Han sido siete años. Siete años de patalear, de quejarnos, de cagarnos en todo. Sabíamos que tarde o temprano volverían, pero nos preocupaba que fuera tarde. Que una generación entera creciera sin los calzoncillos de Superman, que el Superman de Snyder se acabara imponiendo. Pues al final resulta que no:
Y ahora demandamos que vuelvan los calzoncillos de todos los demás. ¡Ningún personaje sin sus calzoncillos!