Si ayer nos centramos en lo negativo que ha tenido el 2016 hoy toca todo lo contrario, y en la última parte de esta serie de artículos anuales recordaremos todo lo bueno que nos (me) dio el mundo del comic en 2016, un año que pese a que como todos ha tenido sus altibajos, ha estado repleto de grandes comics que leer y alguna sorpresa que otra de lo más agradable. Así que vamos a ser positivos por un día que ya tendremos el resto de este año recién estrenado para vivir como Diógenes, sin ilusiones ni esperanzas y con un corazón más frio que la navidad en el polo.
En serio, si van a seguir utilizando esos diseños en el merchandising lo menos que podrían hacer es recuperarlos en el comic
Para DC Comics el 2016 ha sido el año de Rebirth, el año de intentar dejar atrás el New52 y recuperar todo lo que habían descartado por el camino. Una iniciativa que no podría haber comenzado mejor que con el regreso del auténtico Wally West y con la insinuación de que esto sería el comienzo del fin de la mala racha de la editorial. Aunque es cierto que no todo ha sido perfecto, también ha sido el punto de partida para introducir a los personajes de Watchmen en la continuidad de DC y en los últimos meses casi da la sensación de que no quieren recular tanto, pero yo seguiré manteniendo la fe hasta que me estrelle contra la realidad si me equivoco.
¡Aquí nunca nos olvidamos de el!
Y eso más que nada porque Rebirth ha servido también entre otras cosas para que Superman vuelva a ser el de verdad, quitándose de en medio (literalmente)al del New52 y trayendo de vuelta al Pre-Flashpoint y a su esposa Lois Lane o para que Green Arrow vuelva a dejarse la perilla y a enamorarse perdidamente de canario Negro (ya solo le falta volver a ser el otro mejor amigo de Hal Jordan) Unos regresos que han venido acompañados, al menos en los dos últimos casos, de grandes equipos creativos que han sido capaces de devolverme la ilusión de leer comics de DC. Todo ello hace que aunque debería ser cauto y aun haya mucho que arreglar, Rebirth sea una de las mejores cosas que le ha pasado a DC en 2016.
¡Finally! Algo que he podido repetir mucho en estos meses post-Rebirth
Otra vuelta atrás, más o menos, ha sido la que ha representado Young Animal, el nuevo sello editorial en el que Gerard Way y Shelly Bond han querido recuperar la esencia de lo que fueron los orígenes de la línea Vertigo. Bajo su dirección son cuatro los títulos que se han presentado hasta ahora en los que hemos podido reencontrarnos con viejos conocidos y con los rincones más grotescos y surrealistas del Universo DC, comics en los que casi todo parece posible por extraño que sea y con los que hasta ahora no me he llevado una sola decepción. Es demasiado pronto para saber si podrán mantener el nivel o si esto conseguirá con el tiempo convertirse en lo que fue Vertigo en su día, pero con algo de suerte 2017 será el año en el que Young Animal se consolide y nos demuestro que lo visto hasta ahora no ha sido solo un espejismo.
Hay que reconocerles que cortarse no se han cortado un pelo a la hora de ser raros
Al igual que sucedió con Stranger Things, Brian K. Vaughan y Cliff Chiang han sabido rendirse a la fiebre nostálgica ochentera con su Paper Girls sin ofrecer un refrito de viejas películas, sino ofreciendo un producto nuevo y original que juega con los mismos elementos que hicieron grande al cine infantil/juvenil de la época. Una situación fantástica que los adultos no entienden, un grupo de niñas que tienen en sus manos la clave para solucionarlo todo y muchas carreras en bicicleta. Una formula aparentemente sencilla que sin embargo ha producido demasiados esperpentos, pero que como queda claro en este caso o en algunos otros, en las manos adecuadas da lugar a una grandísima historia. Y es por ello que Paper Girls se ha convertido en una de las lecturas imprescindibles del 2016.
Yo nunca aprendí a montar en bicicleta y por eso acabe atrapado en el sótano de un monstruo
Y de la fantasía saltamos al horror psicológico con la Visión de Tom King y Gabriel Hernández Walta. Con este comic sus autores nos han mostrado el lado más humano, y también el más terrorífico, del famoso Vengador al contarnos lo que sucede cuando un sintozoide decide crear su propia familia. Una historia aparentemente cotidiana que rápidamente se revelo como un relato aterrador que durante un año nos ha tenido sobrecogidos con su retrato de una no tan típica familia americana. Y es que al combinar el horror psicológico con un tema tan clásico de la ciencia ficción como la humanidad de las inteligencias artificiales, King y Walta han creado uno de esos comics que no deja indiferente a nadie y que hace que sintamos lastima por quien quiera que tenga que escribir al personaje en el futuro, ya que va a ser difícil superar el alto listón que han dejado los autores aquí.
Que nadie se deje engañar, aquí lo que hay es mucho horror
Algo de horror tenemos también en el Black Hammer de Jeff Lemire y Dean Ormston con una historia en la que los autores no solo juegan con los tópicos y las convenciones del genero superheroico, sino que también nos encontramos con un muy inteligente uso del horror psicológico, al conseguir inquietarnos más por lo que creemos que va a suceder que por lo que estamos viendo en las páginas del comic. Un enfoque radicalmente opuesto al de Future Quest de Jeff Parker, Evan Shanner, Steve Rude, Ariel Olivetti y muchos otros. Un comic en el que DC ha reunido a varios de los héroes más populares de Hannah-Barbera (Johnny Quest, El Fantasma del Espacio, Los Herculoides) en una divertida aventura en la que ese grupo tan dispar de personajes tienen que formar equipo contra una amenaza común y en la que sus autores han sabido rescatar la esencia de lo que eran estos personajes y sus parientes lejanos, los superhéroes del comic, aventura, diversión y mucha acción en otro gran comic que ha debutado este año.
Una serie que nos sirvió para ver por ultima vez el inmenso talento de Darwyn Cooke aunque fuese solo en el anuncio
Pero el mundo del comic no solo ha vivido del regreso de viejas ideas y conceptos, sino también de la inspiración perdida. Pese a que aquí en Brainstomping somos muy fans de Brian Bendis, en los últimos tiempos también le hemos metido una merecidísima caña. El que había sido uno de nuestros guionistas favoritos se había convertido en lo últimos tiempos, coincidiendo de forma muy sospechosa con su implicación en la serie de Playstation (mejor le hubiera ido incluso en un canal de tv en abierto…) de Powers, en alguien insulso, perezoso y que estiraba las tramas de tal manera que ni tan siquiera sus proyectos personales se salvaron de esta mala racha. Pero la serie de Powers fracaso merecida y estrepitosamente, fue cancelada y con ello Bendis tuvo algo más de tiempo libre. Y misteriosamente eso ha coincidido con un lento resurgir del Bendis de antes tanto en Infamous e Invincible Iron Man como en su regreso a Jessica Jones. De pronto Bendis vuelve a parecer tener historias que contar, sabe manejar a los personajes y los diálogos y en esencia poco a poco vuelve a parecer el de siempre. Eso sí, miedo me da esa teoría de Diógenes de que su uso de Víctor von Muerte y Ben Grimm son una señal de que los 4 Fantásticos volverán bajo la batuta de Bendis, que se está recuperando pero no sé si tanto como para eso.
¡Sorpresa!
Y como todos los años este 2016 también ha sido el año en el que Rick Remender ha mantenido un listón altísimo no solo con la continuación de sus series regulares como Low, Black Science y Deadly Class y el final de Tokyo Ghost, sino que no ha parado de presentar nuevos títulos. Primero tuvimos en enero el estreno de Devolution, una corta miniserie en la que Remender, junto con el dibujante Johnathan Wayshak nos presentaron una gamberrada hiperviolenta en la que jugando con el tópico futuro post-apocalíptico vimos un mundo horrible devastado por una involución inversa que transformo radicalmente toda la vida sobre la faz de la Tierra. Pero el estreno potente llego en septiembre con la publicación de Seven to Eternity, un comic en el que Rick Remender se reúne de nuevo con uno de sus viejos compañeros de fatigas, Jerome Opeña y juntos se alejan del género de la ciencia-ficción que tanto caracteriza el trabajo del escritor para adentrarse de lleno en el género fantástico pero sin perder por ello la personalidad de su trabajo. Un comic que tras la finalización de su primer arco argumental que a modo de prologo nos ha presentado el mundo y los personajes que lo protagonizaran, se meterá de lleno en acción en tan solo un par de meses, habiendo conseguido con esta primera toma de contacto convertirse en uno de mis comics favoritos del pasado año.
Da gusto admirar los grandes talentos de los que siempre se rodea Remender
Pero pese a que se han publicado muchísimos grandísimos comics este 2016, hay un evento comiquero que lo ha eclipsado todo, el esperadísimo regreso de un mítico personaje de las décadas de los 70 y 80 y que por culpa de complicadísimos embrollos legales se había hecho esperar treinta años… ¡¡¡EL REGRESO DE ROM EL CABALLERO DEL ESPACIO!!! Si, algunos me llamaran loco y Diógenes seguro que tratara de callarme a manguerazos, pero me da igual, para mí esto ha sido lo mejor del año. Y es que la espera ha sido dura, larga y casi sin esperanzas, pero por fin, y gracias a Chris Ryall de IDW (ese hombre se merece un monumento) quien se pasó años tratando de adquirir los derechos de publicación del personaje de las manos de Hasbro. Pero ha sido un regreso agridulce, ya que IDW no puede utilizar nada de lo creado por Marvel y del ROM que yo leí y disfrute de niño solo queda el armazón más básico. Pero pese a ello y que aún hay pequeños detalles que tienen que pulir (la primera opción de ROM nunca debería ser la de matar a sus enemigos), lo publicado hasta ahora está siendo bastante entretenido, sobre todo porque su regreso ha coincidido con el de una nueva versión de los Micronautas y su integración en un nuevo universo de ficción en el que también comparte espacio con los G.I.Joe y los Transformers entre otros. Ahora solo queda esperar que el 2017 sea aún mejor para el más grande de los Caballeros del Espacio y que ROM recupere el lugar que jamás debió perder como uno de los mejores héroes de la ciencia-ficción comiquera.
¡ROM HA VUELTO Y ES LO MEJOR QUE HA PASADO EN TODO EL P*** AÑO!
Y esto es lo que ha dado de sí el año en el terreno positivo. Regresos tanto de personajes como de la inspiración perdida de algunos autores, una lenta rectificación en graves errores del pasado y sobre todo un montón de grandes comics que leer (mas todos los que por alguna razón u otra se me habrán escapado, que aún no he podido leerme ni el ultimo Paracuellos) así que cualquier añadido a la lista es bienvenido en los comentarios, todos menos los del marisabidillo de Diógenes. Ya solo nos queda confiar en que este 2017 sea aún mejor, que regresen el resto de personajes a los que sus editoriales tienen marginados y sobre todo que Diógenes deje de alimentarme a base de pan duro y agua de lluvia y por fin me deje poner el botón de PayPal para mendigar donativos con los que comprar más material de lectura, que la vida esta cara cuando se trabaja a las órdenes de un tirano.