Como suele pasar en el mundo del comic de superhéroes da igual que la última serie de un personaje no funcionase y se tuviese que cancelar por falta de ventas o que hayan pasado años desde que dicho personaje tuvo cabecera propia, si ese personaje da el salto al cine o a la televisión volverá de cabeza a las librerías. Eso es lo que sucedió con los Guardianes de la Galaxia, con el Doctor Extraño, con Pantera Negra y ms o menos lo mismo que ha sucedido ahora con Supergirl. Pero a diferencia de en los otros casos el nuevo comic de Supergirl ha llegado después de su éxito en otro medio, por lo que este ha influido bastante en el relanzamiento del personaje, tanto que casi parece un personaje diferente y al que hacía mucho tiempo que no veíamos en el comic.
Al menos esto ha servido para decir adiós al horrible diseño del New52 y volver a algo mas clásico
Tras la destrucción de su planeta natal Krypton, tener que escapar del refugio que su padre Zor-El había construido en la ciudad flotante de Kandor y tener unos difíciles comienzos en su nueva vida en la tierra, que incluyeron el perder sus poderes o ser considerada una amenaza publica, seria redundante decir que la vida de Kara Zor-El no ha sido un camino de rosas. Por ello ha tenido que buscar nuevas alianzas con el D.E.O. (Department of Extranormal Operations), quienes se han ofrecido no solo a ayudarla a recuperar sus poderes sino a crear para ella una identidad falsa que le permita vivir en la tierra como una persona más y conocer por fin el aspecto más terrenal de su mundo adoptivo. Pero esta nueva vida tan apacible no tardara en verse amenazada por amenazas de un pasado que se resiste a morir…
Me encanta como dibuja Emanuela Lupacchino, pero ese emblema de la casa de El es un horror…
Creo que no hace demasiada falta recalcar demasiado lo que ya se ve venir en ese pequeño resumen, que Supergirl es otro de esos comics que acaban queriendo que se parezca más de la cuenta a su adaptación a otro medio, cuando lo normal debería ser lo contrario. No sería el primer caso, Green Arrow ya comenzó su andadura en el New52 queriendo imitar (de forma un tanto absurda) la versión del personaje que había aparecido en Smallville, un año después de que esta serie terminase de emitirse. Una tendencia que repitió un par de años después cuando los televisivos Diggle y Felicity se convirtieron en personajes secundarios del comic, aunque ahora el comic ya sigue por su propio camino. Curiosamente Flash se ha mantenido alejado de todo eso y no ha existido apenas influencia de su serie de televisión en el comic, un camino opuesto al de Supergirl que ha llevado aún más allá lo sucedido con Green Arrow/Arrow.
Y ya hemos visto lo bien que funciono todo esto… sigh
Y es que pese a que esta Supergirl es algo más joven que la televisiva y aun va al instituto (en National City como no podía ser de otra manera) son numerosísimos los elementos de la serie de televisión que han dado al comic. La relación de Kara con el D.E.O. se conserva, pero en lugar de responder ante Hank Henshaw lo hace ante Cameron Chase, una figura de autoridad que está teniendo muchísimos puntos en común con Cat Grant. También se nota la influencia de la televisión en la nueva identidad secreta de Supergirl, que pese a que tradicionalmente esta fue la de Linda Danvers, aquí y al igual que en la CW Supergirl utiliza su nombre real combinado con un apellido terrestre. Un apellido que no se lo debe exactamente a unos padres adoptivos sino a dos agentes del D.E.O. que actuaran como parte de su tapadera y contacto con la organización, pero que son versiones de los televisivos Eliza y Jeremiah Danvers.
Si solo les falta estampar en portada «basado en la serie de la CW»
Parece clarísimo el camino que piensa seguir el comic (hasta que las ventas digan lo contrario y den otro volantazo) tratar de parecerse todo lo posible a la serie de televisión. De momento sabemos que en los próximos números Kara se convertirá en becaria para Cat Grant,y dudo mucho que tardemos demasiado en ver aparecer por su serie a personajes más o menos inspirados en Wynn y ese James “no me llames Jimmy” Olsen tan grande como un armario que tiene la CW, o que cierto último superviviente de Marte que recientemente se ha quedado sin serie propia se convierta en secundario de la serie.
A lo mejor ese de abajo es el primo negro de Jimmy Olsen que se llama como el, si ha colado con Wally West…
El comic en si no puede decirse que sea malo, es más bien “insípido con posibilidades” al que realmente salva el grandisimo trabajo de Emanuela Lupacchino. Pero no puedo evitar que me moleste un poco que se continúe con esa tendencia de que es el comic el que tiene que acabar imitando a su adaptación y no al contrario, pero estos son los tiempos en los que vivimos, en los que editores poco profesionales no saben qué rumbo darle a los comics que editan y tiran por el camino fácil. Y pese a que el comic no es nada del otro mundo seguiré leyéndolo una temporada no solo por la curiosidad de hasta donde llegaran en su ansia de ser como al serie de tv, sino también por ver si cierto elemento introducido recientemente en los mitos de Supergirl da un salto retorcido a televisión como muchísima gente lleva teorizando desde que acabo la primera temporada. El tiempo dirá como acabara todo y ya estaremos por aquí (¡¡por desgracia!!) para dar cuenta de ello.