Una de las mejores cosas que nos dio el estreno de la película del Doctor Extraño el año pasado fue que el personaje por fin recupero su cabecera propia en los cómics tras una larga e injusta ausencia. Y tras una larga etapa escrita por Jason Aaron y dibujada principalmente por Chris Bachalo (y la impresionante ayuda puntual de Kevin Nowlan) y el corto interludio de Secret Empire, la semana pasada se estreno la nueva y muy prometedora etapa a cargo del guionista Donny Cates y el enorme Gabriel Hernández Walta. Una etapa que aunque en un principio ha quitado el foco sobre Stephen Extraño para ponerlo sobre el nuevo e inesperado Hechicero Supremo, tiene posibilidades de convertirse en algo tremendamente interesante.
En el mundo de la magia las cosas son cualquier cosa menos inmutables, todo se encuentra en un constante estado de cambio, y las “jerarquías” dentro de la misma no son una excepción. Unos cambios que afectan incluso al llamado Hechicero Supremo, un titulo que ha pasado de maestros a aprendices o que ha caído en manos de aquellos que se han apoderado de el por la fuerza o sobre esos a los que un capricho de los seres que les conceden el acceso a su poder han escogido. Un manto que ahora reside sobre alguien a quien no se le puede negar su talento para las artes místicas pero a quien nadie hubiese considera seriamente para ocupar dicha posición…Loki Laufeyson, el Príncipe de las Mentiras. ¿Pero como ha obtenido Loki ese poder? ¿Y que representa para la magia que alguien como el haya asumido esa posición.? Pero quizás lo mas importante de todo… ¿Donde esta Stephen Extraño?
Pese a que no puedo decir que la etapa de Aaron y Bachalo en Doctor Extraño fuese mala, tampoco puedo decir que me apasionasen la mayoría de los cambios y retconeos que se introdujeron en el personaje o que básicamente (y desde cierto punto de vista) todo fuese una versión muy extendida de la historia de Daga de Plata. Por ello, y tras ese pequeño paréntesis provocado por Secret Empire que rellenaron como pudieron Dennis Hopeless y John Barber, esperaba con ganas la etapa de Donny Cates pese a que no he leído nada escrito por el mas allá de alguna historia corta suelta , que un guionista que es una incógnita siempre ilusiona mas que gente cuyo trabajo ya conoces y no te entusiasma, sobre todo cuando viene acompañado de alguien con tantísimo talento como Gabriel Hernández Walta.
Y aunque aun es pronto (prontísimo) para poder hacernos una idea de lo que nos ofrecerá esta nuevo capitulo en la trayectoria del Doctor Extraño, esta primera toma de contacto no me ha defraudado en absoluto. La idea de poner patas arriba la vida del protagonista para comenzar una nueva etapa no es nueva en absoluto, como tampoco lo es el que el héroe sea reemplazado en sus funciones por otro personaje. Pero con lo absurdo, casi ridículo (sin llegar al ridículo de que Extraño renuncie a su apellido para cedérselo a Loki porque ya no es digno de el..ejem), de su sustituto, mas la certeza de que esta sustitución es aun menos definitiva de lo habitual y el nuevo destino de Extraño, han conseguido que este primer vistazo me haya puesto las expectativas muy altas. Y eso por no hablar de esa promesa de Loki de cambiar como funciona la magia y que casi suena como una critica a la etapa de Aaron, un cambio que ojala se diese aunque todos sepamos lo poco de fiar que es una promesa que salga de los labios de Loki.
Pero sin duda lo mejor de este nuevo comienzo para el Doctor ha sido el contar con alguien del increíble talento de Gabriel Hernández Walta, alguien quien tras el enorme y mas que merecido reconocimiento por parte de la critica y el publico tras su trabajo en Visión junto con Tom King, ha llegado ahora a Doctor Extraño para hacer lo que mejor se le da hacer, dar toda una lección artística sobre las enormes posibilidades que da el medio y hacernos soñar con las posibilidades de lo que alguien con su talento podrá hacer con unos personajes que se desenvuelven en unos escenarios tan poco terrenales.
Igual me he precipitado de nuevo, igual me he vuelto a dejar llevar por un buen primer numero y acabo decepcionado (ya se ocupara Diógenes de releer todo lo que escribí sobre la etapa de Jason Aaron para echármelo en cara si me puede pillar en algo) pero las posibilidades que presenta este primer numero son enormes y siendo como es Donny Cates toda una incógnita para mi, no se lo que puedo esperar de su etapa y eso es casi un alivio. Así que toca esperar y con algo de suerte disfrutar del viaje, que en el peor de los casos al menos podemos estar seguros de que visualmente va a ser una gozada.