El Rebirth de DC sigue desmontando el New52 con un paso lento y algo irregular pero con pequeños momentos de gran satisfacción para todos los que no veíamos que llegase el día en el que por fin tirasen todo eso por la borda. Y algunos de esos momentos han llegado curiosamente en la serie de un personaje que cualquier lector habitual de Brainstomping sabe que no es nuestro favorito, Wonder Woman, aunque como siempre hemos dicho eso es algo más provocado por la falta de dirección de la editorial con el personaje que por WW en sí. Pero claro, cuando pones al frente de la serie a alguien con el talento de Greg Rucka, muy mal se tienen que dar las cosas para que no te salga un comic con un mínimo de calidad.
No me gusta nada que le sigan dando tanta importancia a la dichosa espada, pero al menos Wonder Woman sonríe…
Wonder Woman ha sido muchas cosas distintas para todo el mundo, hija, princesa, guerrera, superheroina, diosa… Pero ahora está empezando a tener dudas sobre quien es realmente al verse acosada por recuerdos contradictorios sobre su pasado y por la sensación de que nada en su vida es auténtico, cuando ella está convencida de que en algún momento de su vida la verdad fue lo más importante para ella. Por ello se somete a si misma al poder de su lazo para tratar de encontrar algún sentido a los caóticos recuerdos y sentimientos que está sufriendo y descubre que alguien la ha engañado y que casi todo lo que creía saber de sí misma era mentira, una revelación que la pondrá en el camino de volver a ser quien realmente es y de averiguar quién le ha hecho esto y por qué.
Ella ha sido engañada y casi que también los lectores…
Tengo que reconocer que no esperaba que el Rebirth De Wonder Woman fuese a ser uno de los comics con los que más disfrutase de lo publicado hasta el momento del relanzamiento de DC, pero dice mucho del estado de la editorial cuando incluso el ver como un personaje que nunca ha estado entre tus favoritos empieza a regresar a su versión más “icónica” consigue emocionarte un poco. Y es que Rucka, como casi todo el mundo, sabe cuál es la única versión realmente buena del personaje, la post-crisis, la de George Pérez, y esta es la que parece que va a recuperar, convirtiendo en mentira todo lo que Brian Azzarello y Cliff Chiang nos contaron en su etapa. Una etapa que aunque no fue mala y más o menos la disfrute hasta su final (de la etapa del matrimonio Finch prefiero ni acordarme) introducía demasiados elementos que incluso a alguien como yo, que no soy precisamente un fan a muerte del personaje, consideraba molestos.
No creo que haya una forma mas clara de dejar claras tus intenciones
Así que ahora, y probablemente con la excusa de que el regreso del auténtico Wally West está provocando que poco a poco los héroes de DC recuperen sus auténticos recuerdos, por fin podemos decir adiós a esa Wonder Woman hija ilegítima de Zeus, criada en una isla de sanguinarias amazonas amantes de la guerra y sobre todo podemos despedirnos de ese título de diosa de la guerra que tan mal le sentaba al personaje. Un simbólico tirar el lastre que culmina de forma más que apropiada con Wonder Woman tirando al sueño su uniforme del New52 para reemplazarlo por uno a medio camino entre su traje clásico y el de su versión cinematográfica donde se recuperan los colores brillantes, el dorado reemplaza al plateado y no volvemos a ver aquella gargantilla que quería recordar a esos cuellos altos que Jim Lee se empeñó en meter en todos los diseños.
Parece claro que Rucka del New52 no quería absolutamente nada
Resulta algo triste el comprobar que poco hace falta para conseguir despertar de nuevo el interés de todos aquellos que hemos acabado hartos de todo lo que supuso el New52, una prueba más de lo mal enfocado que estuvo todo aquello desde el primer momento. Pero por suerte, y al menos en este y otros casos contados, podemos tener la esperanza de que esta nueva etapa del personaje será mucho más que un “volvamos a lo clásico que la mamarrachada de ahora no funciona” gracias principalmente al trabajo de Greg Rucka, que tan solo con un simple numero ya ha conseguido que Wonder Woman me interese más de lo que me ha interesado en muchísimo tiempo.