Para quitarme un poco el mal sabor de boca de los últimos días hoy quiero hablar de un cómic que me ha gustado bastante y que esta protagonizado por uno de mis superhéroes favoritos, Batman. Un cómic en el que el guardián de Gotham sale de su escenario habitual para visitar un mundo casi alienigena para el, tiene que enfrentarse a unos enemigos aun mas grotescos que sus villanos habituales, lo que le obligara a forjar una peculiar y tensa alianza y que ademas esta realizado por un equipo creativo de autentico lujo. Y que los guionistas de todo esto sean John Wagner y Alan Grant y que Batman forme equipo con el Juez Dredd no tiene nada que ver con que me haya gustado tanto este cómic… bueno, un poco si.
Gotham es una ciudad que nunca duerme, una ciudad en la que pese a la férrea vigilancia de Batman el peligro parece acechar en cada esquina. Pero hay ocasiones en la que el peligro viene de lejos, desde muy lejos… Y por ello cuando el Juez Muerte corre libre por las calles de su ciudad y el mismo Batman cruza las dimensiones y se ve transportado accidentalmente al futuro alternativo de Mega-City 1, se vera obligado a unir sus fuerzas con el Juez Dredd para salvar a su ciudad, eso si consiguen poner sus diferencias a un lado y no acaban antes el uno con el otro…
Se podría decir que este crossover era hasta cierto punto inevitable al menos desde un punto de vista creativo. Y es que el veteranisimo dúo formado por John Wagner y Alan Grant no solo habían sido responsables de una de las mejores etapas de Batman en toda su historia (junto con el añoradisimo Norm Breyfogle) sino que al otro lado del charco su trabajo con el Juez Dredd era prácticamente legendario. Por ello cruzar los caminos de estos dos personajes no solo parecía inevitable, sino casi necesario. Algo que hicieron a lo largo de cuatro especiales en los que Wagner y Grant contaron con la colaboración de un grupo de artistas de primera linea como Simon Bisley, Cam Kennedy o Glenn Fabry entre otros.
El resultado son cuatro historias frenéticas (Judgment On Gotham, Vendetta In Gotham, The Ultimate Riddle, y Die Laughing) repletas de violencia extrema en la que sigue habiendo lugar para la sátira tan clásica de Dredd y en la que las galerías de villanos de ambos protagonistas se entremezclan para dar lugar a uno de esos cómics que no se olvidan. Un cómic en el que Wagner y Grant, aprovechando su extenso conocimiento y dominio tanto de Batman como de Dredd, juegan a contraponer a dos personajes que lo único que tienen en común es una devoción fanática por SU justicia y que no podrían entender esa palabra de formas mas distintas, aunque al final inevitablemente la amenaza común les obligue, como no podía ser de otra forma, a poner sus diferencias a un lado y que acabe naciendo entre ambos cierto respeto.
Pero una historia de este tipo no acabaría de funcionar si no contase con villanos a la altura, y eso esta serie de crossovers lo cumple con creces. Esta pequeña saga comienza con dos clásicos del cómic británico como el Juez Muerte y el delirante Mean Machine, mas tarde Wagner y Grant no se resisten a darle un papel importante a una de sus mas geniales creaciones para DC, el Ventrílocuo y Scarface, y como golpe de gracia se reservan lo mejor para el final haciendo que el Joker se convierta en el quinto miembro de los Jueces Oscuros. Una unión esta ultima que no ha hecho mas que reforzar una idea que últimamente no me quito de la cabeza, que Scott Snyder no suele tener muchas ideas originales y que este “Judge Joker Who Laughs” me resulta tremendamente familiar…
Y como decía un poco mas arriba, esta serie de crossovers estuvo cuidado al máximo. Y aunque es cierto que personalmente me hubiese encantado ver a alguien mas clásico como Carlos Ezquerra meter mano en esta historia (aunque al menos tenemos por ahí a Cam Kennedy), no tengo la manía que le tiene Diógenes a los cómics pintados y he disfrutado como un loco con el espectacular trabajo de los implicados aquí, principalmente Bisley y Fabry. Dos veteranos autores curtidos en 2000 A.D. (Slaine no seria lo mismo sin ellos) que hacen aquí un trabajo visualmente espectacular.
Una serie de crossovers que son relativamente fáciles de conseguir en un bonito tomo recopilatorio que ademas incluye el crossover entre el Juez Dredd y Lobo (otro personaje que se lo debe casi todo a Wagner y Grant) que son una lectura excelente para estos tiempos que corren en los que para muchos resulta mas fácil reciclar el pasado que jugar con el rico legado que muchísimos autores han ido construyendo a lo largo de décadas.