Gracias a los comentarios del articulo de ayer recordé que hace poco tuve el placer de volver a leer un cómic con el que disfrute un montón en su momento con aquella primera lectura y con el que disfrute aun mas con la relectura, el Fantastic Four: The End/4 Fantásticos: El Fin de Alan Davis. Un cómic con el que Davis pareció sacarse la espinita de su corta etapa en el grupo a finales de los 90, se dio el gustazo de sacar en ella todo lo que le dio la gana, se salio de la norma de lo que solían ser esos cómics de “The End” que a Marvel y sobre todo nos hizo pasar un gran rato a los lectores.
Tras muchos años de guerras, penurias y divisiones la humanidad por fin ha logrado alcanzar la ansiada paz y vivir prácticamente en una utopía donde apenas existen los conflictos, el envejecer es opcional y las estrellas están casi al alcance de la mano. Pero en ese mismo futuro idílico, el hombre al que tantos de sus progresos debe la humanidad vive consumido por los remordimientos, la tragedia y el inmenso dolor de la perdida de sus hijos… Pero aunque Reed Richards ha perdido ya toda esperanza, hay otros que aun se aferran a ella y parecen estar a punto de conseguir su objetivo, pero para ello los 4 Fantásticos tendrán que reunirse de nuevo y evitar que el Universo entero se desmorone sobre sus cabezas…
Básicamente se podría decir, por tópico y empalagoso que suene, que esta miniserie es una carta de amor de Alan Davis a los 4 Fantásticos. Todo esta aquí, cada elemento que ha hecho grande al grupo, cada secundario, cada villano… aparte de prácticamente el resto del Universo Marvel (excepto los Mutantes). Y es que al igual que sucedía con el JLA: El Clavo y su secuela, Alan Davis se las arregla para introducir, aunque sea en un pequeño cameo, a cada personaje minimamente importante, convirtiendo la serie casi en un “Donde esta Wally” superheroico en el que Davis da rienda suelta a su inmenso talento como dibujante para regalarnos uno de los mejores retratos del Universo Marvel.
Pero lo mejor de este cómic es que ademas del Alan Davis dibujante, también tenemos al Alan Davis guionista, ese que cada vez es mas raro de ver pese a lo enormemente dotado que esta para ello (y eso es toda una tragedia para el cómic) y lo que podría haberse limitado a ser un bonito (y grandioso) espectáculo visual pero vacío, es un cómic enormemente divertido, emocionante y a ratos tremendamente trágico que reúne lo mejor del genero superheroico con el sello inconfundible de Alan Davis. Y es que pese a que esta serie por su temática y titulo se encuadra dentro de aquellos proyectos especiales “The End” de hace unos años, Davis se salio un poco de la norma y en lugar de ofrecernos un retrato amargo y deprimente del futuro del Universo Marvel como solía ser lo habitual en estos cómics, Davis comenzó con una tragedia enorme para terminar (y esto es un SPOILER moderado, que todos sabemos ya como se las gasta Davis como guionista) dándonos un final si, pero de lo mas esperanzador.
La pena es que aunque Alan Davis sigue en activo, eso de escribir lo tiene bastante abandonado, por lo que solo podemos disfrutar de su trabajo como guionista que tampoco es algo de lo que quejarse pese a lo triste que resulta que tantísimo talento se quede sin explotar (que lo bien que nos vendría una nueva miniserie de Clandestine o una etapa larga de Davis al frente de el Doctor Extraño) Pero nos queda el consuelo de poder disfrutar todas las veces que queramos de series como esta que ademas nos recuerdan lo mucho que pueden dar de si personajes como los 4 Fantásticos y lo incomprensible que resulta el maltrato al que estos han sido sometidos, pero aprendamos de Alan Davis y no perdamos la esperanza nunca.