Cuando allá por los 90 pasé de la consola al PC -algo que toda persona de bien debería hacer tarde o temprano- recuerdo que el cambio se me hizo raro en un principio. La diferencia entre lo que se jugaba en consola en aquellos tiempos (plataformas en la mayoría de los casos) y lo que se jugaba en ordenadores era enorme, pero géneros aparte, la diferencia fundamental estaba en que los juegos de PC no estaban diseñados para ser amistosos con el jugador en absoluto.
Porque eran los tiempos de manuales enormes de esos que la gente se los llevaba a leer al baño, de juegos en los que empezabas a jugar y no sabías ni que puñetas tenías que hacer, haciendo que aprendieras por ensayo y error. Todo aquel arte que los japoneses dominaban tan bien de hacer que el propio diseño de niveles enseñara al jugador como se jugaba al juego parecía perdido en aquellos juegos de rol que de forma tan despiadada aniquilaban a tu personaje. Odiaba eso, y a día de hoy sigo odiando todos los juegos de «supervivencia». Dame un DayZ, dame un Ark o hasta un Minecraft, y me aburriré de pasarme el día buscando materiales y tratando de adivinar para qué podrían servir. Pero hasta un completo inútil en estos juegos como yo es consciente de que lo que hace grande a estos juegos es el multijugador y descubrimiento, el descubrimiento de objetos y lugares extraños, de que juntando esto y lo otro te puedes construir una casa, una torre o todos los Siete Reinos. Y lo que evita que disfrute de estos juegos es que no me gusta nada sentirme limitado, el necesitar recursos para hacer casi cualquier cosa. Es esa filosofía de limitar al jugador y recordarle constantemente que le falta esto o lo otro, o de no dejarle saber para que sirven los objetos que junta y obligarle a desecharlos, lo que realmente me saca de quicio de estos juegos y a otros parece encantarles. Pero No Man’s Sky es mucho peor en eso, dejándole al jugador preguntándose que puñetas es un Atlas Pass y haciéndole recurrir a Google para que tenga que adivinar que el pass en cuestión se consigue por drop aleatorio o dando la respuesta correcta a una pregunta que no entendemos y que te hacen nada más empezar el juego. O haciéndote gastar recursos para absolutamente todo, porque hasta para conseguir recursos tienes que gastar recursos, y se agotan penosamente rápido. Y es que en No Man’s Sky no vas a poder construirte un castillo y las naves sólo puedes comprarlas, con lo que tiene todo lo malo del género sin los descubrimientos de juegos como Terraria -espadas, objetos locos- porque en No Man’s Sky todo es procedural. Y cuando digo todo me refiero a una repetición cansina de los mismos elementos, tanto que empiezo a odiar la palabra procedural más que a «siempre online» o micropagos…
Lo tremendo de No Man’s Sky es que nadie sabía de que puñetas iba el juego y aun así se formó un auténtico fandom alrededor de el. Sí, podías explorar un universo que se generaba proceduralmente -con lo que tenías que nunca te encontrabas dos veces con el mismo planeta, pero si otro planeta formado con las mismas «piezas» del anterior- y podías combatir contra alienígenas y sobrevivir en condiciones durísimas, pero nadie nos decía cómo nos íbamos a divertir con esto. Admitámoslo, el juego apestaba a survival game pecero que poco o nada tenía que ver con los géneros a los que el público de PlayStation está acostumbrado, con lo que se hacía raro el que a Sony le hubiera dado por apoyar de tal forma el título mientras pasaba de juegos a priori más espectaculares como House of de Dying Sun o Elite Dangerous, que no dejaba de ser otro juego de exploración espacial procedural pero que gráficamente era más atractivo. Pero vaya, ¿un juego que te permite explorar el universo en tu propia nave, dejándote bajar a cada planeta y explorar a placer? Seguramente hace unos años, en aquellos tiempos en los que todavía me latía el corazón y no estaba muerto por dentro, la idea me habría encantado. Así que tenía que probar No Man’s Sky, a pesar de todo el cinismo que envenena mi cuerpo hoy en día…
Tras varias horas de trastear con el juego, tengo que decir que es… Insatisfactorio. Como shooter es flojo, como juego de naves es flojo, y como survival es bastante más limitado que, por poner un ejemplo de juego parecido con una buena política de lanzamiento, Starbound. Lo que pasa con No Man’s Sky es que lo ha hecho una compañía indie muy pequeña y aun así gráficamente parece algo mucho más potente, a pesar de que una vez nos pasamos un rato por el juego empezamos a ver lo limitado de las animaciones, de los personajes (todos alienígenas, con lo que no necesitan ser muy expresivos o parecerse a nada real). Lo cierto es que estamos ante un early access cuyo hype y promesas rotas ha sobrepasado niveles Molyneuxianos, y el juego que nos ha salido al mercado se parece más a un Godus que a un Dungeon Keeper. Si algo bueno podemos sacar de este fiasco es que las editoras probablemente han descubierto que a la gente le interesa el espacio, y con suerte alguna desarrolladora consiga financiar un simulador espacial y consiga hacer lo que promete Star Citizen sin meternos un FPS de por medio.