actual) pese a estar fuertemente enraizada en el nuevo estatus quo que ha traído Hickman. Pero como decía mas arriba, Al Ewing es de esos autores que suele defraudar muy poco y aquí ha seguido la racha, con un primer numero muy bueno y entretenido que nos ha presentado a la perfección el nuevo estado de la organización y a sus nuevos miembros, con una esencia muy clásica y demostrando como pocos ya saben hacer que la continuidad bien utilizada es cualquier cosa menos un lastre (y atentos a ese nuevo director de Alpha Flight que reemplaza a Brand y cuyo nombre se deja caer en uno de los apendices, van a saltar chispas).
Utilizando como excusa la visita de Magneto como representante del Consejo de Krakoa a The Peak, Abigail Brand le hace de guía, a el y a los lectores, mostrándole las reformas que ha sufrido la estación gracias a las tecnología de Krakoa y presentándole a una tripulación repleta de caras conocidas aunque para algunas haya que tener un conocimiento enciclopédico de la historia de Marvel para reconocerlas (algo que Ewing tiene y de sobra) Así nos encontramos con que Cable es el director de seguridad de la estación (que recordemos ahora usa como fuente de energía la espada Galadoriana que este obtuvo de un Caballero del Espacio muerto) o que el encargado de todo el apartado tecnológico es Taki/Wiz-Kid a quien no se cuantos recordamos de su breve etapa como X-Terminador durante Inferno.
También encontramos caras conocidas en el cuerpo diplomático de la organización en la persona de Frenzy, antigua miembro de la Alianza del Mal de Apocalipsis y de los Acólitos de Magneto y que en su nuevo papel de Embajadora Terrestre le esta enseñando las instalaciones a otro viejo conocido, Paibok el Power Skrull (si, el mismo que hizo que Lyja reemplazase a Alicia Masters en los 4F de Defalco y que al igual que el Super Skrull imitaba poderes de héroes terrestres, en su caso de los X-Men) quien representa a la Alianza Kree-Skrull y que como buen guerrero esta disfrutando de una sesión de combate con su homologa terrestre.
Un encuentro que sirve para mostrarnos que Krakoa se va a encontrar ciertos obstáculos diplomáticos en su camino, ya que ante la pregunta de Frenzy a Paibok de si pueden esperar una visita del Emperador (sera mejor que le llamen Teddy) este le recuerda a su compañera terrestre que eso de que Krakoa considere como enemigo del estado a la madre del Brujo de la Corte y suegra del Emperador, quien le tiene bastante aprecio, no es una gran idea (hablamos de la Bruja Escarlata por si alguien no esta muy al día). Un recordatorio que parece divertir a Brand y que a Magneto le sienta como una puñalada al recordar que quien creía que era su hija no era tal y a quien ahora llama “la impostora”.
El tour por la estación sigue provocando encuentros con mas caras conocidas, aunque en esta ocasión no tan agradables, como ese encuentro con Fabian Cortez, aquel ex-Acolito de Magneto a quien traiciono alguna que otra vez y a quien este no solo parece que apenas le recuerda, sino que no tiene el mas mínimo interés en escuchar lo que tenga que decirle (porque probablemente le recuerda a la perfección y por eso quiere alejarse) Y es que como dice Brand, montar una organización así en tan poco tiempo hace que no puedan ser demasiado exigentes con quienes la forman y de ahí que tengan incluso desechos noventeros.
Muy diferente es la reacción de Magneto ante su encuentro con otro de sus viejos subordinados, Peeper, quien perteneció a una brevisima encarnación de la Hermandad de Mutantes Diabólicos de Magneto, en un anual del Capitán América de cuando la etapa de Jack Kirby en solitario. Un encuentro que nos muestra a un Magneto muy diferente que se alegra como si hubiese visto a un viejo amigo y con quien quiere ponerse al día después de tantos años sin verse (para frustración de Cortez) Un guiño casi arqueológico a la continuidad de Marvel que hace que este convencido de que ese viejo amigo llamado Marv con quien Peeper dice trabajar en la división de análisis debe ser Marvin Flumm/Mentallo, con quien compartió pertenencia en los Resistentes (creados por Mark Gruenwald como opositores al Acta de Registro Mutante)
Un encuentro que se produce durante la presentación de “Los Seis”, un grupo de mutantes que al igual que “Los Cinco” de Krakoa, quienes combinan sus poderes para resucitar mutantes, estos también combinan los suyos para ser capaces de viajar a donde nadie podría llegar por medios convencionales. Así los poderes combinados de Fabian Cortez, Taki, Armor, Peeper y Risque aumentan los poderes de de Manifold para transportarse a cualquier lugar, protegerse durante su viaje y guiarse a esos lugares difíciles de acceder.
Y este viaje que les lleva mas allá de los confines de la White Hot Room, esa dimensión que existe dentro del Cristal M’kraan y en la que suele residir la Fuerza Fénix cuando no esta conectada a ningún avatar y de donde extraen una pirámide de apariencia cristalina que de momento no tenemos ni idea de lo que es pero que Brand define como “lo que viene a continuación”. Y sea lo que sea a mi ya me tiene enganchado.
Da gusto encontrarse con un primer numero como este que de verdad es un primer numero y no solo las primeras veintitantas paginas de un recopilatorio, cuya lectura cunde, que es capaz de presentar a la perfección la premisa de la serie y a los personajes, en el que se utiliza la continuidad como una herramienta narrativa para enriquecer la historia que se esta contando, donde la caracterización de los personajes resulta consistente con sus versiones mas iconicas (ese Magneto que a veces se parece tanto al que era profesor de los Nuevos Mutantes) y que es capaz de dejarnos con las ganas de saber lo que sucederá a continuación. Algo que en este caso, y con Al Ewing de por medio, no me cabe duda de que acabará siendo algo digno de leer.
Eso por no hablar de que pese a encontrarnos ante una serie de mutantes metida de lleno en lo que esta contando Hickman, nos muestra un punto de vista refrescante a través de Abigail Brand. Y es que pese a que ahora trabaja con Krakoa (y no para Krakoa como le recalca a Magneto) y hace uso de todos sus avances, le recuerda a Magneto que su misión va mas allá de Krakoa, que en “la isla mágica” como ella misma la define, aun están lastrados por una mentalidad terrestre (y lo dice casi como si se mordiese la lengua para no decir “humana”) mientras que ella se define como una “espacial” que piensa en términos de mundos y estrellas y que esta nueva S.W.O.R.D. no puede hablar solo en nombre de Krakoa, que debe hacerlo en nombre de todo su sistema solar. Realmente da gusto leer cómics de mutantes así.
Y antes cuando mencionaba todo lo bueno que ha tenido este primer numero de S.W.O.R.D. he dejado un apartado a un lado, el visual, pero es que eso se merecía un apartado aparte. Ya en Empyre habíamos podido ver y disfrutar de lo bien que se complementaban Valerio Schiti y Marte Gracia , una colaboración que aquí sigue dando grandísimos frutos. Schiti y Gracia se desenvuelven como quieren por este entorno de ciencia ficción, The Peak es mas espectacular que nunca, con ese añadido vegetal cortesía de Krakoa, y los rediseños de los uniformes de sus protagonistas, con ese aire a medio camino entre lo casual y uniformes que no desentonarían en series como Babylon-5 y con una división en secciones muy propia de Star Trek, son el toque perfecto para recordarnos que estos no son superhéroes pero tampoco exactamente militares, sino guardianes y exploradores de lo que esta mas allá (y tras ver como dibuja Schiti a Brand, si a esta no la interpreta Charlize Theron cuando de el salto al MCU, será una tragedia)
Pero ademas me gustaría destacar como Schiti sigue mejorando a la hora de dotar de expresividad a sus personajes, adoptando en algunos momentos algunas curiosas elecciones estéticas que parecen tomadas prestadas del cómic japones, como la exageración casi extrema de los gestos o el irse al otro extremo hacia la simplificación mas absoluta. Algo que aunque en principio puede chocar un poco, sobre todo a quienes solo estén acostumbrados al cómic superheroico, pero que tal y como lo utiliza aquí Schiti, de forma muy puntual y en momentos que se prestan al humor, encajan bastante bien.
Y esto es todo lo que ha dado de si el primer numero de la nueva etapa de S.W.O.R.D., un cómic que enseguida se ha convertido en la única serie de mutantes de la que realmente soy capaz de disfrutar (y porque va por su propio camino) y que no me cabe ninguna duda de que se acabara convirtiendo en algo muy grande, sobre todo si nos atenemos a los precedentes de este equipo creativo. Así que yo personalmente voy a esperar con muchísimas ganas cada nuevo numero de esta serie, a desear que Al Ewing siga durante mucho tiempo en Marvel haciendo lo que mejor se le da hacer (y a ver cuando le dan una serie de los Young Avengers) y a recomendar efusivamente su lectura, que vale mucho la pena.