Mentiría si dijese que no me moría de ganas de que llegase el día de la publicación del numero mil de Action Comics, todo un hito en esto del cómic de superhéroes que no esta a la altura de todos los personajes, por desgracia la celebración ha dejado algo que desear. Porque un aniversario como este (que ochenta años no se cumplen todos los días) se merecía una celebración a la altura de tan importante fecha y cifra, pero el especial que ha conmemorado este acontecimiento lamentablemente no ha cumplido con lo que uno esperaba de algo así, aunque por desgracia no puedo decir que esto me haya sorprendido. Pero aunque este especial haya resultado algo irregular (siendo generosos) es lo suficientemente importante como para merecer una reseña (aunque añadiría que la lectura se sobrelleva mucho mejor si uno escucha durante la lectura la BSO que compuso John Williams para la pelicula de Superman).
Quizás lo mas triste de este especial (aparte de esa horrible portada de un Jim Lee en horas cada vez mas bajas y sobre la que volveré mas tarde) a un nivel muy personal, es lo mucho que destacan algunas ausencias en este especial. Y es que para mi resulta imperdonable que en una ocasión como esta no haya ninguna aportación de un autor tan importante para la historia del Hombre de Acero como John Byrne, el que nos dio al Superman moderno (¿Alguien imagina el especial del año que viene del Detective Comics 1000 sin una historia de Neal Adams?). Pero según el mismo contaba, recibió una llamada de DC (solo una) que le pillo fuera de casa y que nunca devolvió y que asume que debía tener que ver con este especial de Action Comics, por lo que por la dejadez y cabezoneria de unos y otros (que Byrne es como es y lo sabemos todos, pero a la gente de DC no le costaba nada insistir) este especial resulta algo cojo sin su presencia.
Lo que por desgracia no ha estado ausente en este especial es la constante y deprimente presencia de Jim Lee, quien ha debido tirar de rango para que la suya sea la portada principal del especial, siendo lo mas sangrante que es una portada rematadamente mala incluso para lo que el suele dar de si. Supongo que es otra muestra de ese ego del que hace gala en ocasiones y que le ha llevado a que incluso ahora que Superman regresa (por fin) a su traje mas clásico, este se vea acompañado por dos ridículos adornos en las muñecas que nos recuerden que Jim Lee se “meo” en el diseño para marcar su territorio (y que ya veremos cuanto duran).
Y lo mas triste es que en una editorial que cuenta entre sus autores actuales con gente del talento de Gary Frank o Evan Shaner, quienes han dado buena muestra de lo bien que se les da dibujar a Superman. O peor aun, que tienen en plantilla a todo un monstruo del dibujo como Jose Luis García López, quien ha dedicado décadas de su carrera a ser la “cara visible” de los personajes de la editorial a través de sus guías de estilo y diseños para merchandisignvario y que era quien mas se merecía, con todo el derecho del mundo, a ser el portadista principal de este especial (por suerte hay una historia suya en el interior que compensa un poco esto)
Del contenido en si, pues me da pena que el especial carezca de hilo conductor alguno y que sea simplemente una pequeña recopilación de historias cortas a cargo de un grupo variopinto de autores que en la mayor parte de los casos han trabajado en alguna de las series de Superman, con algunas viejas caras conocidas a las que se echaba mucho de menos como Louise Simonson, Jerry Ordway o incluso una historia cortisima y jamas publicada abocetada nada mas y nada menos que por Curt Swan, las historias de despedida de Dan Jurgens, Peter Tomasi y Patrick Gleason y el hombre que ha llegado a DC para relanzar a Superman y que les ha desplazado de sus series, Brian Michael Bendis.
Las historias en si van de lo entretenido a lo mediocre y podemos encontrar un poco de todo. Por un lado tenemos las ya mencionadas despedidas de los actuales equipos creativos de las series de Superman. Dan Jurgens,quien escribe y dibuja la suya, nos cuenta una emotiva anécdota en la que hace hincapié en lo importante que es Superman para el mundo (tanto en la ficción como para los lectores) resaltando esos aspectos del personaje que demasiados autores, especialmente de otros medios, parecen incapaces de comprender y que hacen de Superman lo que es, y ademas nos recuerda que pese a los años transcurridos desde su primera etapa aun sigue siendo un dibujante apañado. Tomasi y Gleason por su parte utilizan su historia para homenajear las diferentes épocas de Superman, rindiendo honores al Superman original (como debe ser) y saltando por diversas épocas en algo que mas que una historia es una serie de pin-ups de calidad algo irregular.
Aunque lo mejor del especial lo podemos encontrar en dos historias que como sucede con todo el especial, no dejan de ser un par de cortas anécdotas pero que para mi (y seguro que no soy el único) son bastante especiales por los autores implicados en las mismas. Primero nos encontramos con una historia a cargo de Louise Simonson y Jerry Ordway (aunque como Diógenes me recordaba ayer tendría que haber sido John Bogdanove quien acompañase a Simonson, pero el es otra de esas notables y tristes ausencias) Una historia en la que se nos muestra como para Superman su trabajo como periodista es tan importante como el de superhéroe y en el que Ordway hace gala de seguir siendo uno de los mejores dibujantes que han trabajado con el personaje y que nos recuerda lo terriblemente injusto que es que se cuente tan poco en la industria con su talento.
La otra historia, la mejor sin duda de todo el especial, es de nuevo una sencilla anécdota pero que estando escrita por Paul Dini y contando con dibujos de Jose Luis García López y entintado de Kevin Nowlan, la convierten en todo un espectáculo. Dini básicamente reduce su papel a darles una excusa a García López y Nowlan para que den rienda suelta a todo su talento, creando una historia a su medida que les permite mostrarnos toda una serie de espectaculares escenas y a buena parte de los enemigos y aliados del Hombre de Acero, terminando con un recordatorio de que las historias de Superman pueden (y por lo general deben) ser divertidas.
Y finalmente tenemos lo que se supone que era el plato fuerte del especial, la primera historia de Brian Michael Bendis con el personaje y que por desgracia esta dibujada por Jim Lee (marcando de nuevo su territorio) y como ya comentaba Diógenes hace unos días resulta singular esa gran disociación entre lo que trata de contar Bendis en su historia y lo que dibuja Lee. Y es que realmente nos encontramos con un Bendis que trata de alejarse todo lo posible y de forma mas que consciente de la horrible versión cinematográfica de Superman que hemos tenido que soportar en tiempos recientes (lo que me hace tener esperanzas por su etapa) y un Jim Lee que no da mas de si y que consigue dar la impresión de que estamos viendo una adaptación del Man of Steel de Snyder, añadiendo ademas la amenaza de un nuevo villano con un diseño horrible marca de la casa y que como prácticamente todo lo que sale del lápiz de Lee en las ultimas décadas da la impresión de haber nacido ya caduco.
Aunque para mi quizás lo mas curioso de esta historia es que Bendis es el único que hace mención a que Superman vuelve a su traje clásico, “calzoncillos” incluidos, un elemento que ha vuelto porque si, sin explicación ninguna y que supongo que Bendis se reservara dicha explicación para su miniserie de Man of Steel. Aunque no pienso quejarme de esa falta de explicación, que ha resultado toda una gozada poder ver de nuevo a Superman vistiendo su traje completo (si, están esos adornos mierdas de las muñecas, pero dudo que los distintos dibujantes que se encarguen de el acaben “olvidando” el añadirlos). Un regreso a lo clásico que había tardado mas de la cuenta y que espero que se acabe extendiendo a todo aquello en lo que salga Superman en el futuro, que habrá muchos lectores, directores de cine y diseñadores de vestuario empeñados en lo contrario, pero no olvidemos que hace unas cuantas décadas Christopher Reeve no solo nos hizo creer que un hombre podía volar, sino que el traje de Superman podía quedar perfecto en imagen real sin alterarlo lo mas mínimo.
Como ya decía mas arriba yo esperaba mas de este especial pese a que sabia que algo así era lo que acabaría encontrándome, un cómic que no llega a ser malo del todo, mas bien irregular tirando a flojo, y que dada la ocasión tendría que haber sido infinitamente superior y no dar a impresión de ser una amalgama de historias improvisadas a ultima hora para cumplir con la fecha. Ahora lo que toca es esperar a lo que esta por llegar, que con Bendis al frente de relanzar al personaje lo único que yo personalmente tengo claro es que podemos esperarnos tanto lo mejor como lo peor, pero por los enormes buenos ratos pasados en la ultima década y pico y por el cariño que le tengo al personaje, voy a desearle la mejor de las suertes a Bendis para que su etapa pueda acabar contándose entre las mejores, eso y que se libre de tener que volver a trabajar con gente como Jim Lee.