Lo veíamos más delgado, más animado. Tras el cierre de la serie de TV de Powers en PSN, hasta sus cómics habían mejorado. Todo aquel bajón creativo en sus etapas de Guardianes de la Galaxia o X-Men parecía algo del pasado, Bendis era un hombre prácticamente nuevo. Y digo prácticamente porque le faltaban un par de cosas para renovarse por completo, una era mudarse de Portland -lo dudo mucho- y la otra cambiar de trabajo. Y lo ha hecho, Brian Michael Bendis acaba de dejar Marvel y firmar la exclusividad con DC.
No me puedo ni imaginar lo que supuso en allá en los 70 para el lector medio el que Jack Kirby dejara Marvel para firmar una exclusividad con DC, pero salvando las enormes distancias, supongo que ésto es lo más parecido que podemos tener hoy en día. Durante sus diecisiete años en Marvel, los lectores hemos tenido la percepción de que Bendis era el único guionista que se salía siempre con la suya, el tipo capaz de hacer y deshacer a su gusto. Sea esto último cierto o no, hay que decir que la mayor parte de los grandes eventos de Marvel en la era Quesada/Alonso han llevado su sello, y a pocos autores se les habría permitido escribir un arco argumental tan largo como la saga que conforman Avengers Dissassembled, House of M, Secret Invasion, Dark Reign y Siege, y todo esto sin olvidarnos de Secret War, que ya plantaba muchas semillas de estas historias. Bendis en Marvel ha hecho de todo, desde crear personajes como Jessica Jones o Maria Hill que a fecha de hoy son más famosos que Ben Grimm -triste pero cierto- hasta estrellarse de morros con la cruda realidad y no ser capaz de convertir el cómic de Guardianes de la Galaxia en el superéxito que sí era en los cines.
La pregunta ahora -obviando que hará Marvel con Miles Morales o Riri Williams- está en que es lo que va a hacer Bendis en DC. Series como Justice League o Green Lantern no acaban de encontrar los niveles de ventas del pasado, con lo que DC puede tratar de aplicar el factor Bendis. Lamentablemente, el ciclo de vida de un autor como estrella absoluta en el mundo del cómic suele ser tan largo como la trayectoria profesional de un futbolista, y es que pocos consiguen mantenerse más de veinte años en la brecha. Criaturas todopoderosas como John Byrne pasaron de serlo todo entre los 70-80 a ser tremendamente cuestionados en los 90 en series como Spider-Man Chapter One o X-Men: The Hidden Years, y hasta cuando el mismísimo Jack Kirby se fue a DC no consiguió hacer triunfar el Cuarto Mundo. Y es que con esto del mercado a veces da igual lo bueno que seas, a veces el ser comercial es cuestión de suerte. Y Brian, si tu trabajo en DC está a la altura de Jessica Jones o Infamous Iron Man, te deseo muchísima suerte.