Tras el final hace uno meses de The Private Eye, Brian K. Vaughan y Marcos Martín nos prometieron que volveríamos a verles trabajar juntos en un nuevo proyecto en Panel Syndicate, y ese día por fin ha llegado. Barrier, una miniserie de cinco números, es el nuevo trabajo que estos dos monstruos del cómic, tres si contamos a Muntsa Vicente encargándose de nuevo del color, nos vuelven a entusiasmar y a sorprender con una historia en la ofrecen al lector un curioso experimento que no ha dejado indiferente a nadie y que no ha sentado bien a todo el mundo. Pero dejémonos de rodeos y veamos qué nueva lectura imprescindible tenemos entre manos.
Liddy es una granjera Texana cuyas tierras están siendo utilizadas por los carteles como camino de paso para introducir sus drogas a través de la frontera entre México y Estados Unidos, unos carteles que se han encargado de dejarle claro con amenazas poco sutiles que lo mejor que puede hacer es apartarse de su camino. A muchos kilómetros de allí, en Honduras, un misterioso hombre llamado Oscar está dispuesto a todo para atravesar el continente y entrar en Estados Unidos, ya tenga que tratar con “coyotes” traficantes de personas, huir a pie del ejercito o arrastrarse por el desierto. Dos personas que no tienen absolutamente nada que ver y que viven en mundos muy distintos pero que están destinados a encontrarse y en el momento que lo hagan sus vidas cambiaran radicalmente tal vez para siempre…
Yo lo digo siempre y no me cansare de repetirlo, Brian K. Vaughan es uno de esos guionistas que jamás decepcionan, y en casos como el que nos ocupa en los que colabora con su ya habitual compañero de fatigas Marcos Martín, la satisfacción se multiplica por dos. Aquí esta veterana pareja artística nos trae un nuevo cambio de registro con respecto a sus anteriores colaboraciones y una en la que están probando un curioso experimento, y es que la frontera que Liddy quiere defender y Oscar atravesar no es la única barrera/Barrier a la que alude el titulo. La barrera lingüística es el otro obstáculo al que se enfrentan sus protagonistas, Liddy no habla español y Oscar no habla ingles, una barrera que también van a encontrarse los lectores. Y es que en una jugada un tanto arriesgada han decidido que los diálogos de los personajes estén en su idioma natal, haciendo que los lectores que no dominen ambos idiomas se encuentren con el mismo problema que los protagonistas de la historia.
Personajes que hablan otro idioma en un cómic no es nada nuevo, se ha hecho a menudo en el pasado, pero siempre eran palabras sueltas o cortos diálogos con traducción en la misma viñeta, lo que no recuerdo haber visto nunca es lo que me he encontrado en Barrier, un cómic que alterna dos idiomas. Y esta idea, aunque bastante original, es también un tanto arriesgada, ya que se juegan el rechazo de todos aquellos lectores que solo hablen uno de los dos idiomas, algo que ya han empezado a manifestar en público muchos de ellos y que aún es pronto para saber cómo repercutirá en el éxito de la serie. Curiosamente estos mismos meses Brian K. Vaughan ha jugado con esta misma idea en Paper Girls, donde nos encontramos a esos misteriosos secundarios que hablan un incomprensible idioma que unos pocos lectores han sido capaces de descifrar. Uno casi diría que Vaughan ha empezado recientemente a aprender un segundo idioma y está fascinado con la idea de no comprender lo que dicen otros.
Pero el apartado del guion no es el único donde los autores se han dedicado a experimentar un poco. Tras su experiencia en The Private Eye, a Vaughan y Martín se les ve mas cómodos con el formato apaisado que han escogido para su comic digital y han comenzado a aprovechar todas sus posibilidades. De momento son tímidos intentos con la composición de página que están dando un gran resultado y que conociendo la trayectoria de Marcos Martín no serán más que los primeros de muchos. Y es que Martín sigue demostrando en cada nuevo trabajo que es uno de los mejores dibujantes que hay en el mercado ahora mismo y al que se le nota que esto de trabajar para sí mismo le está sentando de miedo. A esto ayuda y mucho que nuevamente el comic este rematado por el coloreado de la esposa de Martín, Muntsa Vicente, quien ya nos dejo la boca abierta con su trabajo en The Private Eye y lo consigue de nuevo en Barrier.
Con estos autores de por medio no debería ser necesario recomendación alguna, siendo cada trabajo suyo casi una lectura obligada. Una lectura que se puede adquirir cómodamente junto con The Private Eye y el Universe de Albert Monteys en www.panelsyndicate.com al módico precio de la voluntad. Así que no hay excusa alguna para no darle una oportunidad a cualquiera de estos grandísimos títulos y ayudar con lo que se pueda a que estos y otros autores en el futuro puedan ofrecernos todo esto y mucho mas de forma directa y sin intermediarios.