El mundo es un poco más mierda desde que Steve Dillon lo ha abandonado a los 54 años. Dillon nos deja etapas memorables de Juez Dredd, Hellblazer, Punisher o joyas como Skreemer, pero su obra maestra siempre será aquel cómic con el que muchos aprendimos que teníamos que ser de los buenos, porque en el mundo hay demasiados malos.