Hoy toca hablar de un cómic al que tengo un cariño especial, en el que un autor al que adoro pudo encargarse de uno de esos crossovers entre Marvel y DC que ahora parecen imposibles que se repitan, el Batman/Capitán América de John Byrne. Un crossover que se deja de justificaciones para su existencia y va al grano mostrándonos a dos de los mas grandes héroes de la Edad de Oro y a sus compañeros enfrentándose a una de las amenazas mas abyectas y diabólicas de la historia, los putos nazis. Así que sin mas preámbulos vamos a viajar a los años cuarenta para disfrutar de lo lindo viendo como el Centinela de la Libertad y el Guardián de Gotham se hinchan a aporrear nazis.
Durante una de sus escaramuzas habituales contra el Joker, Batman y Robin comienzan a sospechar que su viejo enemigo esta implicado en algo mucho mas grande y peligroso que sus habituales crímenes, aunque Batman aun no se atreve a contarle a su joven compañero todo lo que sospecha.
Mientras tanto a un océano de distancia, el Capitán América y Bucky se encuentran en plena Europa luchando codo con codo con el Sargento Rock y su Easy Company.
Y es que aunque Rock y sus hombre son formidables a la hora de enfrentarse a los nazis normales y corrientes a los que da gusto acribillar, cuando uno tiene que detener una Rueda de Guerra nazi es mejor dejarle ese trabajo a un supersoldado.
Pero cuando los espías nazis comienzan a actuar en suelo estadounidense y el Capitán América y Bucky reciben ordenes de regresar a casa para intervenir en lo que esta sucediendo en Gotham, los caminos de estos no tardaran en cruzarse con los protectores de dicha ciudad.
Un encuentro que se da inmediatamente cuando ambos héroes deben unir fuerzas para impedir el secuestro aéreo del avión que transporta a un importante científico al servicio del gobierno estadounidense. Y teniendo que enfrentarse a dos héroes como estos ese secuestro no tarda nada en ser impedido.
Aunque el impedir dicho secuestro no les acerca demasiado a conocer la verdad, ya que los criminales capturados no tardan en morir durante el interrogatorio, revelando simplemente a través de la horrible mueca que queda en sus caras que es el Joker quien les había enviado a secuestrar al Doctor Robert Oppenheimer.
Pero los servicios de inteligencia estadounidenses tienen otro sospechoso, y creen que los nazis pueden estar recibiendo su información de uno de los principales financiadores del misterioso Proyecto Gotham en el que trabaja Oppenheimer, Bruce Wayne. Por ello asignan al Capitán América, bajo su identidad de Steve Rogers, de convertirse en el guardaespaldas de Wayne para tratar de averiguar si realmente es un colaborador nazi.
Unas sospechas que acaban haciendo mella en le Capitán, quien una noche acaba siguiendo a Wayne hasta su oficina a horas intempestivas y cuando le ve llevarse unos informes secretos decide entrar en acción, solo para darse cuenta ambos durante su enfrentamiento quien es realmente el hombre contra el que están luchando.
Y no muy lejos de allí descubrimos por fin que el Joker efectivamente no estaba trabajando solo, y aunque el aun no sabe quien es su misterioso benefactor que le ha prometido riquezas casi incalculables nosotros no tardaremos en descubrir de quien se trata…
Es el mismísimo Cráneo Rojo, el brazo ejecutor del nazismo, quien ha abandonado sus actividades en Europa para dirigir personalmente el robo del “Proyecto Gotham”. Un monstruo inhumano que no duda en ejecutar a sus propios agentes solo por atreverse a cuestionar sus acciones.
Mientras tanto Batman y el Capitán América, junto con sus respectivos compañeros, se han reunido en la Batcueva (en un espectacular homenaje que Byrne le rinde a Dick Sprang) para tratar de averiguar lo que los lectores ya sabemos.
Pero ambos héroes no tardan en tener que ponerse en acción por separado, aunque intercambiando sus compañeros para que el Capitán cuente con alguien que conozca Gotham, para investigar dos pistas sobre lo que esta tramando el Joker y su no tan misterioso benefactor.
Y mientras el Capitán América y Robin descubren que el Joker se les ha adelantado y ha puesto sus manos en el “Proyecto Gotham”, Batman y Bucky corren peor suerte y caen en una trampa orquestada por Cráneo Rojo.
Dando a los héroes por muertos (¡ja!) Cráneo Rojo parte a bordo de un sofisticado avión hacia el aeródromo militar donde le espera el Joker con su valiosa carga. Un momento en el que el Joker descubre quien es el hombre que le ha estado ayudando y se horroriza ante la idea de haber estado trabajando para alguien como Cráneo Rojo, ya que el podrá ser un mafioso, un criminal y un asesino en serie, pero no es un puto nazi.
Pero pese a sus ansias de acabar con el nazi es Cráneo Rojo quien consigue atrapar al Joker para llevárselo a Berlín y exhibirlo como ejemplo de los monstruos que existen en América.
Y aunque Cráneo Rojo cree tener la victoria en su mano y el fruto del Proyecto Gotham seguro en la bodega de su avión con destino a Washington D.C., no tarda en darse cuenta de su error cuando en su camino se interpone el Batplano con los cuatro héroes a bordo.
El Batplano no tarda en acoplarse al avión de Cráneo Rojo y Batman y el Capitán América consiguen abordarlo instantes antes de que Cráneo consiga zafarse del Batplano dejando a Robin y Bucky a su suerte. Pero un avión lleno de putos nazis no va a impedir que los héroes impidan a Cráneo Rojo poner en marcha su plan de lanzar sobre la capital de Estados Unidos el resultado final del Proyecto Gotham, Fat Boy, la primera bomba atómica de la historia.
Cráneo Rojo cree estar a salvo en la bodega del avión a punto de soltar la bomba, pero no contaba con esa habilidad especial de Batman para noquear gente de un solo puñetazo (en lo que quiero pensar que es un intencionado homenaje a la JLI de Giffen, DeMatteis y Maguire).
Aunque sus problemas no terminan ahí, ya que el Joker ha recuperado la consciencia y sigue dispuesto a sabotear los planes de Cráneo Rojo, que el sera un lunático pero un lunático americano. Un enfrentamiento que acaba con ambos villanos cayendo junto con la bomba atómica en el océano, muy lejos de su mortal objetivo.
Momento en el que Batman y el Capitán América comienzan una carrera contra reloj para alejarse del radio de acción de la terrible arma que instantes después explota sobre el océano, consiguiendo escapar por los pelos.
Y aunque ambos villanos cayeron junto con la bomba en medio del océano y es difícil que a nado consiguiesen alejarse lo suficientemente rápido de la explosión, ni Batman ni el Capitán América creen que sus enemigos hayan muerto.
Han pasado unos cuantos años desde la ultima vez que leí este cómic y sigue siendo tan divertido como la primera vez que lo leí, siendo para mi uno de los mejores trabajos del Byrne posterior a los ochenta. Un especial que ademas cuenta con la genialidad de su epilogo, fruto de una sugerencia del gran Roger Stern, en el que Byrne conecta este Elseworlds con su saga de Generaciones.
Y aunque es cierto que aquí el recuento de nazis muertos se nos queda muy cojo, ya que se trata de uno de esos en los que los héroes no matan (como debe ser ya que estamos) y solo capturan a sus enemigos, y el único nazi al que vemos morir lo hace a manos de Cráneo Rojo (pero un nazi muerto es un nazi muerto) ese momento en el que incluso alguien como el Joker siente asco ante el nazismo hace que valga mucho la pena incluirlo en esta semana de aporrear nazis. Pero para compensar esta falta de nazis muertos mañana tenemos un cómic muy especial para rematar la semana en la que todos los que estamos ansiosos por ver morir nazis nos vamos a poder dar un atracón.