Rick Remender es a día de hoy uno de mis escritores de cómics favoritos, uno del que suelo decir que no le he leído un cómic malo (Doctor Vudú no existió, es una leyenda urbana), pero pese a que me encanta su trabajo aun me quedaba ponerme al día con alguna que otra obra suya. Eso es lo que he hecho esta semana cuando por fin me he leído The Last Days of American Crime, miniserie que realizó junto con Greg Tocchini, su colaborador en Los, en la que ambos nos ofrecen una apasionante historia de robos perteneciente a eso que llaman “neo-noir” (¿el genero negro deja de serlo solo por estar ambientado en el presente/futuro?) y con ligeros toques de ciencia ficción de las que nos dejan con ganas de mas.
El gobierno de los Estados Unidos ha encontrado una solución radical para acabar con las altas tasas de criminalidad y terrorismo, emitir una señal en todo el país que modificara las mentes de todos los habitantes de forma que sean incapaces de quebrantar ninguna ley. Una polémica medida que tras su filtración el gobierno trata de tapar anunciando una medida igualmente controvertida, acabar para siempre con el dinero físico de forma que gobiernos y bancos tengan un control absoluto de los movimientos de dinero. Y en esa situación un guardia de seguridad que llevaba meses planeando dar el gran golpe de su vida que le permitiese retirarse se encuentra con que solo cuenta con dos semanas para cometerlo antes de que la señal le impida volver a saltarse las leyes. Unas prisas que le obligaran a asociarse con una pareja de desconocidos imprescindibles para llevar a cabo el trabajo pero de quienes no sabrá si puede fiarse hasta que quizás sea demasiado tarde…
Pese a esos elementos de ciencia ficción que salpican la historia, estos no dejan de ser “macguffins” introducidos para meter presión a sus protagonistas en una historia que por encima de todo transmite una sensación de ser tremendamente clásica. Y es que The Last Days of American Crime tiene los elementos para ello, el robo imposible, el veterano cansado que busca retirarse, la mujer fatal, el miembro impredecible y violento… Buena parte de los tópicos y arquetipos del genero se encuentran aquí, pero la habilidad de sus autores consigue que todo parezca nuevo y fresco, en una frenética historia que nos deja atrapados hasta llegar a un final algo sorprendente.
Aunque claro, nada de esto hubiese funcionado igual sin alguien con tantísimo talento como Greg Tocchini dando vida a estos personajes. Ya su talento me había dejado boquiabierto en Los, con ese manejo casi sobrenatural del color y esa habilidad para crear ese mundo submarino irreal, fantástico y sobrecogedor, pero tenia muchísima curiosidad por ver como se desenvolvía con un mundo mas cercano al nuestro, y el resultado no me ha sorprendido demasiado ya que ha sido igualmente perfecto. En sus manos este futuro cercano, en demasiados aspectos aterradoramente familiar, parece tan vivo, sucio y peligroso como el mundo real, dotando a la historia de una atmósfera perfecta que nos hace sentir como si estuviésemos viendo algún clásico del genero como La Huida o A quemarropa.
Un cómic del que ademas dentro de poco podremos ver su adaptación como película de la mano de Netflix (de la que aun no hay fecha de estreno), aunque seguro que como siempre, independientemente del resultado final, el cómic sera mejor y vale la pena leerlo ahora para poder comparar mas adelante. Yo por mi parte voy a seguir poniéndome al día con lo poco que me queda por leer de Rick Remender que estoy seguro de que como hasta ahora no me va a decepcionar, y eso de The End League tiene bastante buena pinta…