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El regreso del Capitán América y la diversidad redundante y políticamente correcta de Marvel.

Estos días ha saltado una noticia que no ha debido sorprender a nadie, que Steve Rogers dejara de ser un anciano lleno de músculos para rejuvenecer de nuevo y recuperar su identidad de Capitán América. Pero a la absoluta falta de sorpresa en esto (si alguien se creyó que seria para siempre que me mande un email que quiero venderle unos terrenitos en Marte…) se unen dos elementos que sí que me han sorprendido un poco. Lo primero es que le han rediseñado de nuevo el traje consiguiendo que sea aun peor que el anterior, y segundo, que su regreso no supone que Sam Wilson recupere su autentica identidad de el Halcón, sino que compartirá el titulo con su viejo amigo y además se quedara con el escudo. ¡Bienvenidos a la All-New All-Different Marvel donde hay al menos dos de cada y en la que todo esto ha pasado antes y volverá a pasar!

Que sorpresón, justo a tiempo para el estreno de su tercera película…

Si, en la Marvel actual parecen ser muy partidarios de la redundancia de personajes, dos Thors, tres Spiderman, tres o cuatro Spiderwoman, dos Ghost Riders, y ahora dos Capitanes América, algo que aunque llamativo no es exactamente nuevo. Yo siempre que quiero dejar a Diógenes atemorizado y llorando en un rincón le digo que los 90 han vuelto, algo que suelo decir para hacerle sentir mal pero que no deja de tener su punto de verdad. Y es que esta moda de tener héroes duplicados ya existió en aquella década aunque de forma algo diferente a como la conocemos ahora. En aquellos tiempos los tres héroes principales de la casa, Capitán América, Iron Man y Thor, tuvieron que ser reemplazados por distintas circunstancias, y sus reemplazos tras una temporada en las botas de sus predecesores, devolvieron el testigo para continuar sus aventuras como copias de menor calidad de estos. Así vimos como John Walker/Patriot al devolver el traje y el escudo a Steve Rogers se convirtió en el USAgente.

Y llevando otro traje viejo de Steve Rogers, eso es reciclaje

Eric Masterson devolvió Mjolnir a su legítimo propietario y se convirtió en un nuevo héroe adoptando el nombre de su martillo, Thunderstrike.

El pobre Eric Materson nació condenado a caducar enseguida

Y Jim Rhodes, quien ya había reemplazado a Tony Stark como Iron Man en los 80, se quedo con la armadura negra y plateada para convertirse en Maquina de Guerra.

El único cuyo reemplazo se manejo bien

Estos tres héroes se convirtieron en las versiones “extremas”, agresivas y violentas que la época demandaba, pero en Marvel fueron lo bastante inteligentes como para no desprenderse de sus versiones clásicas, tratando de esta manera de contentar a todos. Una idea que resulto de lo más inteligente cuando paso lo que tenía que pasar, aquella moda se desvaneció y estos héroes de reemplazo fueron cayendo poco a poco en el olvido. Thunderstrike murió, el USAgente paso a ser un personaje cada vez mas secundario (el único que jamás disfruto de serie propia) y Maquina de Guerra volvió a ser un secundario en los comics de Iron Man que de vez en cuando volvía a enfundarse su armadura.

Ahh, los 90…

Pero pese a ser uno de los ejemplos más visibles de aquella espantosa moda, estos personajes no eran exactamente iguales. Mientras que Eric Masterson y John Walker habían sido creados exprofeso para reemplazar a Thor y al Capitán América, Jim Rhodes tenía a sus espaldas una larguísima carrera de décadas como secundario y mejor amigo de Tony Stark, y una larga y muy interesante trayectoria como héroe titular en la que es la mejor etapa del comic de Iron Man, la de Denny O’Neill. Esto sumado a que Rhodes como Iron Man en los 90 llevaba una armadura muy diferente a las tradicionales del personaje, hicieron que se distinguiese de los otros y que el personaje haya conseguido seguir en activo hoy en día, sino incluso dar el salto a la gran pantalla.

Y cuando las cosas se hacen medianamente bien pasa esto

La situación hoy en día tiene muchos puntos en común con aquella, pero donde entonces lo que se buscaba eran “héroes” más agresivos dispuestos a tomar las medidas que sus predecesores no se atrevían (básicamente matar) lo que se busca hoy en día es la diversidad mal entendida, esa que en lugar de añadir nuevos personajes prefiere “transformar” los ya existentes reemplazandoles por versiones que no sean hombres blancos. Porque nada mejor que transmitir a tus lectores la idea de que no confías en que un nuevo personaje funcionara si no es a la sombra de uno ya existente, alienando de paso a los seguidores de los originales. Aunque al menos han aprendido parte de la lección y ya no reemplazan a los héroes con personajes de nuevo cuño, sino que lo hacen con secundarios de larguísima trayectoria o directamente no les reemplazan sino que les hacen co-existir con sus “nuevas” versiones (vale, técnicamente Miles reemplazaba a Ultimate Peter, pero el Peter Parker de vedad seguía siendo Spiderman en su serie).

Y así nacieron estos tres personajes

Así es como Miles Morales ha abandonado el moribundo Universo Ultimate para dar el salto al 616 (que se aguante Brevoort), donde aunque no reemplaza a Peter Parker, si que ocupa el lugar de este como héroe local y amistoso vecino de los habitantes de Nueva York mientras que el autentico Spiderman viaja pro el mundo en manos de Dan Slott.

Al menos aquí Miles no le ha quitado el traje a Peter

Jane Foster, una secundaria casi tan antigua como el propio Thor, es quien empuña ahora Mjolnir mientras Thor, que aunque se empeñen en llamarle Unworthy u Odinson, sigue siendo el autentico Thor.

Odinson… ¿Como puedes quitarle a alguien su nombre de pila?

Y Sam Wilson, el antiguo compañero del Capitán América más conocido como el Halcón, el primer superhéroes afroamericano del comic, es quien lleva ahora el famoso escudo rojo, blanco y azul.

La cara de Ian Rogers es todo un poema

Pero todos (espero que todos) sabemos de sobra que todo esto no es más que una maniobra publicitaria, algo que no va a durar, una simple excusa para conseguir un empujoncito de ventas, algunos titulares y quedar bien ante la opinión pública demostrando lo “progresivos” que son. Algo que va quedando claro con el regreso de Steve Rogers a esa primera línea que nunca abandono del todo (y porque eso del anciano súper musculado capaz de hacer prácticamente lo mismo que cuando estaba joven ya quedaba ridículo) Pero con este se empieza a ver una tendencia un tanto triste, la de seguir apuntalando y legitimando al “nuevo” con el autentico. Algo que se ve con el hecho de que Sam Wilson no recupere su autentica identidad del halcón y se quede no solo con el nombre, sino con el escudo, teniendo que conformarse Steve Rogers con uno nuevo inspirado en su escudo original, que visto el diseño de este, podrían haberse limitado a devolverle aquel.

Ya podrían al menos haberle dado el escudo original

Y algo similar es lo que parece que va a suceder con Thor. Recordemos si no como justo antes del comienzo de las Secret Wars, Thor (el de verdad) volvía a ser digno y dejaba de poder utilizar el martillo de aquel Thor villanesco que los Vengadores se habían encontrado unos meses antes, algo que hace unos meses nos hubiera hecho pensar a todos que ya estaba a punto de recuperar a Mjonir y su nombre, pero viendo lo que ha pasado con el escudo del Capitán América y recordando que la miniserie Thors de las recientes Secret Wars terminaba con el martillo/hacha del Ultimate Thor estrellándose en la Asgard del Universo-616, me hace temer que ese será el martillo que empuñara Thor para que Jane Foster pueda quedarse con Mjolnir y tratar así de que esta no parezca que es una simple copia barata del original.

Sigh, que predecibles se han vuelto

Y es que aunque Marvel ha aprendido a no confiar en personajes de nuevo cuño para reemplazar a héroes consagrados, lo que parece que no han aprendido es a confiar precisamente en estos. Porque por ejemplo, ¿Cual es el mensaje que están transmitiendo con el nuevo Capitán América? ¿Que Sam Wilson, el primer superhéroes afroamericano, no ha valido nada hasta que se ha enfundado la identidad del hombre blanco? Porque el hecho de que en sus cuarenta y siete años de historia el personaje solo haya tenido una miniserie malilla hace más de treinta y que no le hayan dado serie propia, ni tan siquiera aprovechando su reciente popularidad gracias a las películas, hasta que ha ocupado el lugar de Steve Rogers dice mucho acerca de lo que confiaba la editorial en el personaje o sobre las oportunidades editoriales que le han dado a este.

A lo mejor sacar a tu héroe machacado en la portada no es la mejor forma de vender la miniserie…

Que esa es otra, en los últimos años he leído demasiado a menudo que los personajes nuevos (o en este caso personajes viejos que “nunca han funcionado” en solitario) no venden a no ser que estén cimentados a hombros de un nombre famoso, algo que siempre me ha parecido una tontería básicamente por varios motivos. Lo primero es que ¿Alguien recuerda cuando fue la última vez que Marvel dedico serie propia o miniserie a un personaje realmente nuevo? Porque yo me he quedado en blanco y tengo que remontarme muy atrás para encontrar alguna. Porque es muy fácil lamentarte de que los personajes nuevos no venden cuando ni siquiera lo intentas, algo que parece sacado de esa famosa filosofía del “si no trepas no te caerás”

Que razón tenia Gaiman, no trepar es la mejor forma de no caerse

Y es que estoy bastante convencido de que si creasen un nuevo personaje, le asignasen la serie a autores de primera fila, o al menos autores realmente buenos auqneu no tengan mucho renombre aun, y se asegurasen de que estos no estén solamente seis meses al frente para reemplazarles después por otros más mediocres, el comic va a funcionar al menos un poco. ¿O en Marvel creen que Kamala Khan ha funcionado tan bien entre crítica y público solo por llevar el antiguo nombre de Carol Danvers? Que si G. Willow Wilson y Adrian Alphona se hubiesen largado a los seis meses dudo que ese comic siguiese publicandose hoy en dia.

Sigo convencido de que si se hubiese llamado de otra forma hubiese funcionado igual de bien

Si a esto le sumamos el más que probable miedo a la reacción del “publico” (o más bien de esa gente que hace ruido en Internet para conseguir visitas en sus webs) ante ese presunto “paso atrás” en la diversidad que supondría para ellos el devolver la exclusividad de sus nombres a sus legítimos propietarios, me hace temer que esta tendencia no vaya desaparecer a corto plazo y que la editorial se hundirá cada vez más en esta falta de creatividad y originalidad que les hace reciclar una y otra vez viejas ideas del pasado y no crear nada nuevo que vaya a perdurar (Y este verano Civil War II… sigh). Y otro día hablaremos de los poquísimos incentivos que deben tener hoy en día los autores para crear nuevos conceptos para Marvel o DC que nunca serán suyos.

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