Que las nuevas Secret Wars están siendo aburridas es casi ser demasiado generosos con Marvel. El evento principal es pasable, y los crossovers, salvo contadísimas excepciones, oscilan entre lo aburrido y la vergüenza ajena. Pero que Secret Wars casi (solo casi) me este haciendo echar de menso Convergence no significa que no tengamos nada decente que leer. Diógenes ya comento en su día lo mucho que valía la pena el “Where Monsters Dwell” de Garth Ennis y Russell Braun y ahora quiero compartir con todo el mundo lo sorprendentemente divertidísimo que ha resultado ser el “Deadpool’s Secret Secret Wars” de Cullen Bunn y Matteo Lolli.
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, los héroes y villanos más importantes de Marvel fueron secuestrados por una entidad de inmenso poder que se hacía llamar el Todopoderoso y fueron llevados a un lejano planeta al que vieron nacer ante sus ojos y les fue revelado el propósito de su secuestro… Debían pelear entre ellos para ver quién era más fuerte… En serio, el Todopoderoso parecía un niño pequeño jugando con sus juguetes nuevos (de Mattel)… Héroes y villanos murieron y renacieron, se forjaron extrañas alianzas (¿Magneto y los héroes?!) aun más extrañas relaciones sexuales/sentimentales (¡¿Magneto y la Avispa?!) y algunos personajes cambiaron “para siempre” (Hola simbionte alienígena, Hola Hulka en los 4F) Pero de entre todos aquellos personajes hubo uno que destaco por su valor, su honor y su buena planta, un héroe al que sus compañeros debieron la vida en más de una ocasión y que sin su inestimable ayuda jamás hubieran podido regresar de allí de una pieza… Un héroe llamado ¿Masacre?
Con Gerry Duggan, un tercio del equipo creativo regular de Masacre, ocupado escribiendo el “Mrs. Deadpool and the Howling Commandos” protagonizado por Shiklah (que es divertido pero no tanto como debería serlo) le ha tocado a Cullen Bunn escribir este peculiar crossover que continúa con una tradición iniciada por Joe Kelly hace ya muchísimos años y continuada por Gerry Duggan y Brian Posehn en la serie regular del personaje, introducir retroactivamente a Masacre en el pasado de Marvel. Pero mientras que Kelly utilizo para aquello la excusa del viaje en el tiempo, Duggan y Posehn han jugado con la continuidad como si Masacre hubiese existido editorialmente desde los años setenta y nos han presentado numerosos «números de relleno» que debieron publicarse en pasadas décadas pero que por distintas razones nunca llegaron a ver la luz.
Partiendo de esa premisa Bunn nos presenta aquí un crossover de Masacre con Secret Wars… pero con las originales Secret Wars de 1984 de Jim Shooter, Mike Zeck y Bob Layton. Porque si, Masacre estuvo allí luchando codo con codo con los héroes de la Tierra enfrentándose al Todopoderoso y al Dr Muerte aunque no lo recordemos… Cullen Bunn parece habérselo pasado en grande introduciendo con calzador a Masacre en esta “clásica” historia y arreglándoselas para que casi creamos que estuvo allí de verdad. Y al mismo tiempo que se ríe sin piedad de los pequeños fallos de continuidad de la serie, el cómo todo aquello nació simplemente como una forma de promocionar los muñequitos que Mattel sacó a la venta y de las consecuencias a largo plazo que tuvo la serie, consigue que nos riamos en un evento que al menos para mi esta pasando con mas pena que gloria..
Si, estas Secret Wars de Hickman, y la obscena cantidad de crossovers que la envuelven, no creo que vayan a pasar a la historia por ser el mejor evento de Marvel ni muchísimo menos, y a estas alturas incluso me conformaría con que el final no de vergüenza ajena. Pero al menos han servido para darnos un pequeño puñado de lecturas entretenidas… que se podrían haber contado perfectamente sin necesidad de que existiesen estas nuevas Secret Wars… Sigh, ni, ni por esas vale la pena todo esto por mucho que me haya reído.