Ya que esta semana M’Rabo se ha visto Batman v Superman, supongo que el universo ha tenido a bien castigarme con Suicide Squad. Justicia poética creo que lo llaman, pero a mí personalmente lo de Warner con sus películas de DC ya empieza a cargarme. Vaya, como que desde que sacaron Green Lantern que no levantan cabeza…
Que sí, que todo lo malo que nos esperábamos ha acabado pasando: el trailer mentía respecto al tono de la película, el guión es apresurado y soso, el montaje ha sufrido de demasiada gente metiendo mano y, en general, las historias del grupo que se ha decidido adaptar está mal elegida. Porque vamos a ver, por mucho que La Saga de Fénix Oscura sea la historia más emblemática de la Patrulla X, a nadie en su sano juicio se le ocurriría adaptarla para una primera película del grupo, porque al fín y al cabo sabemos que para que te impacte la corrupción y sacrificio de Jean Grey primero tenemos que conocerla y amarla. Que por cierto DC, lo mismo va por Judas Contract en los Titanes, que os veo venir.
En el caso de Suicide Squad se ha decidido que el primer enemigo del grupo sea la Encantadora. Con lo cual no hay tensión sobre cuando iban a ser traicionados por ella, su relación con Rick Flag no tiene la menor tensión/tragedia y la película pierde totalmente su carácter «Doce del Patíbulo/Malditos Bastardos» para transformarse en el otro gran fracaso del verano: Cazafantasmas. Porque sí amigos, esta película tiene su clímax en un centro urbano, con una columna de luz hacia el cielo y muchas cosas dando vueltas alrededor mientras los protagonistas miran desde abajo a la guardiana de la puerta, a la que solo le hace falta preguntarles si son un dios. No tenía ya bastante este año con el mediocre remake que nos ha «regalado» Sony, como para que venga WB a hacernos el suyo y dar más ascopena todavía. Pero mejor me calmo un poco…
Vamos a ver, ¿tiene sentido mandar a Deadshot y a Harley Quinn contra una semidiosa primigenia? Estamos hablando de un tipo cuyo poder es saber disparar muy bien y una perturbada -adorable, por supuesto- que va armada con un bate de béisbol. Lo lógico en estos personajes sería infiltrarlos en Bialya, que se peguen contra el dictador bananero de turno o contra Hydra, no colocarlos de buenas a primeras contra una hechicera primigenia dispuesta a acabar con la humanidad. No tiene ningún sentido, y el problema principal está ahi mismo, en que no nos creemos que estos cuatro matados salidos de la nada puedan estar a la altura por mucho que se pegaran con Batman.
Y bueno, respecto a lo que decía del guión apresurado… Uno se da cuenta de que un guión está escrito con prisas cuando los personajes no tienen sus motivaciones muy claras. Cuando los diálogos son un trámite para la siguiente escena de acción y todo eso, ya sabéis como va eso en las películas modernas. En Escuadrón Suicida eso se ve claramente en el personaje de Harley Quinn, que como está loca de repente le da por apoyar al grupo a muerte y a veces no. O el Capitán Boomerang, que sólo está para joderle la existencia (literalmente) a Slipknot y tampoco sabes por qué decide volver para salir en la foto final. No me gustaría olvidarme tampoco de una Amanda Waller que, si bien recupera un físico más cercano al cómic, se muestra excesivamente falta de escrúpulos y llega hasta a asesinar a sangre fría a sus propios agentes para cubrirse las espaldas, porque esto es el Snyderverso y la gente hace esas cosas. Y por supuesto, si a alguien hay que destacar en el olimpo de los personajes con las motivaciones escacharradas mención aparte se merece el Diablo, que se pasa toda la película mirando al suelo y diciendo que no quemará nada para que, después de recibir una bronca de Deadshot, acabe convirtiéndose en un semidios azteca que se sacrifica para salvar a su nueva «familia». No señor Ayers, no, al Diablo no le han dado tiempo -ni razones- para que la cuadrilla esta le caiga bien, como para considerarlos su nueva familia. Vamos, que este guión tendría que haber sido un primer borrador, no una película.
Sobre el montaje, pues como que las terribles noticias que habíamos ido escuchando las últimas semanas sobre una producción caótica a la que los resultados de Batman v Superman habían sentado como un auténtico jarro de agua fría se han confirmado, y ha quedado claro que el imitar a Guardianes de la Galaxia ha sido un imperativo desde instancias superiores -joder, hasta comparten canciones en su banda sonora- que poco o nada tenía que ver con la película que estaba preparando David Ayers. La cosa va más allá y, empeñados en que el público es tonto y necesita que les presenten a los personajes cuatro veces, la película nos llega a repetir escenas completas del origen de algunos personajes sin cortarse un pelo, como si el espectador fuera idiota (total, ya le han engañado para ir al cine haciéndole creer que esto iba del Joker) o tuviera la memoria de un pez globo.
Para una mejor interacción de Batman con Amanda Waller, mejor os véis esto y os dejáis de la postcréditos de la cosa esta…
Y ese es el problema de la película, que ni confía en si misma ni sabe lo que está haciendo. Yo personalmente no me puedo creer que un director -que encima es el guionista- pretenda que su película tiene que empezar con una escena de exposición que se va repitiendo a lo largo de la película, con lo que doy por hecho que esto ha sido una intervención de arriba. ¿Que la película hubiera sido mejor sin esos cambios? No tengo ni la menor idea, pero supongo que habría sido más honesta consigo misma y habría durado menos, con lo que se me habría hecho bastante menos coñazo (porque encima es eso, que es un tostón). Me habría gustado que Ayers hubiera hecho una buena película, y que Escuadrón Suicida hubiera empezado un giro en Warner equivalente al que Deadpool parece estar provocando en Fox. Pero no es así, y el universo cinematográfico de DC ahora parece poner todas sus esperanzas en Wonder Woman, una película escrita y producida por Zack Snyder que supuestamente redimen Allan Heinberg -este es bueno, pero su Wonder Woman tampoco fue la gran cosa-, Geoff Johns -sí, el guionista de la aclamadísima Green Lantern- y Patty Jenkins, que en realidad es mi única esperanza en todo esto.