Cuando Rick Remender anunció que se marchaba de Marvel la noticia me entristeció un poco, pero fue algo que no me duro demasiado cuando me di cuenta de que ahora dedicaría todo su tiempo a sus propios comics. Así que ahora a sus exitosas Black Science (Ciencia Oscura), Low y Deadly Class (Clase Letal) tenemos que sumar una nueva serie para la cual una vez más se ha buscado la compañía de uno de los mejores dibujantes del momento, Sean Gordon Murphy, y juntos nos han traído Tokyo Ghost.
Año 2089, Isla de los Ángeles, un distópico futuro toxico y venenoso en el que la humanidad ha encontrado en la tecnología no solo una vía de escape a los horrores del día a día, sino una peligrosa adicción más fuerte que la provocada por cualquier droga conocida por la humanidad. Conectividad las 24 horas del día, los siete días de la semana a toda clase de canales que ofertan entretenimiento, noticias, cotilleos, pornografía… todo a la vez, siempre que puedas pagar la conexión. Esto provoca que la desesperación de la gente les lleve a hacer lo que sea con tal de conseguir algo más de tiempo “seguros” en su mundo digital.
Pero incluso en un mundo como ese es necesario alguien que imponga cierto tipo de control, que haga cumplir la ley, y ahí es donde entran en acción los Condestables. Y dentro de ellos no hay nadie más eficaz en su trabajo que la pareja formada por el gigantesco, y adicto, Led Dent y su compañera Debbie Decay, la única persona de Los Ángeles que no está conectada a la red. Juntos realizaran una ultima misión que les permitirá salir de los Ángeles y escapar al último lugar de la Tierra libre de tecnología, la Nación Jardín de Tokyo, pero en un mundo tan echado a perder como este, sus problemas no habrán hecho más que comenzar…
Lo sé, no soy nada imparcial cuando se trata de Rick Remender, pero es que es uno de esos pocos autores de los que no he leído un solo comic malo (aquí es donde Diógenes entra en los comentarios y me acusa de tener un “mancrush”) Pero es que encima en Tokyo Ghost hay numerosos homenajes a uno de mis personajes favoritos, el Juez Dredd, por lo que aquí la imparcialidad ha salido volando por la ventana. Aunque Tokyo Ghost es mucho más que un simple guiño a las aventuras de Dredd, pese a que ese futuro devorado por la tecnología y el masivo motorista protagonista nos recuerden mucho al famoso personaje creado por Wagner y Ezquerra.
Cuenta Remender que uno de los motivos que le inspiro a crear este comic fue el darse cuenta de cómo sus amigos, y el mismo, eran incapaces de estar “desconectados”, que ni en público podían dejar de revisar el móvil, leer noticias, redes sociales, mensajes… algo que todos en mayor o menor medida hemos vivido, aunque sea como testigos y que extrapolándolo hacia como podría ser un futuro en el que todo eso vaya a mas, es lo que ha dado lugar al escenario para esta historia. Pero Tokyo Ghost tampoco es simplemente un alegato contra los peligros de la adicción a las nuevas tecnologías. Y es que pese a su hiperviolenta apariencia y la feroz crítica social, ante todo nos encontramos con una muy peculiar y triste historia de amor entre una pareja autodestructiva y codependiente que lo tiene todo en contra y que difícilmente puede acabar en algo que no sea tragedia.
Pero nada de esto hubiera sido posible sin el inestimable trabajo de Sean Gordon Murphy. Gracias a él, ese futuro terrible en el que la humanidad va en caída libre hacia su propia destrucción, ese abandono que muestran las calles de la ciudad por parte de personas que ya solo viven para lo virtual, parece más que creíble. Eso sumado al gran talento que tiene para dibujar tecnología y vehículos, su dinamismo y espectacularidad a la hora de dibujar la acción y la expresividad de la que es capaz de dotar a sus personajes, hacen de él el dibujante perfecto para esta y casi cualquier otra historia. Una historia que además está repleta de numerosos guiños a obras anteriores suyas y de Remender y de alguna que otra cruel autocritica, por lo que casi se hace necesaria una relectura para pillar todos los detalles.
Pero buena parte del merito del gran aspecto visual de Tokyo Ghost se lo debemos al trabajo de Matt Hollingsworth, un colorista tan bueno en lo suyo que ha conseguido que en un mundillo en el que habitualmente su profesión pasa tan injustamente desapercibida como la de los rotulistas, haya conseguido que se reconozca y valore su trabajo incluso por parte de los lectores, esa fauna que a veces parece creer que los comics se colorean solos y que no se dan cuenta de lo mucho que puede llegar a estropear un comic un mal coloreado.
Lo he dicho muchas veces y no me cansare de decirlo, Rick Remender es ahora mismo uno de los guionistas estadounidenses más interesantes del mercado, uno de los que más jugo le saben sacar a la ciencia-ficción y alguien que sabe siempre rodearse de los mejores profesionales, algo que en este caso concreto, con Sean Gordon Murphy y Matt Hollingsworth vuelve a estar más que demostrado. Así que recomiendo efusivamente la lectura de Tokyo Ghost incluso a esos (cof, cof) que no son muy admiradores de Remender, que quien sabe, igual esta vez esta es la buena.