Aunque tristemente no descubrí la obra de Howard Cruse hasta su fallecimiento, no he necesitado demasiado tiempo en convertirme en un rendido admirador de su trabajo. Y tras leer y disfrutar de su Wendell y de su faceta mas humorística en el recopilatorio “The Other Sides of Howard Cruse” (que tengo que acordarme de reseñar un día de estos) ya tocaba ponerme al día con la que sin duda es su obra mas famosa, Stuck Rubber Baby. Un desgarrador drama con tintes autobiográficos que nos lleva a una de las épocas mas oscuras de la historia de los Estados Unidos y a través de la cual Cruse nos narra una historia de descubrimiento personal en medio de la lucha por los derechos sociales de la población negra del país en unos años en los que ser “diferente” era aun mas peligroso que hoy en día. Un cómic de esos que “hay que leer”, que tristemente esta tan de actualidad como en el momento de su publicación hace veinticinco años y con el cual Cruse demostró que era uno de los grandes en esto del cómic.
Toland Polk parecía un joven mas de su edad en la ciudad de Clayfield en los años 50. Tenia un trabajo, quería enamorarse y formar una familia y aunque no se consideraba racista no le preocupaba demasiado el maltrato diario que sufrían sus paisanos negros. El único problema es que Toland no era exactamente como los demás, y sus esfuerzos por encajar y ser “normal” paradojicamente le condujeron por un camino que le llevo a aceptar quien era de verdad y a comprometerse contra las injusticias que se cometían cada día y sobre las que siempre había mirado hacia otro lado…
Stuck Rubber Baby nació en 1990 de la mano de Mark Nevelow, por aquel entonces el editor de Piranha Press (DC Comics), cuando le propuso a Howard Cruse durante una reunión realizar una novela gráfica. Una propuesta que pillo a Cruse por sorpresa ya que acababa de conocer a Nevelow y hasta entonces toda su obra había consistido en historias cortas y tiras de prensa, nada tan ambicioso como una novela gráfica. Pero la idea le pareció interesante a Cruse y le planteó a Nevelow contar la historia de como accidentalmente dejo embarazada a su primera y única novia cuando trataba de convencerse de que podía ser heterosexual, insistiendo ademas en que quería total libertad artística para contar su historia sin interferencias editoriales, que no iba a disimular o esconder la homosexualidad de su protagonista y secundarios, que necesitaría tiempo tiempo para desarrollarla y un adelanto para cubrir sus gastos en los dos años que calculaba que le llevaría completar su novela gráfica.
Para su sorpresa Nevelow no tuvo ningún reparo ante sus condiciones, le emplazó a presentar una propuesta formal que poder enseñar a sus superiores y acabo obteniendo el visto bueno por parte de la editorial. Por el camino el cómic fue evolucionando y creciendo, extendiéndose mas allá de las experiencias personales de Cruse para abarcar todo lo que fueron aquellos años tan complejos y agitados y la rabia del autor al comprobar como aquellos ideales por los que habían luchado en aquellos años parecían estar abandonándose. Pero debido al al minucioso y detallado estilo gráfico que escogió para contar su historia, Cruse necesitó mucho mas tiempo del planeado para completar su obra. Tardando cuatro años en total. Un retraso (que valió la pena) pero durante el cual necesito la ayuda de compañeros de profesión y tuvo que vender los originales de su obra antes de la publicación de la misma para mantenerse económicamente durante esos años.
Un tiempo durante el cual Piranha Press desapareció como sello editorial y Stuck Rubber Baby acabó publicándose bajo el sello de Paradox Press viendo la luz finalmente en 1995. Y aunque las ventas fueron modestas el recibimiento por parte de la critica fue muy favorable, recibiendo premios tan prestigiosos como el Eisner o el Harvey entre otros, numerosas reediciones a lo largo de los años y convirtiéndose en una obra tremendamente influyente que inspiro a numerosos autores y que es uno de los mejores ejemplos de que el cómic es un medio tan valido como cualquier otro para contar cualquier tipo de historia por seria que esta sea.
Un cómic en el que debido a esa seriedad de los temas que quería tratar Cruse optó por un estilo gráfico menos simplista y caricaturesco, como había sido característico en sus obras previas, se esforzó en recrear de forma minuciosa la vida en aquellos años recreando con una precisión casi obsesiva la arquitectura, vehículos, moda y accesorios de la época para ayudar al lector a sumergirse en esa época, y ademas optó por utilizar una técnica de sombreado que era nueva para el, la del sombreado mediante tramado cruzado/cross-hatching. Una técnica que le aportó a su obra una estética radicalmente diferente y mas madura pero que fue también la responsable de que el cómic tardase cuatro años y no dos en completarse, debido a lo meticuloso y lento que resultaba el proceso aunque fue un retraso que valió mucho la pena dado el resultado final.
En cuanto a la historia en si nos encontramos con una obra en la que ficción y realidad se confunden, donde Howard Cruse combina sus experiencias vitales creciendo en el sur de los estados unidos en aquellos años tan convulsos con crímenes atroces cometidos contra la población negra del país y su lucha por los derechos civiles. Pero dejando a un lado ese juego de tratar de discernir que sucedió realmente y que no, Stuck Rubber Baby es un cómic duro y agridulce lleno de episodios en los que uno necesita soltar el cómic un rato para sobrellevar esos momentos tan duros que salpican este cómic, que no son pocos.
Y todo ello visto a través de Toland Polk, un joven gay que pasó demasiados años convencido de que lo que sentía y deseaba no era normal y que trató con todas sus fuerzas de ser heterosexual para poder llevar una vida “normal”. Pero tras su primera toma de contacto con los grupos que luchaban por los derechos civiles, Toland descubre un mundo nuevo en el que las realidades de todos aquellos marginados por la sociedad se entremezclaban al tener muchas mas cosas en común que diferencias. Un descubrimiento que ademas le llegó con la sorpresa de encontrarse con que todas esas personas a las que siempre había mirado con cierta distancia por “no ser como el”, sin un racismo consciente pero siempre presente de una forma u otra en la educación que había recibido, le aceptaban por quien era realmente mucho mas que aquellos a los que siempre había considerado su gente, lo que le ayudó en su camino por aceptarse a si mismo y a vivir su vida plenamente y en libertad.
Stuck Rubber Baby es sin duda uno de esos cómics fundamentales que todo el mundo debería leer, tanto por todas sus cualidades artísticas como por la enorme importancia de los temas que trata, unos temas que tristemente hoy en día son tan relevantes como lo fueron hace veinticinco años cuando se publicó este cómic por primera vez e incluso como lo eran en la época en la que se desarrolla la historia hace mas de medio siglo. Pero sobre todo este cómic es un testamento hacia el enorme talento de Howard Cruse, quien tanto en la comedia como el drama siempre intentó reflejar la realidad del mundo en el que vivía y transmitir a sus lectores la esperanza de que las cosas podían ir a mejor si aprendíamos a mirar mas allá de lo que nos diferencia, y solo por eso ya merece la pena descubrir su obra, sobre todo ahora que se acaba de reeditar de nuevo para celebrar su veinticinco aniversario.