Un año mas Brainstomping se ha desplazado a la isla de Tenerife para visitar la Summer-Con (ese rinconcito de la TLP en el que cada vez hay menos sitio para el comic). Una séptima edición de este evento a la que a las habituales gigantescas concentraciones de adolescentes que parecen hablar otro idioma y a un calor que no llegaba a ser insoportable pero casi, hay que añadirle momentos de satisfacción, reencuentros con caras conocidas y alguna enorme frustración que otra que aun duele mucho (y lo que durara) Pero aunque en general, frustraciones aparte no ha sido un mal año del todo, si que he podido notar alguna señal preocupante que otra. Pero todo eso ya lo iremos desgranando poco a poco en esta serie de artículos.
Así que un año mas me encontraba en Tenerife, disfrutando de un merecidisimo descanso alejado de Diógenes y preparado para poder conocer en persona a unos cuantos dibujantes cuyo trabajo admiro. Pero a diferencia de en ediciones pasadas no acudía como un mero espectador, como un visitante mas que había tenido que hacer largas colas en taquilla para comprar una entrada y luego hacer una segunda cola igualmente larga para poder entrar al recinto. En esta ocasión, sin que aun tengamos claro como ha sido, me habían acreditado para cubrir el evento y acudía allí como Influencer de Brainstomping con mi acreditación colgada del cuello (que tuve que pegar con cinta adhesiva porque no hacia mas que caerse del gancho), algo que entre otras cosas motivo que algún adolescente que otro se pensase que formaba parte de la organización y me llamase señor… (me cago en…) pero que no ha servido para que Diógenes me suba el sueldo.
Iluso de mi creía que el tener una acreditación, y evitarme la cola de la taquilla, me permitiría ir con calma el viernes para la primera sesión de firmas, la de Jesús Sáiz, Angel Hernandez y Salva Espín, pero no contaba con la ansiedad del primer día (el primero de los eventos relacionados con el cómic, no el primero de la TLP en si) y aunque llegue con casi dos horas de antelación, con mi mochila cargada de cómics, ya se había formado una larga cola para solicitar turnos para las sesiones de firmas. Viendo el cariz que tomaba la cosa, con decenas y decenas de personas para las firmas de Salva Espín (llegaron a repartirse 120 turnos, el limite máximo marcado por la organización) opte por Jesús Sáiz que parecía estar algo mas despejado (cosas de no salir en la tele con David Broncano) consiguiendo ser el séptimo de su lista.
Una vez obtenido el turno y faltando aun casi dos horas para el inicio de la sesión me dedique a pasear por el recinto saludando a las caras conocidas de todos los años (y me avergüenza decir que de algunos no se los nombres aun pese a llevar años coincidiendo) para ver como se presentaba la cosa en esta edición. Lo primero que me llamo la atención es que el numero de stands parecía haberse reducido, como así me confirmaron luego, y que esto provocó que la ya de por si reducida oferta de comics, cada vez mas marginal, fuese aun menor al ausentarse alguna que otra libreria local, en una zona en la que primaba sobre todo el merchandising relacionado con el propio cómic, anime, pop coreano, etc. Zona en la que ademas pude observar en mas de un stand la presencia de mini posters pixelados y deformados que alguien mal pensado podría creer que se trataban de imágenes descargadas de Internet (por alguien que no sabe que se puede ajustar el buscador para que solo muestre imágenes de máxima calidad) y ajustadas de mala manera al formato del papel. Unas sospechas que no debían andar muy desencaminadas cuando acabe enterándome de que al menos uno de los stands había sido desalojado por parte de la organización al descubrirse que vendían falsificaciones.
Otro elemento que tristemente me llamo la atención fue que tras recorrerme todo el recinto fue descubrir como brillaba por su ausencia cualquier tipo de referencia a los actos dedicados al cómic que allí se iban a celebrar. En pasadas ediciones uno podía encontrar repartidos por buena parte del lugar numerosos carteles centrados en los invitados, mostrando pequeñas biografías y muestras de sus trabajos, homenajes a personajes y autores famosos o incluso exposiciones dedicadas a la obra de los autores invitados. Este año en cambio no había absolutamente nada de nada, lo único minimamente relacionado con esto que pude encontrar fue el panel informativo con las normas de las sesiones de firmas que se encontraba al lado del mostrador de información, pero en el resto del recinto daba la sensación de que allí no se iba a celebrar nada relacionado con el cómic. Aunque para ser justos tampoco vi nada referente al resto de invitados youtubers, actores de doblaje, cosplayers, etc, así que debe ser que o este año el presupuesto para imprimir cartelería era cero o tuvieron algún problema de ultima hora que les impidió disponer de dichos elementos.
Y tras pasear por allí un buen rato descubriendo con pesar como el evento parecía estar consumiéndose, tocaba ir a la sala donde se celebraban las sesiones de firmas. Allí me esperaba una gigantesca cola de gente que había acudido allí para pillar el cómic con portada dedicada al programa de la Resistencia dedicado por Salva Espín (y que al día siguiente ya alguno estaba vendiendo por Internet) y que por lo que pude hablar con algunos de los presentes no sabían ni quien era, pero habían visto la película de Masacre y habían visto a Espín con Broncano y querían un recuerdo. Supongo que no es malo del todo si se habla del cómic y se normaliza su presencia en los medios, pero que triste resultaba ver el poco interés que había por leer entre algunos de los asistentes.
Pero yo había ido a lo mio, con mis cómics de Jesús Sáiz bajo el brazo a la espera de conseguir unas dedicatorias y un dibujo del Doctor Extraño, que aunque en la serie actual el trabajo de Mark Waid haya sido un tanto irregular, gráficamente la serie ha tenido un nivel altísimo. Pero como pronto descubrí, Sáiz es de esos autores majos que disfrutan charlando con los fans y que entre que se toman su tiempo dibujando y charlando, la cola no avanzaba. Algo que como digo siempre, con toda la hipocresía del mundo, agradeces mucho cuando eres tu el objeto de esa atención pero lo odias cuando le sucede a quienes están delante de ti. Y así el tiempo fue pasando y para cuando aun me quedaban un par de turnos nos anunciaron que se había pasado el tiempo asignado, que había que cambiar a una sala mas pequeña porque aquella hacia falta para otra cosa y que Sáiz ya solo iba a tener tiempo de firmar. Así que con esta pequeña decepción me marche de allí para intentarlo de nuevo al día siguiente mientras veía como Salva Espín no paraba de vender cómics, posters y laminas y de repartir plátanos y limones «caracterizados» como Masacre.
Y habiéndome quedado si nada que hacer me acerque a lo que era uno de los principales punto de interés para mi de la Summer-Con de este año, la presencia del dibujante Esad Ribic, un dibujante al que adoro desde sus tiempos en Uncanny X-Force y que me volvió loco en Thor y quien a diferencia del resto de autores de esta y de pasadas ediciones, disponía de su propio stand en el Artist Alley del evento, donde dedicaba sus cómics y recibía encargos de dibujos. Aunque ya gente conocida me habían avisado de que Ribic si cobraba y que no era precisamente barato, no pude evitar sentir un pequeño planchazo al acercarme allí y ver sus listas de precios. Aunque como se comento mucho por allí mas que precios altos el problema se encontraba en los sueldos bajos. Porque si algo me quedo claro viéndole trabajar en directo, es que valía de sobras lo que cobraba por mucho que doliese que el presupuesto de Brainstomping no alcanzase para irme de allí llevando bajo el brazo ese King Thor con el que soñaba.
Pero aunque no me podía permitir encargarle nada, eso no me impidió disfrutar a lo grande de verle dibujar los encargos de los afortunados que habían sido mas ahorradores, estaban mejor pagados o dispuestos a pasarse un mes gastando lo gusto para llevarse a casa una de esas obras de arte. Algo en lo que no fui el único, ya que no había momento en que no hubiese delante de su mesa un pequeño grupo de admirando su dominio de las acuarelas y ver como esas masas de color informe iban cobrando forma para dar paso a personajes de sobra conocidos con una expresividad y manejo de las luces envidiable. Pero aunque fue un poco frustrante al menos me pude llevar de allí firmados mis X-Force, Thor y VS. Y también quiero añadir que aunque es cierto que ese día Ribic parecía algo distante y soso, por lo que vi de el el resto de días esto debió deberse mas al cansancio del viaje y a ser una de esas personas que desconectan de todo cuando trabajan que a la antipatía, ya que el sábado y sobre todo el domingo se mostró mucho mas cercano y amable con todo el que paso por allí.
Y cuando Ribic termino su jornada del día y los presentes pudimos dejar de admirarle embobados, tocó recoger y marcharme también, que tocaba acostarse temprano y acumular fuerzas para madrugar al día siguiente para tratar de conseguir uno de los primeros puestos para la sesión de firmas de Jesús Sáiz y no caer rendido durante la charla que iba a celebrarse por la tarde, ya que el sábado se presentaba bastante intenso.