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Empyre de Al Ewing, Dan Slott y Valerio Schiti – Una Space Opera en la que triunfa el amor y la familia

No es ningún secreto que llevo ya una larga temporada en la que, salvo contentísimas excepciones, estoy muy cansado de todos esos grandes eventos de Marvel y DC que aportaban poco y aburrían mucho. Pero en los últimos años la cosa había ido repuntando agradablemente gracias a unos pequeños eventos en Marvel que giraban en torno a los Vengadores (No Surrender y No Road Home) y que sin grandes pretensiones ni repercusiones nos habían ofrecido unas historias muy divertidas con un sabor muy clásico. Y viendo que uno de los responsables de dichos eventos, Al Ewing (co-escribiendo con Dan Slott y con el dibujo de Valerio Schiti), se encontraba detrás del único evento de este año que me interesaba, Empyre (esa cosa de Hickman de las espadas que la lea Diógenes si quiere), tenia bastantes esperanzas de encontrar aquí otra lectura realmente satisfactoria pese a que este evento parecía tener unas aspiraciones mayores que los ya mencionados. Y aunque el resultado final no ha sido tan perfecto como esperaba y su resolución ha sido algo apresurada, no voy a negar que me lo he pasado de miedo leyendo Empyre.

Da gusto que siga la racha de eventos divertidos y legibles

Dos imperios que han sido enemigos desde mas tiempo del que casi nadie puede recordar han forjado una imposible e insólita alianza bajo el liderazgo de aquel cuya llegada fue profetizada hace siglos y que fue el único capaz de empuñar la mística espada Excelsior tras generaciones clavada en una roca, el Emperador Dorrek VIII, el híbrido Kree/Skrull mas conocido como Hulkling. Una alianza que se ha formado con un simple propósito, evitar que un antiguo enemigo ponga en marcha sus diabólicos planes, para lo cual una de las flotas mas grandes que ha conocido el Universo se dirige al lugar en el que dicho enemigo esta reuniendo sus fuerzas… la Tierra, y pobre del que se interponga en su camino…

¿Habrá dejado Hulkling de ser un aliado de la Tierra?

Yo nunca me he cansado de decir que todos esos que se quejan del lastre de la continuidad, ya sean lectores o profesionales del medio, no son mas que vagos que no quieren esforzarse, y que la continuidad bien utilizada es una herramienta narrativa valiosisima. Y Empyre es un ejemplo perfecto de todo ello, ya que aquí Ewing y Slott no se han sacado de la manga docenas de entidades cósmicas, conceptos y villanos de segunda completamente intercambiables, olvidables y sin personalidad para enfrentarlos a los héroes de la Tierra, sino que han escarbado en la continuidad de Marvel para construir su historia en torno a elementos muy familiares. Y es que las raíces (nunca mejor dicho) de todo esto la podemos encontrar en cómics tan clásicos como la Guerra Kree-Skrull o la Saga de la Madonna Celestial, elementos de la Saga de Fénix Oscura (rescatados por Byrne años mas tarde) y de algún viejo crossover entre Vengadores y 4 Fantásticos mas semillas (de nuevo, nunca mejor dicho) plantadas por el propio Ewing y otros creadores en la ultima década y pico en distintas series.

Ya podrían aprender muchos autores de que no es necesario inventarse incontables personajes y conceptos teniendo décadas de material con el que jugar

Con todos esos elementos Ewing, Slott y Schiti han construido una historia nueva pero muy familiar y que pese a sus problemas (que por desgracia los tiene) sabe enganchar y emocionar partiendo de una premisa que pese a lo (algo) inesperada y sorprendente que es saben darle sentido (porque la continuidad cuando se conoce y se sabe usar da muchísimo juego). Una historia en la que pese a encontrarnos ante una mezcla de Space-Opera y drama bélico, hay un par de temas que sobresalen por encima de todo, el amor y la familia. Pero no necesariamente el amor romántico o la familia biológica, sino el cariño que uno siente por los amigos o por el hogar y la familia que uno va creando a lo largo de la vida con las personas que va conociendo. Y así es como nos encontramos con unos enemigos destinados a perder por su egoísmo y unos héroes que van a triunfar porque lo van a dar todo los unos por los otros sin importar el coste, ya sea por viejos amigos o por aquellos a los que acabas de conocer, porque trabajar juntos es la única forma de vencer (algo que me ha recordado muchísimo a ese peliculón que es Pacific Rim)

Como decían en cierto programa infantil de antaño, «solo no puedes con amigos si»

Unas motivaciones que nos recuerdan una y otra vez a lo largo de la historia, mostrándonos a unos héroes que aunque estén apartados de sus seres queridos jamas están solos, que forman una gran familia que no va a rendirse por grande que sea la amenaza, algo que sobre el papel suena muy cursi, pero Ewing, Slott y Schiti consiguen que funcione. Y estos elementos han permitido a sus autores mostrarnos a unos héroes perfectamente caracterizados protagonizando momentos definitorios que solo podrían haber escrito personas que de verdad conocen y tienen cariño por los personajes. Unos momentos de los que no me resisto a compartir aquí mi favorito, uno en el que nos encontramos a un Ben Grimm perfectamente retratado mostrando su enorme corazón y su incapacidad de rendirse.

Y por cosas así Ben es el favorito de casi todos

Y aunque me lo he pasado muy bien con el evento y su resolución me ha dejado muy satisfecho, por desgracia Empyre ha tenido algunos problemas. El principal es que el evento tenia demasiados elementos que manejar en muy poco espacio y los seis números de los que ha constado la serie principal, mas los dos especiales que sirvieron de prologo, se han quedado cortos, algo que contrasta con lo que duraron eventos como Avengers: No Surrender (dieciséis números) y Avengers: No Road Home (diez números) Y pese a que Empyre, a diferencia de los otros eventos de los Vengadores, si contó con numerosos tie-ins y especiales, la epidemia y el confinamiento en Estados Unidos provocó no solo el retraso de su publicación, sino la cancelación de numerosos especiales y series limitadas paralelas (21 comics en total) que han dejado un poco cojo el evento y que han provocado que ciertos elementos del final parezcan aparecer “porque si” al ser tramas que se explicaban en los cómics cancelados (como sucede con Thor). Un material que en principio está previsto que se publique a finales de Octubre en diferentes recopilatorios y mas adelante todo junto en el Empyre: Omnibus, una solucion un tanto chapucera y tardia.

Que viendo la relevancia de algunos tie-ins que si se publicaron podrían habérselos ahorrado y haber publicado alguno de estos

Esto es un buen ejemplo de que las grandes editoriales deberían abandonar ese modelo de convertir todos esos especiales y series paralelas en una lectura imprescindible (que sea obligatorio comprar) del evento de turno para seguir el ejemplo de No Surrender y No Road Home (o Crisis en Tierras Infinitas y Secret Wars por remontarnos un poco mas atrás) y contarlo todo dentro de la propia saga, dejando los tie-ins varios para contar historias paralelas a la saga pero sin repercusión en la misma. Pero dicho eso hay que reconocer que los especiales de Emperor Hulkling, Celestial Messiah y Swordsman si que aportan bastante a la historia al menos en el sentido de profundizar en las motivaciones de sus protagonistas. Aunque de todas formas aunque hubiesen seguido este modelo a Empyre le hubiesen hecho falta igualmente uno o dos números mas para tener el espacio en el que desarrollar la historia con mejor ritmo y no darnos ese ultimo numero en el que suceden demasiadas cosas al mismo tiempo. Un problema que ha empañado un evento que podría haber sido mas grande (y no solo en el sentido de extenso).

Si es que sacar tie-ins porque si no es bueno, hay que procurar que aporten algo a la historia

Donde no ha flojeado para nada Empyre ha sido en el apartado artístico, donde hemos hemos podido disfrutar de un Valerio Schiti inspiradisimo al que he visto mejor que nunca. Y es que yo ya conocía su trabajo tras verle en series como los Guardianes de la Galaxia, Iron Man o Thor (la de Janes Foster) pero aquí se ha superado. En sus manos ha caído no solo la tarea de encargarse de un evento con una multitud enorme de personajes en escenarios tan variopintos como la Zona Azul de la Luna, Wakanda, flotas espaciales o una Tierra invadida, sino también la de rediseñar los uniformes y flotas de Krees y Skrulls para transmitir la sensación de que ahora son un único imperio y la inmensa variedad vegetal de los enemigos del evento. Pero Schiti ha sabido salir mas que airoso de todo ello y darnos un espectáculo visual increíble, con personajes perfectamente diferenciados y expresivos (como se agradece que no tengan todos la misma cara con diferente peinado) y manejándose de miedo a la hora de resolver esas escenas de acción que no dejan un hueco libre en la pagina.

Y eso que Schiti tenia el listón muy alto con ese espectacular Pepe Larraz que dibujó uno de los prólogos del evento, pero ha sabido estar a la altura

Pero ademas de todo esto Empyre nos ha dado también un par de momentos relevantes de los que prefiero hablar con SPOILERS por si alguien quiere llevarse la sorpresa durante la lectura de la saga, así que cuidado a partir de este punto.

Algo que me ha sorprendido muy agradablemente es que Ewing, Slott y Schiti no han tirado por el camino fácil de deshacer lo construido aquí o de terminar la saga de una forma falsamente “épica” con multitud de tragedia y drama facilón o con nulas repercusiones. En su lugar el final de Empyre son los cimientos del futuro próximo del Universo Marvel, y de como se han reforzado los lazos de unión de Krees y Skrulls, no solo manteniendo su alianza sino reforzándola, haciendo que no dependa ya de una unión temporal contra un enemigo común, sino de una autentica alianza entre viejos enemigos que han aprendido a mirar mas allá de sus prejuicios y desconfianzas para convertirse en un único imperio bajo el mando de alguien que no busca la gloria o la conquista, sino el bien común de todo el universo (y no esconde dinero en suiza). Pero la introducción de este nuevo elemento en el tablero cósmico, la de un descomunal imperio como el Universo Marvel no a visto jamas, sin duda provocará bastantes disturbios en ese lado del universo Marvel y dará mucho juego en manos de los autores apropiados (que espero que uno de ellos siga siendo Al Ewing).

Con reyes así yo me haría monárquico

Y el otro gran momento del evento, uno que llegó por sorpresa cuando nos acercábamos hacia el final del mismo, es uno que no solo se veía venir desde hacia mucho tiempo, sino que tematicamente tiene mucho sentido que se produzca aquí. Y es que teniendo en cuenta que Empyre le debe mucho a la Saga de la Madonna Celestial, y de esta saga lo mas recordado es la doble boda que se celebró al final, las de Visión y la Bruja Escarlata por un lado y Mantis y el Cotati que ocupaba el cuerpo del Espadachín por el otro, resulta muy apropiado que aquí hayamos tenido también una boda y que uno de los contrayentes sea precisamente hijo de una de esas parejas (siendo el hijo de la otra pareja el gran villano de esta saga). Una boda que ademas muchos esperábamos desde hacia mucho y que el propio Ewing ya parecía haber estado planeando desde sus tiempos en los New Avengers (la boda y el propio Empyre), la de Wiccan y Hulkling. Resulta emotivo, y un poco extraño, ver lo mucho que han avanzado las cosas para mejor y como esa pareja que en sus orígenes hace década y media la propia editorial no se atrevía a mostrar abiertamente como tal ahora no son solo una de las parejas mas estables de la editorial, sino que les han casado tranquilamente dentro de uno de los grandes eventos del año con toda la naturalidad del mundo. Una boda que ademas refuerza dos de los temas principales de la saga, el amor y la familia.

Y ha sido muy bonito el detalle de que les ha casado Allan Heinberg, su co-creador, que Jim Cheung, el otro co-creador ha amenizado la ceremonia al piano y que han estado rodeados de su familia

Así que si, pese a sus problemas yo me he quedado mas que contento con Empyre y espero que Marvel siga con esta buena racha de darnos todos los años uno de estos divertidos eventos que nos recuerdan que estos pueden ser divertidos y no un simple parón en la publicación regular de muchas series que muchos solo queremos que se acaben desde que comienzan. Y aunque Empyre técnicamente ya ha terminado aun nos quedan dos pequeños epílogos, el Avengers: Aftermath y el Fantastic Four: Fallout para los que no he tenido paciencia de esperar antes de reseñar la serie principal y que sin duda servirán también como prologo de esto que ya se conoce como la “Marvel Space Age”. Una nueva etapa en el lado cósmico de Marvel que yo personalmente espero con muchas ganas y de la que especulare a gusto tras la publicacion de dichos especiales.

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