Hoy toca uno de esos artículos de “migajas» de esos en los que me alegro porque en DC cumplen con lo mínimo (aunque a saber por cuanto tiempo podrán hacer eso) y me dan un pequeño clavo al que agarrarme mientras espero el regreso de uno de mis grupos favoritos. Porque si, en DC siguen haciéndose de rogar con el regreso de la JSA y de momento seguimos teniendo que conformarnos con pequeños cameos aquí y allá mientras sigue sin saberse nada de una hipotética nueva serie regular. Pero dado que los momentos que hoy voy a mencionar parecen que serán mas que simples cameos de un par de viñetas y son solo el prologo de apariciones estelares un poco mas extensas, supongo que vale la pena dar el aviso por si no soy el único que se muere de ganas de verlos. Y a partir de aquí cuidado que hay numerosos SPOILERS de Hawkman 26 y Flash 759 publicados esta misma semana.
No recuerdo si ya lo había comentado antes por aquí, pero la serie de Hawkman de Robert Venditti ha sido una de las mayores y mas agradables sorpresas de la historia reciente de DC, principalmente porque su trabajo en Green Lantern me había dejado bastante frio (no era malo, pero le faltaba vidilla a esa serie). En cambio en Hawkman ha estado inspiradisimo, y no solo ha sido capaz de realizar un cómic de superhéroes con un sabor muy clásico y embarcar a su protagonista en una aventura tras otra de las que dejan a uno enganchado, sino que ha sido capaz de hacer algo que parecía casi imposible. Y es que Venditti desde su primer numero se ha dedicado a tratar de darle algo de sentido a la maltratadisima continuidad del personaje, algo que en los primeros números daba algo de miedo ya que para ello ha tenido que enredar un poco mas en dicha continuidad. Pero el resultado final no ha sido nada malo precisamente, es cierto que ha complicado un poco mas la historia del personaje, pero al hacerlo ha conseguido integrar en continuidad prácticamente todas las versiones del personaje, darle sentido a su historia y encima le ha devuelto la mejor versión de su eterno amor. Así que por mi parte ya solo hay buenas palabras para el trabajo de Venditti.
Un gran trabajo que esta semana ha culminado con el final de la saga en curso en la que Hawkman y Hawkwoman, Carter y Shayera, han vuelto a ser por fin quienes eran, han derrotado al enemigo que había estado maquinando desde el primer numero y como premio a sus esfuerzos se les ha ofrecido una recompensa, regresar al momento en el que fueron mas felices.
Un momento que ya antes de dar la vuelta a la pagina sabia cual debía ser (en parte por culpa de las previews, me cago en ellas) ya que solo había un momento de la historia de los personajes que pudiese clasificarse de esa manera tanto para los personajes como para los lectores… ¡LA EDAD DE ORO! Si, Hawkman y Hawkwoman han regresado a sus orígenes del mundo real y al seno de ese grupo que se resiste a morir pese a lo mucho que lo han intentado en su editorial, la Sociedad de la Justicia de América, la JSA. Así que al menos durante un numero podremos disfrutar de verles de nuevo en acción mientras esperamos a que el grupo regrese como es debido, con serie propia.
Me gustaría poder decir que con el Flash de Joshua Williamson he disfrutado tanto, pero estaría mintiendo. Es cierto que al igual que Venditti, Williamson se ha esforzado en tratar de darle algo de sentido a la continuidad de Flash, que aunque no tan confusa como la de Hawkman también se las trae. Tristemente el resultado no ha sido igual de bueno y aunque es de agradecer que se hayan ido recuperando personajes y conceptos que habían sido abandonados la serie ha seguido siendo sosa. Pero eso no es obstáculo para disfrutar del saber que todo eso que se recupera acabara siendo utilizado por otros autores mas inspirados y quien sabe si Williamson, como Venditti, solo necesita trabajar con otro personaje para demostrar su autentico potencial.
Y en la saga en curso nos encontramos con numerosos de esos momentos. Una saga que parte de la victoria que Eobard Thawne, el Flash Reverso, ha ansiado durante tanto tiempo, convertirse en Flash. Y así, convertido en lo que podríamos llamar Superior Flash, Thawne ha ocupado el cuerpo de Barry Allen suplantándole a los ojos del mundo, mientras que Barry en lugar de acabar en el cuerpo de Thawne simplemente ha recalado en la Speed Force. Una Speed Force en la que Barry se encuentra con un par de caras casi familiares para el lector aunque no tanto para el…
Pero cuando uno se plantea si cagarse en Williamson por hacer eso, uno recupera la fe en la siguiente pagina cuando nos encontramos que esas horribles pesadillas no eran mas que ilusiones y que efectivamente Barry Allen se ha reencontrado con dos viejos conocidos, Jesse Quick y Max Mercury.
Unos Jesse y Max que recuerdan todo lo vivido juntos, ya sea el pasado del padre de Jesse, Johnny Quick, como supervelocista tristemente fallecido como el tiempo que Max paso como mentor de Wally enseñándole los secretos de la Speed Force. Un papel este ultimo que Max va a retomar con Barry para enseñarle lo mas rápido posible todo lo que debe saber sobre la Speed Force para recuperar su cuerpo antes de que Thawne provoque un daño irreparable.
Aunque antes de que Barry pueda actuar para salvar a su familia su nieto Bart/Impulso (quien también recuerda como era todo antes de Flashpoint), con quien recientemente se ha reencontrado, ya se ha dado cuenta de que ese presunto Barry Allen no es quien dice ser y toma medidas para evitar que este haga daño a su familia.
Una aparición que provoca un par de curiosos encuentros. El primero entre Bart y su nuevo primo lejano Wally West II, actual Kid Flash y a quien Bart jamas conoció al recordar solo la continuidad previa a Flashpoint en la que este segundo sobrino de Iris jamas existió.
El segundo es mas emotivo, encontrándonos con un Bart temeroso de acercarse a Iris, su abuela, la mujer que le crió como si fuese su propia madre, ya que teme que como le ha sucedido a menudo con muchos de sus seres queridos esta tampoco le recuerde. Pero por suerte para Bart Iris recientemente ha ido recuperando todos sus recuerdos de la vieja continuidad y no solo sabe de sobras lo peligroso que es Thawne, el hombre que la asesino durante su boda, sino que recuerda perfectamente que ese supervelocista adolescente frente a ella es su nieto.
Un emotivo reencuentro que es interrumpido por un Thawne que ahora que se ha desvelado la verdad ya no tiene que seguid disimulando y puede manifestar alegremente que su propósito es acabar con ellos de la forma mas cruel posible. Pero este es interrumpido a su vez por una misteriosa y educadisima voz a sus espaldas…
¡LA VOZ DE JAY GARRICK! Y no parece un Jay Garrick cualquiera, como un Jay extraído del pasado sin idea de lo que esta sucediendo, si no un Jay veterano con sus canas (o esa impresión da, el dibujo no es del todo claro) que con suerte también sabrá por fin quien es y quien fue y que sabe no solo que Thawne es su enemigo, sino que esos a quienes esta protegiendo son su familia.
Es una pena que Williamson sea algo soso en Flash, porque lo de manejar estas revelaciones se le suele dar bastante bien (o igual soy yo que me emociono mas de la cuenta cuando parecen prometer devolverme a la JSA y sus héroes. Unos regresos que efectivamente parece que en esta ocasión serán mas que cameos de una viñetas y al menos durante un numero mas en sus respectivas series tendrán cierto protagonismo. Y si, se que la JSA también tiene unas cuantas apariciones mas en el Dark Nights: Death Metal de Scott Snyder y Greg Capullo, pero hace ya tiempo que me he negado a volver a reseñar nada de lo que escriba ese hombre, que siempre acabo de mal humor (la reseña del Injustice: Year Zero, donde también sale el grupo, probablemente si que caiga porque Tom Taylor me cae bastante mejor). Ahora solo queda esperar a que en DC se decidan de una vez a devolverles una serie regular, aunque con todo lo que ha caído sobre esa editorial en los últimos días yo no tendría demasiadas esperanzas a corto plazo, así que tocara cruzar los dedos.