Con el estreno de la nueva temporada televisiva otoñal hemos asistido a unos cuantos estrenos y al regreso paulatino de series que ya seguíamos, entre ellas un par que tenia muchísimas ganas de volver a ver, Flash y Arrow. Los héroes de la CW han regresado con fuerza y tratando de ser cada vez más cercanos a sus orígenes comiqueros. Pero pese a que he disfrutado mucho con el regreso de ambas series y se agradece inmensamente que sus responsables traten de incluir cada vez más elementos del comic, han habido unas cuantas cosas en ambas que no me han gustado nada. Pero como las novedades y elementos cuestionables en ambas series han sido numerosos, dejare para mañana lo que me he encontrado en Arrow y hoy veremos qué es lo que nos ha ofrecido Flash.
Ambientado seis meses después del final de la temporada anterior, nos encontramos a los personajes en situaciones bastante diferentes. El agujero negro creado por las maquinaciones del Flash Reverso fue cerrado pero con un alto coste, el sacrificio de Ronnie Raymond, la mitad de Firestorm. Esto ha llevado a Barry a querer trabajar solo para no volver a poner en peligro a nadie, pero la aparición de un misterioso nuevo villano le hará darse cuenta de que proteger Central City es un trabajo de equipo, un equipo que se verá reforzado por un nuevo e inesperado aliado…Flash.
Yo echaba mucho de menos esta serie, ese tono optimista que suele tener, el estar protagonizada por un héroe que no se limita a buscar venganza ni se siente obligado a hacer lo que hace, sino un héroe que disfruta con su trabajo porque ayudar a los demás es lo correcto y que con sus acciones se ha ganado el cariño y la admiración de los habitantes de Central City. Y ese tono se ha conservado pero manteniendo el equilibrio con los momentos trágicos para que esto no parezca uno de aquellos comics inocentones de los años cincuenta, un equilibrio que hasta el momento les ha dado muy buenos resultados y que visto lo visto en el primer episodio parece que se mantendrá esa tónica.
Pero lo mejor del episodio ha sido sin duda la muy esperada aparición de un clásico héroe cuya existencia ya se nos anunció al final de la temporada pasada, Jay Garrick, el Flash original recién salido de Tierra-2. Aun es pronto para saber como será su personaje, aunque para cuando se publique este articulo ya se habrá emitido el episodio “El Flash de Dos Mundos” y ya sabremos mas de esta versión del personaje. De momento la cosa no pinta mal, el traje, pese a los pequeños cambios, es muy fiel al original y el actor aunque es algo más joven de lo que me hubiese gustado parece una buena elección. Pero sea cual sea el desarrollo del personaje, aunque sea tan solo por las posibilidades que abre la existencia del Multiverso valdrá la pena su inclusión en la serie. (¡Y más les vale que esto desemboque en la existencia de la JSA!)
Y hablando de personajes venidos de Tierra-2, tengo un par de problemas, uno bastante gordo, con el otro ilustre visitante de ese mundo paralelo. Al Rothstein/Nuklon/Atom Smasher, miembro fundador de Infinity Inc y miembro de la JSA, se ha visto reducido aquí a ser un mero villano unidimensional de un solo uso. Un personaje que si bien es cierto en el comic ha tenido sus momentos “oscuros”, durante la mayor parte de su trayectoria como personaje ha sido un héroe y que aquí se lo han quitado de encima como si fuese un “villano de la semana más”, privándonos de un posible miembro para una futura JSA televisiva (estoy seguro de que muchos hemos pensado en esa idea)
Mi segundo problema es que tras una única aparición le han matado, y no ha sido una muerte a manos de la policía o una accidental durante la batalla de esas en las que el héroe sale con las manos limpias. Ha sido un asesinato premeditado en toda regla con el que ningún personaje ha tenido el mas mínimo reparo moral y en el que nadie ha planteado siquiera una alternativa más pacífica. Nada de intentar razonar con él y averiguar que quería, o bloquear sus poderes, anularlos, dejarles inconsciente y encerrarle en STAR Labs… Sencillamente envenenarle con radiación y esperar a que muriese. Y esto que en una serie como Agents of Shield con personajes entrenados como asesinos por el gobierno, o en Arrow con personajes ex militares, ex asesinos ninja, etc, con una moral más ambigua a al ahora de quitar vidas no hubiera desentonado demasiado, en Flash resulta muy fuera de lugar. Esta serie siempre había sido la más optimista y “luminosa” de las dos, esa en la que capturar y curar a los villanos era la prioridad, aunque es cierto que eso de encerrarles de forma indefinida sin derecho a visitas o abogados ni ningún tipo de garantía legal fuese más que cuestionable, pero al menos no les ejecutaban sin contemplaciones como ahora. Así que confío en que a los guionistas no les dé por mantener esta tendencia y no se repita esto de ejecutar a los villanos.
Con este comienzo, y pese a esos pequeños detalles que no me han gustado nada, Flash sigue siendo mi serie de superhéroes favorita (con permiso de Netflix) Si, el traje sigue siendo feísimo pese a que poco a poco lo van mejorando, pero da gusto ver a un héroe tan humano que pese a la tragedia que le rodea sigue siendo optimista y disfruta con su trabajo. Y no hace daño tampoco que ahora su nuevo mentor vaya a ser alguien tan clásico como Jay Garrick (snifs, aun me cuesta creerlo) así que confío en que la serie siga por este camino y nos deje unas cuantas sorpresas mas por el camino. Y tras ver que nos ofrecía Flash en su regreso mañana veremos cómo ha regresado Arro… perdón, ¡GREEN Arrow! a la pequeña pantalla.