Aunque los Invasores no son un grupo que como tal me apasione, no son la JSA, sus miembros principales son personajes que me encantan, así que siempre acabo picando cuando les dan serie nueva, sobre todo cuando sucede como en las ultimas ocasiones que ponen al frente de las mismas a autores de peso, de mis favoritos, como lo fue James Robinson hace unos años o como lo es Chip Zdarsky en la actualidad. Y tal y como esperaba, Chip no me a defraudado, y en su primer numero nos ha ofrecido un solido inicio para el relanzamiento del grupo partiendo de una premisa que hoy en día era muy necesaria. Así que pese a que solo es el primer numero y todo se puede torcer mas adelante (no seria la primera vez), yo no podría haberme quedado mas contento y recomiendo efusivamente la lectura de esta serie por las siguientes razones llenas de SPOILERS.
Hace mucho tiempo Namor fue un gran héroe, alguien que arriesgo su vida una y otra vez luchando junto a otros héroes de la superficie, humanos y superhumanos, para derrotar a un enemigo atroz. Pero han pasado las décadas y Namor ha sido de forma alternativa amigo y enemigo de la humanidad en un ciclo aparentemente sin fin que amenaza con llevar al atlante a su punto mas bajo, algo que sus viejo camaradas no están dispuestos a permitir, ya que aunque para el mundo el nombre de Namor sea ahora sinónimo de terrorista, para los Invasores sigue siendo aquel hombre que cuando fué necesario derramo su sangre junto a ellos por lo que era justo.
Como decía al comienzo el cómic me ha encantado pero esto no me ha sorprendido, y es que hace mucho que Chip Zdarsky dejo de ser aquel amigo raro de Matt Fraction que dibujaba muy bien y que tenia un humor peculiar en twitter para revelarse como un guionista excepcional. Paso a paso en series como Howard the Duck, Peter Parker: The Spectacular Spider-Man o Marvel Two-In-One ha demostrado ser un escritor con un profundo conocimiento de los personajes que escribe, un tremendo respeto por quienes le precedieron y un enorme talento para sacar lo mejor de los personajes (y sigo pensando que los 4F tendrían que habérselos dejado a el y no a Slott) Y eso es precisamente todo lo que nos podemos encontrar en este primer numero de los Invasores.
Una serie que básicamente se centra en algo que a día de hoy era tremendamente necesario, redimir a Namor. Y es que en los ultimos años demasiados guionistas se han empeñado en mostrarnos a un Namor cada vez mas cercano a sus peores días de villano (de echo a veces mucho peor que cuando lo era), despiadado, sanguinario, sin remordimientos aparentes y que como remate, en sus apariciones mas recientes en los Vengadores de Jason Aaron, le han convertido en poco menos que un terrorista de nuevo en guerra contra el mundo de la superficie (aunque para ser justos es posible que solo estuviese preparando el terreno para la historia de Chip). Vamos, que el Namor actual tiene una imagen radicalmente opuesta a quienes preferimos al Namor de Roger Stern, Walter Simonson o John Byrne.
Por suerte Chip, fiel a su costumbre, demuestra conocer y querer a los personajes con los que trabaja y parece que nos va a devolver al Namor que molaba, ese que era capaz de apreciar tanto a los soldados aliados junto a quienes luchó en la Segunda Guerra Mundial que lloraba sus muertes como si hubiese perdido a alguien de su familia, el que mas de medio siglo después sigue teniendo pesadillas atormentado por todos aquellos a quienes no pudo salvar. Pero también un Namor que ha perdido el rumbo, que cada vez se va radicalizando mas en sus acciones y métodos, aunque aquí descubramos que pese a todo lo esta haciendo por unos motivos mas que nobles.
Un Rumbo que sus viejos amigos el Capitán América, Bucky y la Antorcha Humana original van a ayudarle a recuperar pese a tener a todo el mundo en contra, y al que fuera de la ficción parece haberse unido Greg Pak, un Pak que ha recuperado la inspiración, en su excelente historia de Namor para el primer numero del nuevo Marvel Comics Presents que también le situa en sus tiempos mas heroicos en la Segunda Guerra Mundial reaccionando como solo un héroe podría reaccionar ante los acontecimientos vividos. Una historia corta que va muy a grano y en la que Pak básicamente incide en los mismos puntos que Chip, en que Namor es, pese a lo que muchos guionistas quieran hacer con el, un gran héroe que se merece ser mejor tratado.
Pero pese al gran comienzo de esta serie, tengo algo de miedo. Por un lado Zdarsky introduce un elemento, o mas bien personaje, en el pasado de Namor que mal llevado podría joder dos personajes, pero en principio mi confianza en Chip es máxima y espero que sabrá llevar bien la historia. Y por otro lado lo que mas miedo me da de esta serie son sus antecedentes. No hace mucho Marvel ya lanzo una serie de los Invasores con el mismo reparto de personajes y escrita por James Robinson que también empezó muy bien… Hasta que en Marvel empezaron a “sabotearle” quitándole un personaje tras otro y aquello se hundió antes de poder despegar. Pero espero que hayan aprendido la lección y no le hagan lo mismo a Chip.
Y por si todo eso fuese poco para animar a la lectura de este cómic, Chip esta acompañado de dos notables dibujantes como Carlos magno y todo un veterano como Butch Guice, dos dibujantes con estilos muy diferentes visualmente pero que aquí, a diferencia de en otras series donde mezclan a dibujantes a lo loco, esa diferencia esta muy bien pensada y el trabajo de ambos se complemente muy bien al encargarse Magno de narrar lo acontecido en el presente y Guice, con su estilo mucho mas clásico, a contarnos lo sucedido en la 2GM.
Como siempre es difícil, por no decir imposible, prever por donde ira todo ya que los designios de los editores y altas esferas son impredecibles y a lo mejor dentro de dos meses deciden que Chip estaría mejor guionizando otra serie de los Inhumanos o algo así o que le dan Namor a alguien que vaya a relanzar los Defensores y no quiera compartir al personaje, que sabemos que son perfectamente capaces. Pero voy a tratar de ser optimista y a pensar que aunque esta serie no vaya a ser muy longeva, al menos dure lo suficiente para que nos quede una de esas series memorables que valdrá la pena releer en el futuro.