Continuamos repasando las razones de que la Fox acabara teniendo que renunciar a Daredevil y engordar así la cartera de personajes «filmables» de la Disney. En un mundo perfecto el que la Fox tuviera estos personajes sería bueno para el espectador porque así habría más películas sobre estos personajes, pero como no dan una a derechas…
Hablábamos ayer sobre como el Matt de la película de Mark Steven Johnson mataba y sobre si el trabajo de extorsionador de Jack Murdock había influenciado negativamente en su hijo; y puede que sea así, porque el pequeño Matt en cuanto consigue sus poderes empieza a cogerle el gusto a esto de la violencia. Y es que si cuando tenía vista los abusones del barrio le empujaban y maltrataban, de ciego le siguen provocando (aunque no le pegan, porque son cabrones pero no tan desalmados) pero es Matt el que según se dan la vuelta les hace un Homer Simpson y se lía a arrearles con su bastón. Porque claro, tiene poderes y tiene que abusar de ellos… Que es lo que hacía exactamente Peter Parker con Flash en la película de Spiderman que se había estrenado un año antes; porque es lo que decía, Mark Steven Johnson estaba más preocupado de copiar escenas de otras películas que de adaptar el cómic original. No os digo más que la escena de la muerte de Jack Murdock tiene reminiscencias bastante insultantes con la muerte del Tio Ben y la de los padres de Bruce Wayne en la de Burton, y hasta te dejan claro que el asesino es la némesis del héroe…¡Y anda que no fue criticado en su día la mamarrachada de poner al Joker como asesino, como para que 15 años después repitan la jugada con Kingpin!
Y bueno, llegados a este punto no puedo dejar de lado la escena más lamentable e infame de la película, y seguramente sea la más recordada. Resulta que las cabezas poco pensantes que perpetraron el film decidieron que, como en los cómics no había quedado muy explícito como se habían conocido Matt y Elektra, iban a hacer una alegre y jovial escena romántica en la que… Euh… Matt trata de ligar con ella, Elektra le manda al cuerno, el la persigue hasta un parque infantil y ella decide arrearle delante de un montón de niños. Y como Matt es capaz de devolver los golpes, Elektra es una psicópata colgada que se enamora de el. Maravilloso, acaban de decirles a los niños (tanto a los de la película como a los que la estuvieran viendo) que si una chica no les hace caso, lo que tienen que hacer es acosarla hasta pegarla. Llegan a estrenar esta película hoy en día y tumblr la lía parda. ¡Y con razón!
Pero si los «héroes» tienen tantos problemas -convertir a Elektra en una damisela en peligro, ¡ya hay que tener huevos!- lo de los villanos ya es de traca. No es que Bullseye sea un personaje complicado de adaptar, al final no deja de ser un asesino a sueldo un tanto psicópata y Colin Farrell se lo pasa bien sobreactuando, sobre todo con escenas como el sketch del cacahuete. El problema viene de las pintas que le ponen, de que sus pocas líneas son lamentables -como esa en la que le reconoce a Elektra que es muy buena justo después de meterle la paliza de su vida y que la pobre no haya podido conectar o esquivar un solo golpe- y que la película le da demasiado protagonismo cuando debería estar dándoselo a Kingpin.
Porque claro, Kingpin es el que da las órdenes de matar a todo el mundo, es el verdadero villano, pero no hace absolutamente nada y al final de la película le da por pegarse con Daredevil «porque él es del Bronx» y tiene un código de honor. Se pega con Daredevil, pierde y fín de la película, Kingpin se va a la cárcel. Que sí, que alguno me dirá que en la Director’s Cut hay una trama entera en la que Foggy y Matt consiguen pruebas para detener a Kingpin, pero esa trama es muy blandita y ni de coña justifica siquiera la batalla final; Daredevil podía haberse limitado a quedarse en su casa y que la policía hiciera el resto. Es lo que decía, la película intenta aglutinar tres o cuatro escenas molonas del cómic y mezclarlas con escenas molonas de otras películas, tratando de hacer algo que «funcione». Y el problema es que no funciona y adapta de forma nefasta una de las mejores historias del medio.
Años después Fox sacaría un spinoff basado en Elektra, hecho con la mitad de dinero y un cuarto del interés que se puso en Daredevil. El estreno del primer Batman de Nolan unos meses después eclipsaría por completo esta película, y entre este fracaso y la negativa de Affleck a repetir la experiencia, Fox no tuvo más remedio que empezar a pensar en reiniciar la franquicia. Sin embargo, a dos años del estreno de la primera película la idea parecía demasiado arriesgada -Batman Begins tardó unos siete años en limpiar la mancha de Batman & Robin-, con lo que Fox decidió centrarse en su nueva franquicia Fantastic Four y en tratar de salvar X-Men tras la espantada de Bryan Singer para dirigir Superman en Warner. Ninguno de los dos planes saldrían bien y X-Men llegaría a entrar en coma profundo después de Wolverine Origins, con lo que la productora tuvo que centrarse en salvar su franquicia estrella y olvidarse de resucitar a Daredevil. Los años fueron pasando y pronto Disney se beneficiaría del fiasco de la Fox…