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Rebirth: Green Arrow – Benjamin Percy y Otto Schmidt recuperan los aspectos mas icónicos del arquero esmeralda

Semana a semana el Rebirth de DC sigue dejándome ese regusto agridulce de “me gusta lo que están recuperando pero no es suficiente”, y el especial dedicado a Green Arrow no ha sido una excepción. Es cierto que resulta más que agradable ver como poco a poco tratan de que el personaje se parezca más a si mismo que a sus distintas versiones televisivas, el problema es que al final eso casi que se queda en poco más que cambios cosméticos en personajes que han perdido casi toda su historia como le ha sucedido a Oliver Queen. Así que aunque todo esto es un paso en la dirección correcta más les vale que les sigan muchos más o las buenas ventas que está teniendo Rebirth se van a desinflar más deprisa que las del New52.

Lo admito, soy un vendido, he visto la perilla y ya me tienen ganado

Oliver Queen cada vez se siente más incómodo con su faceta de playboy millonario dueño de una gran empresa, hasta el punto de sentir a esa parte de su vida como a la vida de un extraño y que su vida nocturna de justiciero enmascarado que lucha por los desfavorecidos es su autentico ser. Y es en esa faceta de su vida durante la cual, y mientras investiga la desaparición de numerosas personas sin hogar, donde conoce a alguien que como el también lucha por los que más desprotegidos se encuentran en la sociedad, Canario Negro. Juntos descubrirán que se esconde tras esas misteriosas desapariciones y además que forman un mejor equipo del que ninguno de los dos hubiera imaginado, casi como si estuviesen destinados a ello…

Y hasta ahora no habíamos podido ver esto en el New52, para matarles…

Green Arrow fue uno de los personajes que más sufrió con el comienzo del New52 (lo sé, suena redundante el decirlo ¿Quién no sufrió?) Los constantes cambios de rumbo, tono y caracterización dejaron más que claro que nadie en la editorial sabía qué hacer con el personaje. Un desastre de coordinación que quedo claro cuando en su serie del New52, que comenzó a publicarse un mes después del estreno de la serie de televisión de Arrow, decidieron copiar a la versión del personaje que había aparecido en Smallville, la serie que se había cancelado un año antes. Aquel Oliver Queen, veinteañero, sin barba y que volvía a ser millonario, deambuló sin rumbo sufriendo constantes cambios de equipos creativos en los que se intentó de todo con el personaje. Ni siquiera grandes profesionales como Ann Nocenti consiguieron despertar el interés en la serie, se probó incluso a calcar todo lo posible la serie de Arrow cuando Andrew Kreisberg se convirtió en el guionista de la serie, y al final solo la etapa de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino fue capaz de poner muy alto el listón de calidad pese a que lo que contaron tenía poco que ver con la versión más clásica e icónica del personaje.

¿De quien seria la idea de copiar la estética de una serie de tv que ya había terminado un año antes?

Es justo en ese punto donde Benjamin Percy y Otto Schmidt han estado más acertados, o siendo realistas, son los que han tenido suerte de que les toque trabajar en la serie en un momento en el que se pretende recuperar todo lo bueno del personaje. Y así es como Oliver Queen de pronto se deja crecer la barba, una barba que recorta hasta dejarla en perilla tras su primer encuentro con Canario Negro (si, se acaban de conocer, pese a su larguísima historia juntos y a ser un personaje fijo en la serie de televisión, no habían querido que ambos personajes se encontrasen en el comic… sigh) una Canario Negro que no deja de reprocharle a Oliver que diga luchar por los más desfavorecidos perteneciendo el a la clase más privilegiada y que confiese haber acabado en Seattle, la base de operaciones de Green Arrow, tras decidir echarse a la carretera a recorrer América porque ha “oído” que eso es lo que hace la gente cuando se sienten perdidos y con necesidad de reinventarse… Vamos, que de nuevo el regreso de Wally parece estar despertando recuerdos latentes en todo el mundo.

Quien le habrá hablado de las bondades de recorrer mundo para redescubrirse…

Y ahí es donde una vez más esta la principal baza de Rebirth, en la nostalgia, en el recuperar todos aquellos elementos que hicieron grandes a los personajes y que perdieron en el New52 y que aquí se podría resumir en traer de vuelta todo lo posible de las etapas de Denny O’Neill &  Neal Adams o la de Mike Grell. Por suerte este Green Arrow ha sido uno de esos casos en los que a la nostalgia le podemos añadir, y agradecer a Benjamin Percy, un mínimo de calidad que aunque no hacen de esta primera toma de contacto un gran comic, sí que es una lectura más que agradable en la que tengo que confesar que han conseguido emocionarme más de una vez (la nostalgia que es muy mala)

Finally!! Yo no podría haberlo dicho mejor

Pero nostalgia aparte, con lo que más he disfrutado es con el trabajo de  y Evgeny  “Otto” Schmidt, un casi desconocido artista proveniente de Siberia y cuyo trabajo solo había visto anteriormente en The Korvac Saga (una de las miniseries de las pasadas Secret Wars Marvelianas) y en un numero de Agents of S.H.I.E.L.D. Pero pese a conocer algo su trabajo, aquí me ha sorprendido muy agradablemente. Dinámico, con un gran dominio de la expresividad facial y con una composición de página que se sale de lo rutinario pero sin perder legibilidad en ningún momento, Schmidt es un dibujante bastante completo que además de todo lo reseñado me ha sorprendido muy agradablemente el descubrir que además es también un colorista bastante bueno., haciendo de el uno de esos autores cuya carrera habrá que seguir de cerca.

Schmidt es uno de los mejores fichajes recientes de la DC actual

Pasito a pasito Rebirth sigue intentando deshacer todo aquel horror que fue el New52 y recuperar la continuidad anterior, una intención a la que espero que ayuden las ventas. Y es que sin llegar a ser espectaculares o alcanzar los niveles de “monstruos” mediáticos como los comics de Star Wars, las cifras que están saliendo apuntan a que Rebirth ha tenido el mejor comienzo de un evento DC en el último lustro, superando por poco incluso al inicio de la Liga de la Justicia de Geoff Johns y Jim Lee. Pero aunque es prontísimo para levantar las campanas al vuelo, que ya se sabe que los primeros números de lo que sea siempre suelen vender bien, confío en que las buenas cifras de ventas se mantengan y esto anime a la editorial a recuperar del todo y sin complejos la continuidad Pre-Flashpoint. Pero hablamos de la DC Comics que aún mantiene su cúpula directiva, así que las posibilidades de que metan la pata a lo grande en algún momento en los próximos meses y todo esto se quede en un espejismo es altísima. Asi que toca cruzar todos los dedos por si acaso, que me temo que nos hará falta toda la suerte del mundo.

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