No me gusta hablar de cifras de ventas, pero hoy toca. Y es que, aunque parezca increíble, también se cancelan series de Marvel: mismamente la de la Gata Negra. Y lo han hecho como se suele hacer en estos últimos tiempos, así de sopetón y sin avisar, teniendo que comunicárnoslo sus propios autores; Un mensajito en redes sociales, avisas de que el último número se queda en el cajón (o aparecerá en el paperback) y ya. Fin de la historia, fue bonito mientras duró, la historia de siempre, a otra cosa mariposa… Con la diferencia de que Black Cat fue uno de los cómics más vendidos del año pasado.
No, no, no estoy borracho ni me he vuelto loco, a las pruebas me remito, Black Cat apareció en junio del año pasado y vendió más de 255000 cómics, casi doscientos mil ejemplares más que el último número del crossover de Marvel de ese verano, War of Realms. Para que nos entendamos, Felicia Hardy se puso por delante de los DC zombies de DCased (152000), Silver Surfer Black (129000) y Batman Damned (115000). Sí, alguno se sorprenderá que el Batman sin pichurra de Azzarello o un especial de Estela Plateada venda tanto, pero más sorprendente es que La Gata Negra venda más que todos estos. Cuando vemos este tipo de situaciones, nos preguntamos si no habrá algún truco, una trampa de mercadotecnia o algo… Y no andaremos desencaminados, porque Black Cat #1 tuvo la friolera de 40 variant covers (eso sí, algunas en blanco, otras con logo y sin el, reutilizando imágenes promocionales y demás), con lo que el cómic en cuestión tenía menos páginas de tebeo (31) que portadas. Y claro, después de hablar durante años de la burbuja especulativa de los 90, como que estas cosas te dejan los cojones de corbata; no es que la cosa se haya hinchado a los mismos niveles, simplemente parece que ahora se funciona a base de crear burbujitas o, para entendernos, aprovechándose de los flipaos que especulan.
Porque no, no me puedo creer que un fan, un lector, se compre 30 portadas de La Gata Negra, ni aunque la serie la realizara la mismísima Rumiko Takahasi. Porque muchas de esas portadas aparecen como «incentivo» y solo dan una por librería a partir de 30 o 50 ejemplares encargados, con lo que se ha buscado con este programa ha sido que muchos piraos encarguen todas las portadas para conseguir la portada soñada. Que si me lo preguntáis, no tengo ni idea de cuál de ellas es -creo que es la de Terry Dodson- pero de lo que sí que estoy seguro es de que más de la mitad de las portadas son exclusivas de librerías concretas, con lo que el que quería todas las portadas no solo tenía que encargárselas a su librero de toda la vida, si no que tenía que liarse a encargar portadas a las librerías de medio mundo, porque efectivamente, algunas son para UK y otros países.
El segundo número, por supuesto, ya no vendió tanto; solo tenía tres portadas y bajó al número 8, facturando unos cien mil ejemplares menos que el primer número de House of X con ochenta y tres mil y pico ejemplares. Y claro, el tercero ya empezó a vender menos todavía (puesto 28, 48000 ejemplares), el cuarto más para abajo (83, 25k), y para el quinto ya empezaron a incentivar la serie de nuevo con algunos extras (portada de Scott Campbell, 49, 43k), sexto (69, 28k), séptimo (59, 30k) y bueno, seguiría, pero creo que es mejor deciros que la serie se quedó en torno a los 20.000 ejemplares a pesar de todos los intentos de mantenerla con vida con las portadas variantes y demás.
Vale, sé que alguno de vosotros os estaréis preguntando que tal está la serie, y lamento comunicaros que no tengo ni la menor idea ni falta que hace, porque la razón de ser de este post es precisamente el darnos cuenta de lo desfasadas que están las listas de venta de Diamond, de las librerías. Black Cat ha sido cancelada a pesar de todas estas triquiñuelas, pero seguía vendiendo más que la recientemente cancelada Young Justice de Brian Michael Bendis, la Lois Lane de Greg Rucka, Justice League Odyssey, Hellblazer, Miss Marvel o el mismísimo Black Panther con trece mil ejemplares. Estando como está el personal comprando el paperback, la versión digital y demás, parece claro que la grapa cada vez es más insignificante; muchas series son auténticos fenómenos de ventas digitales o en tomo, con lo que la grapa sobrevive el tiempo suficiente como para llegar al TPB, ver si este vende… Y si no lo hace ser cancelado sin el menor complejo en torno al numero 8. Por supuesto, si tienes «suerte» y hay pandemia de por medio, igual llegas al número doce y el segundo trade.
En lo que he podido leer -que sí, que algo sí he leído- Black Cat me pareció serie decente (tenía algún guiño entrañable), y diría que es hasta triste que vaya a pasar a la historia pareciendo un experimento de Marvel para ver hasta dónde podía llegar una serie solo a golpe de triquiñuelas o «gimmicks», que dirían ellos. Sabemos que en los tiempos que corren la promoción de las series que no son de «primera fila» corren a cargo de sus autores -manda huevos- y por eso me parece un tanto lamentable que Marvel no se molestara en mover un poco una serie que había vendido tanto en sus primeros números; no ví por ningún lado entrevistas a los autores -que ojo, no digo que no las hubiera- ni ví una promoción activa más allá de lo ya mencionado como las dichosas portadas de todo pelaje como incentivos de ventas y reorders. Lo raro es que algo tan «insignificante» como Black Cat llegara a ser número uno, cuando todas las demás series en este plan como mucho habían llegado al top 20.
Ésto para mí tiene una lectura muy clara, el mercado de venta directa cada vez es más pequeñito y en gran parte se reduce ya exclusivamente a coleccionistas/especuladores y no simples lectores, con lo que estas cifras de ventas ya no tienen ningún valor para los lectores que las utilizamos para saber si nuestra serie favorita va a sobrevivir durante el cruel invierno. Y precisamente por eso empezamos a entender ciertos movimientos recientes en DC Comics…