Hace poco hemos visto el trailer de Justice League Action, el regreso de Bruce Timm y Warner Animation a la Liga de la Justicia. Todo volvía a estar en su sitio, con la excepción de que volvíamos a perder los calzoncillos de Superman y Batman. Ya sea tanto para atacarlos como para defenderlos, se suele decir que el origen de estos calzoncillos está en los «fortachones de circo» que exhibían su tremenda musculatura con la única vestimenta de un minúsculo bañador que servía como precursor de toda la iconografía gay posterior.
¡Queremos calzoncillos, maldita sea!
Pero yo no acabo de estar de acuerdo en esta idea. Es cierto que la idea de un cinturón inútil está ahi, pero lo que te queda claro al hacer una búsqueda sobre estos fortachones es que el bañador que suelen llevar es de una sola pieza y les cubre gran parte del cuerpo, con lo que si acaso podríamos decir que estos tipos son los antecesores del cinturón de Superman, ése que no se han atrevido a cargarse ni en Man of Steel (que aparece de forma vestigial y ridícula, pero aparece). Consciente de que el bañador en cuestión tenía que aparecer por algún lado, me puse a fisgonear en el que probablemente sea el primer cómic de superhéroes, The Phantom:
No voy a hablaros mucho del personaje -porque al fín y al cabo el fan del White Savior es M’Rabo- pero ya desde su origen en 1936 Phantom tenía calzoncillos y cinturón antes de la creación de Superman en 1938. Claro, el referente directo de Phantom debería ser Tarzan, que no deja de ser un tipo que sea pasea por la selva vestido solo con un taparrabos, pero a la vez creo que debemos tener en cuenta el background de Jerry Siegel y Joe Shuster, que no dejaban de ser en aquel momento dos críos adictos al pulp y a la ciencia ficción; ¿qué era lo que leían estos chavales? Estaba claro que debían haber leído Tarzan y a ER Burroghs en general, pero el héroe que lo estaba petando en aquella época era un tal Flash Gordon…
Lo divertido de todo esto es que, cuando Shuster nos muestra Krypton por primera vez, los habitantes del planeta llevan una indumentaria muy parecida a la de muchos de los habitantes del planeta Mongo, escenario habitual de las aventuras de Flash. Pero claro, aunque veamos en un par de viñetas a Jor El exhibiendo calzoncillos sobre la ropa, en cualquier caso estaríamos hablando de los origenes del aspecto gráfico de Krypton y no del de Superman, con lo que nos toca ir un poco más atrás, al precedente directo de Flash Gordon que no es otro que un héroe a estas alturas casi olvidado, Buck Rogers:
A medio camino entre el sonoro y el cine mudo, este pequeño cortometraje es oro puro.
Buck Rogers es el gran héroe de ciencia ficción de los años veinte y treinta, surgido con la directa inspiración del John Carter de ER Burroghs y que trascendería su primera aparición en Amazing Stories a seriales cinematográficos y cómics, convirtiéndose en todo un fenómeno cultural diez años antes de la llegada de Superman. Si echamos mano de la primera adaptación cinematográfica del personaje (titulada «Buck Rogers in the 25th Century: An Interplanetary Battle with the Tiger Men of Mars», ¡toma ya!), podemos ver como los personajes llevan unos cinturones exageradamente grandes petos que les llegan por debajo de la cintura, que evocan bastante a los calzoncillos posteriores pero sin llegar a ello. Sin embargo, Buck Rogers era un héroe conocido por cambiar bastante de indumentaria, con lo que podemos decir que tenga una iconografía fija.
Lo curioso es que en la tira de prensa de Buck Rogers encontramos por fín unos calzoncillos, aunque más parecen gayumbos que slips. En algunas tiras volvemos a ver esos cinturones enormes, en otras contemplamos el horror cromático que son estos trajes -y luego alguno se metía con Mister Miracle- y, en general, nos queda clara la razón de que Flash Gordon se comiera con patatas en popularidad a Buck Rogers unos pocos años después, porque la habilidad de Alex Raymond estaba a años luz de lo que plantea esta tira.
Para mí Superman es un personaje de ciencia ficción, y creo que tanto para sus creadores como para su editor Mort Weisinger (tipo al que no aprecio pero al que hay que respetarlo para bien o para mal) también lo era. Superman podría haber tenido uno de esos pantalones con botas y raya lateral, o también podría haber exhibido un bañador de una sola pieza y un cinturón enorme, pero creo que que el look a lo Phantom pero con un cinturón más pequeño es todo un acierto por parte de Shuster, que irá redefiniendo el diseño a lo largo de los años posteriores. El diseño original de Superman contaba con un escudo amarillo, un azul bastante más oscuro (casi negro) y carecía de botas, algo bastante parecido a lo que se nos ha mostrado en el rediseño de Rebirth, que aunque vuelve a prescindir de los calzoncillos, carece también de botas y muestra un azul bastante más oscuro. En cualquiera de los casos, el misterio sobre el verdadero origen de los calzoncillos de Superman sigue para mí abierto, y creo que Phantom tuvo que tener un precedente anterior que lo mismo tendríamos que ir a buscar hasta el siglo XIX. Seguiré buscando y trataré de estar atento, pero creo que mientras tanto debemos y podemos felicitarnos por el regreso del auténtico escudo de Superman…