Lo admito, cuando me leí el primer numero Justice League: No Justice lo hice armado con todos los prejuicios del mundo y mas que dispuesto a que no me gustase, principalmente por la participación en la serie de Scott Snyder y el que esto sea una suerte de secuela de Dark Knights: Metal. Pero para mi sorpresa (o no tanto, que esto esta co-escrito a tres bandas junto con Joshua Williams y James Tynion IV) me he encontrado con un primer numero que aunque no sea un cómic revolucionario si que ha despertado mi curiosidad y me ha dejado con bastantes ganas de seguir leyendo para saber que pasa a continuación. Eso y que tampoco hace daño que lo dibuje alguien con tanto talento como Francis Manapul. Así que vamos a echar un primer vistazo a esta serie que al menos de momento parece mucho mejor de lo que me atrevía a esperar.
Brainiac ha llegado a la Tierra, pero en esta ocasión no busca añadir ninguna ciudad a su colección o buscar venganza contra los héroes que han frustrado sus planes en el pasado, busca algo muchísimo mas simple… ayuda. Y es que sin que los héroes de la Tierra fuesen conscientes de ello, la destrucción del Muro de la Fuente ha permitido que los Cuatro Hermanos, seres de un inmenso poder y tan antiguos como el propio Universo resurjan de los mas profundos confines de este para culminar sus planes, comprobar cual de los cuatro representa la energía primordial de la vida inteligente del Universo sin importarles cuantos mundos deban ser destruidos en el proceso. Pero Brainiac tiene un plan para detenerles, reunir a cuatro grupos de héroes y villanos que representen esas mismas fuerzas y derroten a esos gigantes cósmicos siguiendo meticulosamente su plan, un plan casi perfecto que nada puede hacer peligrar…
Es cierto que pese a que el cómic me ha sorprendido agradablemente (este primer numero al menos) la idea general no deja de ser la típica ida de olla de Scott Snyder, alguien que por desgracia no cuenta con el talento necesario de un Kirby o un Morrison para hacerla funcionar. Una idea que no solo no es especialmente original, después de todos esos gigantes y sus motivaciones no dejan de ser un descaradisimo homenaje a los Celestiales de la Marvel, y que curiosamente se publica justo ahora que en la nueva serie de los Vengadores han aparecido una facción desconocida hasta ahora de Celestiales extremadamente peligrosos antes quienes nadie parece capaz de hacer frente…(¡Es como si Hickman no se hubiese ido!) Nada nuevo bajo el sol por otra parte, que Marvel y DC siempre andan con cosas de estas.
Por suerte para el comic, y sobre todo para los lectores, Scott Snyder no esta solo en esto, y la serie va a estar co-escrita junto con Joshua Williams, el actual guionista de Hal Jordan & The Green Lantern Corps, quien pese a no ser un gran escritor tampoco es del todo malo, solo muy “ni frio ni calor” , y James Tynion IV, el antiguo protegido (o enchufado) de Snyder y que no solo es el mejor d ellos tres, sino que a lo largo de los ultimos años ha ido demostrando una y otra vez que es un gran escritor con muchísimo potencial aun por explotar (y el que no este leyendo su Detective Comics que corra a hacerlo, que es uno de los mejores cómics de Batman de los ultimos años). Y este equipo creativo lo remata Francis Manapul, un dibujante espectacular que aquí se esta esforzando al máximo para canalizar esa esencia “Kirbyana” que una historia como esta pide a gritos (lastima que no sea igual de bueno en esto de diseñar trajes)
De la historia en si, aunque he dicho que me ha sorprendido agradablemente, también tengo que reconocer que tendría que esperar un poco mas para juzgarla en condiciones(pero no lo hago porque se que eso jode a Diógenes) ya que de momento este primer numero ha sido poco mas que un prologo que ha servido para presentarnos la situación, a los “villanos” de la historia, y conocer a los cuatro equipos de héroes y villanos que tendrán que hacer frente a esos cuatro seres cósmicos de casi infinito poder. Quizás esto ultimo sea lo que mas llama la atención del cómic, lo peculiar de unas alineaciones en las que se mezclan héroes y villanos que jamas han tenido nada que ver entre si y que es donde mejor vamos a notar las tablas de estos escritores, que si son capaces de hacer funcionar juntos a estos grupos tan pintorescos habrán superado una buena prueba. Y de momento hay que reconocerles que ha habido alguna interacción que casi me ha hecho saltar una lagrimita.
Que esto desemboque en un gran cómic ya es otro cantar, que aunque este Tynion IV envuelto (ya podrían haber estado solos el y Manapul, sigh) no me fio mucho de Williams y nada de Snyder, por lo que esto puede acabar perfectamente siendo otro enorme despropósito como lo fue Metal (y que miedo me da el futuro de la Liga de la Justicia tras esto, que allí sera Snyder en solitario) Pero como siempre para comprobar eso tocara esperar y consolarnos pensando que en el peor de los casos podremos disfrutar admirando el arte de Francis Manapul, que no es poco.