Me pregunto por qué tiene que importarme algo Civil War II. Y me lo pregunto porque no entiendo el conflicto, no entiendo a los personajes y, aunque se hacen llamar Carol Danvers y Tony Stark, no reconozco en absoluto a estos personajes. Supongo que algo parecido me pasaba durante la Civil War original, pero por lo menos en aquellos tiempos no llevábamos diez años de desdibujar a todos los personajes de la Marvel. Pero si es que han llegado a destruir el multiverso Marvel y me ha dado absolutamente igual…
El problema principal de este primer número de Civil War II es que, dejando de lado lo que comentaba en el párrafo anterior, está escrito con una desgana alucinante. Bendis presenta un villano genérico sin ningún interés que va a destruir el universo (o la Tierra, o Nueva York) y los Vengadores de Waid llaman al resto del superhéroes de la Tierra para que el Doctor Extraño haga una solución mágica y eche al Celestial Destructor, que así se llama el malote ese. Viñetas a tamaño completo, gente apretando los dientes, algún chiste a lo Bendis… Pero nada, una escena totalmente vacia. Los héroes vuelven a la Torre Stark para celebrarlo (que pensaba que se la habían quitado porque Stark ahora era pobre, pero parece que no tanto) y allí descubren que si fueron capaces de saber dónde iba a atacar el monstruo, fue porque había un inhumano que predecía el futuro. Y aquí es donde todo se tuerce por completo…
Porque se supone que el conflicto principal de Civil War II es ideológico y copiado de Minority Report; Carol Danvers está a favor de detener a los villanos antes de que hagan algo malo mientras que Tony Stark está en contra, porque el futuro no está escrito en piedra (acaban de demostrar que el monstruo que acaban de derrotar no ha destruido la tierra, ergo el futuro puede cambiarse). Sin embargo, Bendis quiere hacer que no pase como en Civil War y ninguna de los dos bandos sea visto como «el de los buenos», con lo que Carol no dice en ningún momento que vaya a detener a nadie inocente antes de convertirse en culpable, pero aun así Tony sale enfurruñado cuando la única respuesta que recibe de ella al dilema moral es que «depende» y que «pensaba que eras un futurista». Gran planteamiento.
El cómic salta directamente a las consecuencias del especial del Free Comic Book Day -ese que ya repasó por aquí M’Rabo en su día- y a Rhodey muerto (porque en las Civil War siempre hay que matar a un negro) con Hulka en coma. Resulta que Carol ha seguido tirando de las predicciones del inhumano y ha tratado de emboscar a Thanos, con lo que Tony se pilla un cabreo de no te menees y vuelca en ella toda la culpa que siente por no haber sido capaz de darle a Rhodey una armadura mejor. Así que se pone a discutir con Carol, ella se pone chulita con un desafortunado «misión cumplida» porque al menos han detenido a Thanos y lo tienen encerrado y Tony sale de la habitación en la que Hulka acaba de sufrir un paro cardiaco diciendo que «va a asegurarse de que esto no se vuelva a repetir», dando la impresión de que va a quitarle los poderes al inhumano, a cargárselo o algo peor. Y así se acaba el número, anunciándote el millón de crossovers que nos vienen y el sentimiento de desolación absoluto para un lector (este que escribe) que no reconoce en absoluto a estos personajes.
Porque vamos a ver, si yo digo que Thanos va para la Tierra… ¡No hace falta una orden de arresto de SHIELD ni un Nostradamus de pacotilla que me diga que tiene malas intenciones! ¡Es Thanos, mató a su propia madre y a medio universo! ¡Thanos es el puto Darkseid del Universo Marvel, sólo tiene algo bueno en la cabeza cuando lo escribe Starlin, y todo lo que escribe ese hombre está fuera de continuidad desde principios de los 90! Pero claro, estamos hablando de Brian Michael Bendis, un tipo que considera que está bien que el Doctor Muerte entre a un bar y se tome un helado con Tony Stark sin que nadie considere que es buena idea procesar por crimenes contra la humanidad a un exdictador genocida. Bendis (y sus personajes) parecen tener menos memoria que Dory la de «Buscando a Nemo», y consideran que si Thanos viene a la Tierra hay que dejarlo pasar y que haga lo que le de la gana. Si algo podría reprocharle Tony a Carol es que no llamara al resto de grupos de Vengadores, porque al fín y al cabo Thanos es una de las mayores bestias pardas del universo y su grupo en solitario va justito para aguantarlo (otra cosa es que Al Ewing ponga a Blue Marvel en plan supersaiyan y sean capaces de hacer bueno a Galactus, pero esa ya es otra historia).
Así que no, no entiendo Civil War II. Si normalmente los crossovers escritos por Bendis tenían un buen planteamiento acompañado de un mal desarrollo que no avanzaba nada en los números siguientes hasta alcanzar una resolución chapucera en el último número (ver Secret Invasion, Age of Ultron y tantos otros) , Civil War II no tiene ni eso, y para colmo deja aun más en evidencia que Brian Michael Bendis está quemado como guionista de superhéroes. Antes pensaba que al hombre le convenía cambiar de aires en plan irse a DC, tomarse unas vacaciones y sacar unos cuantos números de Powers. Pero ahora ya no, porque con Brilliant cancelada, Powers saliendo con peor periodicidad que Youngblood y United States of Murder inc que ya ni sé que ha sido de ella (supongo que algún día saldrá el volumen II), Bendis lleva más de un año escribiendo cómics totalmente estériles y estancados en su propìa fórmula. La última vez que lo vi hacer algo decente fue con los primeros números de All New X-Men con Immonen y en la ya mencionada United States of Murder, pero supongo que todo lo que dibujan Immonen y Oeming sube el nivel lo suficiente como para disimular las carencias de otros. O no, porque por lo que me cuentan hasta Powers va últimamente de culo y sin frenos.