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Raised by Wolves o el moderno Prometheus

Bueno, esto… ¿Por dónde empezar? Me gustaría escribir un post que sirviera como aviso a navegantes, pero cualquier cosa que contara sería en si mismo un spoiler. Los actores -los androides- están la mar de bien, los chavales también y visualmente muchas de las localizaciones están muy bien traidas, tienes la sensación en todo momento de que están en un planeta alienígena (las escenas que ocurren en la Tierra también parecen alienígenas, pero son tan pocas que yo que sé). Creo que el planteamiento era sugerente y podía tener muy buenas ideas, pero ésto, ésta serie que se vendió como de Ridley Scott cuando en realidad es de Aaron Guzikowski, en realidad es Prometheus La Serie de Televisión, con todo lo que ello conlleva. Y paso a SPOILERS.

Amanda Collin y su Mother es la estrella de la serie.

El planteamiento de la serie está bien, con los androides tratando de recrear la humanidad sin el yugo de la superstición y blablabla, pero enseguida empiezas a ver que absolutamente todo el mundo se vuelve supersticioso. Ideas como la impostura de los personajes de Travis Fimmel y Niamh Algar -los ateos que se hacen pasar por creyentes para colarse en la nave de los fanáticos religiosos- no tienen todo el recorrido que debieran, porque enseguida el personaje de Fimmel, Marcus/Caleb se vuelve todo loco y empieza a creerse un elegido del dios Sol. Porque claro, uno de los temas principales de la serie es común con la serie Alien en general y Prometheus en particular, el planeta alienígena en el que se desarrolla la acción es mucho más antiguo de lo que parece en un principio, hay restos de una inteligencia superior y antiquísima que poco a poco se va mostrando más y más hostil para con los humanos, en este caso volviendo tarumba a todos los personajes y hasta provocando que un androide se crea que está embarazada como si esto fuera la Visión y La Bruja Escarlata.

Lo jodido es que la historia de estos dos me interesaba, pero se dieron tanta prisa en hacer que se pegaran…

Y las semejanzas con Alien y su secuela bastarda no acaban ahí, porque dejando de lado que la protagonista es una máquina llamada madre, los androides que aparecen tienen la misma «sangre blanca» que Bishop y Ash, aparece algún casco tremendamente parecido al del astronauta alienígena que aparecía al principio de Alien y hasta los «humanos involucionados» se parecen sospechosamente a los ingenieros de Prometheus. Si sumamos a todo esto personajes prescindibles que simplemente «están» como el violador -aunque se justifique para expresar la inhumanidad de Madre al usarlo como «saco de sangre»- o que los personajes adultos (y no tan adultos) sufren todo tipo de violaciones y vejaciones «externas» y sus actos y decisiones en multitud de ocasiones son tan estúpidos como los de Prometheus -aunque en este caso el que sean fanáticos religiosos lo llega a justificar de cierta manera- tenemos lo dicho, una serie visualmente atractiva, con potencial, pero que se vuelve a dar el porrazo. Y todo esto sin hablar de la revelación final, la del feto de la androide…

¡No me parezco a ningún villano de los Defensores!

Se supone que Madre y Padre son androides reprogramados para que críen una nueva raza de humanos ateos en el nuevo planeta, con lo que Madre, que originalmente era una máquina de matar ateos y descreidos al servicio de la inquisición, pasa a ser todo amor y hasta un tanto sobreprotectora hacia sus niños. Hacia la mitad de la serie descubre una máquina «de soñar» que le permite acceder a algunos de sus recuerdos borrados por su propio creador, según los cuales el tal Arthur Campion en realidad la amaba y blablabla. Sin embargo, llegado cierto momento, los recuerdos se corrompen y el Campion virtual empieza a hablarle de que la va a dejar embarazada y que los niños humanos que ha estado criando hasta entonces eran solo para prepararla para dar a luz a su verdadero hijo. Y al despertar pues eso, que tiene un feto metido dentro, que va creciendo a lo largo del resto de la temporada… Hasta que eclosiona y sale una culebrilla que espantósamente recuerda a un cruce entre la de Prometheus y los chupacaras de Alien, que procede a devorarla porque estos bichos son así de cabrones. Vamos, Alien total.

Que ojo, tanto Madre como Padre son personajes interesantes, pero una vez pasamos del planteamiento esto se vuelve demasiado loco.

Claro, llegados a este punto no sé ya que pensar. La serie ha sido creada por Guzikowski y Scott se supone que no ha hecho gran cosa más allá de dar unas cuantas ideas y dirigir un par de episodios, pero es que esto apesta muchísimo a Scott tratando de contar todo lo que no le dejaron contar con Prometheus. Recordemoslo, originalmente Prometheus se vendió como una serie de películas de ciencia ficción que no tenía nada que ver con Alien, el personal no se lo creyó y claro, al salir la película se vió que sí estaba metida en el universo Alien. Con Raised by Wolves parece que han buscado una maniobra parecida pero lo han ocultado más -entre otras cosas porque esto es una serie de Warner y Alien ahora es propiedad del enemigo, de Disney- el problema es que en vez de aprovechar para corregir algunos problemas del original, a medida que ha avanzado la temporada todo parece más y más parecido a Prometheus y cae en algunos de sus errores. Vamos, que solo falta que aparezca una rueda gigante en la siguiente temporada o Michael Fassbender en plan El Registrador… En fin, que sí, que Raised by Wolves arrancó bien con algunas ideas interesantes, pero se me ha caído muy rápido y no creo que me quede para la segunda temporada.

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