Esta semana he podido “saldar” otra de esas deudas pendientes que tenia con la literatura de ciencia ficción al leerme una novela cuyo titulo me había fascinado durante años sin saber absolutamente nada del contenido de la misma. Y tras haberme leído por fin, y casi de un tirón, este libro del que durante tanto tiempo había intentado (y conseguido) no saber nada, me he encontrado con que detrás de ese titulo tan poético se escondía una terrible historia de odio y venganza con la que sin embargo Bester fue capaz de no caer en el camino fácil y trillado de la desesperanza y presentarnos uno de esos relatos que de verdad vale la pena leer. Pero antes de seguir, y aunque vaya un poco en contra del propio blog, casi que recomiendo que quienes no hayan leído el libro dejen el articulo aquí y se lo lean, que vale la pena dejarse sorprender.
La humanidad cambió radicalmente cuando se descubrió de forma accidental que el ser humano poseía la habilidad de teletransportarse a voluntad. Pero en esta nueva etapa de la humanidad existe un hombre que puede destruirlo todo. Gully Foyle es alguien para quien ya solo existen el odio y unas ansias ciegas de venganza, una venganza que arde en su interior con un fuego tan intenso que amenaza con consumirlo todo a su paso con tal de conseguir su objetivo, destruir a todos aquellos responsables de haber sido abandonado a la deriva en el espacio para que muriese. Pero sin que Foyle lo sepa, sobre el descansa mucho mas que una rabia a duras pena contenida, en sus manos se encuentra el destino de toda la humanidad si es que no la reduce a cenizas primero…
Desde que descubrí el titulo de esta obra en el Starman de James Robinson (quien lo tomo prestado para dar titulo a una de mis sagas favoritas de su cómic) me había sentido fascinado por esa frase, un titulo de lo mas poético que me había sugerido incontables ideas de como podía ser esa novela, pero aunque suene raro viniendo de mi, a diferencia de lo que me sucede con el cine y la tv donde me trago cada trailer, avance y noticia, con los libros que quiero leer procuro saber lo menos posible. Por eso me lleve una enorme sorpresa cuando tras leerme por fin Las Estrellas mi Destino me encontré con un personaje como Gully Foyle, tan lleno de odio y ansias de venganza que casi deja en nada al Edmond Dantes de Dumas (y este libro le debe muchísimo al Conde de Montecristo) o al Capitán Ahab de Melville. Un personaje que de entrada nos hace pensar que el titulo original de la obra “¡Tigre! ¡Tigre! euese mas apropiado por la rabia animal de Foyle.
Pero a pesar de contar con ese protagonista que a ratos se hace tremendamente antipático e incluso despreciable, lo realmente grande de Bester es como consigue que nos enganchemos a seguir a Foyle en su obsesiva búsqueda de venganza, que alternemos momentos en los que hasta cierto punto podamos empatizar con el (y esta feo decirlo, pero pocas veces me he sentido mas identificado con un personaje de ficción… ejem) con otros en los que consigue provocarnos autentico asco. Y aun así Bester fue capaz de que el libro no fuese otro de esos mamotretos pesimistas que parecen condenar a la humanidad, ya que aunque el libro contiene una fuerte carga de critica contra la sociedad, en el fondo permanece una nota de optimismo que hace que al final el titulo definitivo del libro resulte el mas apropiado.
Y todo ello ambientado en una galaxia fascinante de la que apenas vemos alguna pincelada aquí y allá y que nos dejan con ganas de mas (algo habitual que me encanta de la ciencia-ficción clásica que tendía mas a ir al grano y menos en rellenar paginas). Un mundo que en muchos aspectos se anticipo al cyberpunk, que nos muestra una sociedad radicalmente transformada (no necesariamente para mejor) gracias a la habilidad de teletransportarse a voluntad y en la que nos reencontramos con constantes en la obra de Bester como es la torturada existencia de los telépatas. Y una obra en la que ademas Bester se permitió el realizar unos curiosos experimentos tipográficos para tratar de reflejar una situación muy particular con unos resultados bastante notables.
Esta lectura me ha dejado claro el porque desde hace tantísimo tiempo Las Estrellas mi Destino ha sido considerada de forma prácticamente unánime tanto por profesionales como aficionados del medio como una de las obras mas grandes del genero, una afirmación que ahora he podido comprobar que para nada era una exageración. Y una obra que ademas ha confirmado a Alfred Bester, del que ya había leído alguno de sus libros, como a uno de mis escritores favoritos y del que voy a seguir poniéndome al día con su tristemente corta bibliografía. Y a los demás recomendarles con ganas la lectura de este libro disculpándome por haber revelado mas de la cuenta del mismo, que como he comprobado en carne propia es mejor descubrirlo pagina a pagina.