Si ayer teníamos por aquí La Mascara de la Muerte Roja de Edgar Allan Poe, hoy toca descubrir una de sus múltiples adaptaciones a otro medio cuya existencia amablemente me descubrieron en los comentarios, Last Light of the Universe, publicada en el numero 73 de la revista Creepy en 1975 a cargo de Budd Lewis y Esteban Maroto. Una adaptación en el mejor de los sentidos que no se limitó a calcar el relato original y en el que brilla con luz propia el espectacular arte de todo un grande como Esteban Maroto. Así que de nuevo nos toca ponernos nuestras mejores galas pero para en esta ocasión lanzarnos hacia un espacio exterior donde nadie esta a salvo…
En la negrura del espacio flota una esfera brillante como un faro en la noche y en cuyo interior se encuentra una magnifica ciudad, quizás la ultima de su clase. Y es que a todo lo largo y ancho del universo se ha extendido una misteriosa plaga, alcanzando cada lugar al que la humanidad ha llamado hogar acabando sin piedad con todo a su alcance. Pero pese a las desesperadas peticiones de ayuda tanto del exterior como del interior, las puertas de esta ciudad permanecen cerradas por ordenes de su gobernante, quien esta dispuesto a todo para preservar ese ultimo reducto de la raza humana ante una amenaza que no entiende de barreras…
Como decía al comienzo son multitud las adaptaciones que ha tenido a lo largo de la historia el relato de Poe, llevando su historia a multitud de medios incluyendo el cómic. Pero de entre todas ellas (aunque aun no he podido echar un vistazo a todas) sin duda esta ilustrada por Esteban Maroto es de las mas espectaculares. Aunque ademas de eso también ha influido muchísimo a la hora de escogerla para reseñarla mi debilidad por la ciencia ficción, un genero que combina a la perfección con prácticamente todo y que ha sido hogar de numerosas adaptaciones de otros clásicos.
Y aquí nos encontramos con una historia que en su mayor parte sigue al pie de la letra el relato de Poe, con un líder (Alcalde en lugar de Príncipe) que busca preservar mediante el encierro a los habitantes de su “castillo” y que incluso trata de distraer a sus compañeros de encierro mediante un baile de disfraces. Donde se apartan aquí Lewis y Maroto de Poe es en la introducción de un personaje, un medico, que se niega a encerrarse y dejar morir a sus congéneres mientras exista una posibilidad por desesperada que sea de salvarles y a quien el azar tiene reservado un siniestro e irónico destino.
Pero sin duda donde esta adaptación destaca sobre todo es en el trabajo de Esteban Maroto, un veteranisimo autor español que alterno su talento dentro y fuera de nuestras fronteras trabajando para las principales editoriales y de quien me gustaría recomendar entre otras cosas su Crónicas de Atlantis (y un día de estos tengo que llenar las lagunas que tengo de su bibliografía) Aquí Maroto nos va llevando lentamente de un escenario de ciencia ficción de lo mas clásica hacia el horror, con momentos de autentica pesadilla y con una primera y ultima viñetas de esas que se quedan grabadas en la memoria tanto por su belleza como por horror que transmiten.
Con esto terminamos nuestra segunda semana de cuarentena, en la que Diógenes aun no ha tapiado puertas y ventanas pero poco le falta, mientras esperamos que esto no dure demasiado porque pese a sus suplicas y lamentos en las próximas semanas yo seguiré en mi linea, rebuscando entre lo mejor de la literatura, el cómic, el cine y la televisión para hacer un poco mas llevadero este encierro pero sin olvidar lo que nos rodea.