Me dijo M’Rabo que como el había hecho lo de Convergence, a mí me tocaba hablar de Secret Wars, el crossover de Marvel de este verano. Iba yo a pasar de él como siempre, cuando me di cuenta de que The Witcher 3 había consumido mi existencia todos estos días y no tenía mucho de lo que hablar, porque para colmo el jodío juego es larguísimo. Así que igual mañana os hago unas impresiones o algo parecido, pero lo que es hoy, toca hablar de Secret Wars…
Yo no suelo leer las series «de evento» que salen a la sombra del crossover principal. Suelen estar firmadas por guionistas desconocidos y/o novatos, con lo que en muchas ocasiones te encuentras auténticos estropicios provocados por la falta de comunicación entre editores y autores. Otras veces te encuentras alguna joyita, pero los mangas de los 90 ya me quitaron todas las ganas de encontrar un diamante en la basura. Y Secret Wars no es ninguna excepción, la mayor parte de los crossovers son tan o más malos que la serie principal. Si que es verdad que, para ser la serie obra de Jonathan Hickman, he de confesar que su número 2 parecía hasta normal, legible. Te plantea un mundo recreado por el Doctor Muerte que no parece tal, porque todos sabemos que si el mundo fuera recreado por él todo el planeta sería una Latveria gigantesca y no un cristo de mundos que se pegan entre ellos. Y sobre todo -y aunque sea el sueño húmedo de Perlmutter-, los 4 Fantásticos no existirían en ese mundo. Pero la historia esta bien, y es una mejora muy grande respecto al horrendo número 1 que seguramente ha echado para atrás a los hipotéticos nuevos lectores. Pero vamos con la morralla…
Lo primero de todo, Deadpool Secret Secret Wars. Pues esta es pasable, porque en el fondo no deja de ser la típica historia de Masacre colándose en un cómic antiguo y haciendo el animal. En esta ocasión nos cuenta como Wade se dedica a hacer de las suyas en las Secret Wars originales, destrozando la historia original de Shooter y burlándose de unos héroes que no mataban. Porque eso hace risa, superhéroes que no matan…
La otra serie que llamaba la atención del crossover es A-Force, más que nada porque viene guionizada por G. Willow Wilson y la mujer sabe escribir. Otra cosa es que claro, como estamos hablando de un spinoff de un crossover, la calidad brille por su ausencia y nos encontremos ante una serie malilla en la que «porque sí» se ahonda en el concepto sexista de que un mundo en el que sólo hubiera mujeres sería una Arcadia Feliz, y la intervención de los hombres -el Doctor Muerte, el Doctor Extraño, los Thors- provoca cosas malas. Si es cierto que la culpa del conflicto principal del cómic es de América Chavez por tirar un tiburón al patio del vecino (literal), pero lo que no acabo de entender es como funciona eso de que los «reinos» de Battleworld no puedan influir en sus vecinos pero a la vez esten en guerra entre ellos. A saber, la historia no es gran cosa y acaba con final «sorprendente», en cualquier caso es una decepción que en este caso se pueda juzgar a un libro por su cubierta.
Y voy a acabar -porque Spiderverse era un horror y el resto se lo dejo a M’Rabo, que sé que es fan de Master of Kung Fu- con Ultimate End, un cómic del que estaría encantado de hablar si no fuera porque Marvel ha decidido cargarse el Universo Marvel original en el proceso (que sí, que no nos lo creemos, pero hay que quejarse mucho por si nos quieren hacer otro new52). Ultimate End son el equipo original de Ultimate Spider-Man (Bendis & Bagley) aprovechando la coyuntura para contar la historia con la que habrían acabado el Universo Ultimate de no haber pasado Secret Wars, mostrando a varios miembros de los Vengadores pre Secret Wars en crossover con la gente de Ultimates, preocupadísimos porque sus mundos se han fusionado pero a la vez guardando pleitesía al Doctor Muerte. La verdad es que si Ultimate iba a ser la versión «user friendly» del Universo Marvel, se despide siendo la mar de confusa, y la cosa habría salido bastante mejor si Galactus se hubiera comido ese universo en su día.
¿Mi conclusión? Pues que ninguna de estas series merece la pena, si acaso alguno de los chistes de Deadpool y poco más. Si que me gustaría comentar que Planet Hulk tiene buena pinta, con Steve Rogers en plan gladiador salvaje y teniendo como sidekick al Dinosaurio Diabólico, pero creo que sería mejor hablar sobre ella más adelante, cuando la historia avance un poco dentro de un puñado de números. Porque, estando los cómics como estan hoy en día -enfocados al tomo recopilatorio- me parece un tanto injusto hacer lo que acabo de hacer, hablar de veinticuatro páginas en las que en muchos casos apenas pasa nada. Puede que M’Rabo esto le funcione, pero lo que es a mí… Pues como que prefiero esperarme al paperback.