Marvel sigue demostrando con todo lo que hace que están dispuestos a meterse en todos los fregados posibles y salir airosos en casi todos ellos. Tras su éxito en la gran pantalla y sus dos series de televisión mostrándonos los orígenes y el presente de S.H.I.E.L.D. (vamos a olvidarnos de su división de animación por el momento) ha llegado por fin el primer contacto con la colaboración de Marvel y Netflix para llevar a la pequeña pantalla a algunos superhéroes de corte más urbano. Daredevil ha sido la primera en llegarnos y pese a que las expectativas estaban altísimas por el talento de todos los implicados, hasta el momento no ha defraudado lo más mínimo sino todo lo contrario. Así que vamos a ver que nos ha ofrecido hasta el momento la serie de Daredevil (que he conseguido dosificarme y solo he llegado hasta la mitad) para que me haya dejado tan satisfecho.
Matt Murdock ha buscado justicia durante toda su vida y con lo que se ha encontrado es con que no le va a quedar más remedio que impartirla el mismo. Compaginar su trabajo diario como abogado junto a su socio Foggy Nelson y sus incursiones nocturnas en el mundo del crimen en la Cocina del Infierno no será nada fácil. Pero con la ayuda de las habilidades que le dejo el accidente que le cegó, las enseñanzas de su viejo maestro y la ayuda de algunos inesperados aliados, Matt no cejara en su empeño de limpiar su ciudad y hacer caer de una forma u otra a esa misteriosa figura que lo controla todo y de quien incluso aquellos que trabajan para el temen nombrar…
No exagero demasiado sin digo que el primer día casi me quedo tan ciego como Matt Murdock a base de tragarme un episodio tras otro aquella misma noche. Y es que este sistema de Netflix de distribuir las temporadas de golpe puede llegar a ser un tanto perjudicial para la salud. Pero definitivamente ha valido la pena, porque finalmente se ha hecho justicia a un personaje tan clásico como Daredevil y podemos olvidar aquella película de triste recuerdo como si no hubiese sido más que un mal sueño, porque lo que tenemos aquí es un Daredevil en estado puro como si se hubiese escapado de las manos de Frank Miller. Y es que por muchas versiones (algunas casi contradictorias) que haya tenido el personaje desde que lo creasen Stan Lee y Bill Everett allá por 1964, si vas a adaptarlo bien tienes que ir a por la mejor etapa que ha tenido el personaje, y todo el que haya leído algo del personaje estará de acuerdo de forma casi unánime que esa es la de Miller (la de Nocenti y Romita Jr se podría dejar para una hipotética segunda temporada) Y eso es algo de lo que Drew Goddard , quien lamentablemente se largo antes de acabar su trabajo para irse a Sony y encargarse de adaptar los Seis Siniestros, y su reemplazo Steven S. DeKnight, parecen haber tomado buena nota.
La serie es oscura violenta y brutal, y a veces casi demasiado explicita. Los criminales que asolan la Cocina del Infierno no son simples ladrones de bancos, son asesinos despiadados que no dan valor alguno a la vida humana y para quienes todo lo que hacen no son más que negocios. Pero pese a ello, los responsables de la serie no han caído en el tópico fácil de convertir a Daredevil en un “héroe asesino”. El Matt Murdock que Charlie Cox nos muestra aquí sigue siendo, pese a todo lo vivido, un idealista que cree que se puede limpiar el sistema y que se niega a matar a sus enemigos incluso en defensa propia (aunque no le hace ascos a moler a golpes a los criminales) Y que pese a que comienza sin llevar exactamente un traje de superhéroe (otra herencia de Miller) no tener un nombre en código, y quedarle aun mucho por aprender, ya es todo un héroe de pleno derecho.
Pero un gran héroe no es nada sin un gran villano, y Daredevil tiene un que en un sentido u otro siempre ha sido de los más grandes. El Wilson Fisk de Vincent D’Onofrio quizás no tiene la masiva presencia física del personaje del comic, pero eso se olvida enseguida en cuanto vemos la cantidad de matices que él y los guionistas han sabido darle a su personaje. Este Kingping es una figura omnipresente y temible en la serie, el público en general no sabe ni que existe, y quienes lo hacen le temen ya sean aliados o enemigos, dejando claro que solo un hombre sin miedo es capaz de enfrentarse a él. Pero D’Onofrio no se queda solo en retratar de forma unidimensional al villano y nos muestra con la misma desenvoltura no solo el lado más brutal y despiadado del personaje, sino también ese lado más humano y frágil que siempre fue capaz de sacarle la única persona a la que ha querido. Por todo ello espero que los deseos del actor se cumplan y podamos verle en otras producciones de la casa, que ya es hora de que alguno de los Spider-Man cinematográficos se enfrente a este villano que nació en su serie y que Daredevil le “robó”.
Del resto de secundarios poca queja puede haber, el casting ha estado tan cuidado como en el caso de los protagonistas. Foggy Nelson, pese a que al principio no me convencía Elden Henson para el papel, no tardo demasiado en borrar de un plumazo todas mis reticencias al verle convertido en el mismo abogado brillante, generoso y decente que durante tantísimo tiempo ha acompañado a Matt siendo su brújula moral. Deborah Ann Woll como Karen Page nos lleva a los viejísimos tiempos cuando ella era la secretaria enamorada de Matt, aunque su personaje aquí es más rico y complejo que en los tiempos de Stan Lee y ya se nos insinúa que quizás no esté tan alejada de la Karen de Born Again como podría parecer en un principio.
Lo de Rosario Dawson como Claire Temple es un caso curioso, me gusta lo que están haciendo con el personaje y como la han convertido en confidente y aliada de Daredevil, pero no acabo de entender que hace en la serie. En el comic su personaje era una ex novia de Luke Cage y esposa de Bill Foster/Goliath Negro, pero su relación con Daredevil era nula. La actriz ha comentado que su personaje tiene alguna sorpresa que otra, y cuando se anuncio su casting se dijo que su personaje seria Night Nurse y que seguramente serviría de puente entre todas las series. Pero yo sigo deseando en el fondo (cada vez con menso esperanzas eso sí) de que al final de la serie se nos revele que esta “Claire” está trabajando de incognito, tiene un brazo bionico, una compañera samurái y una agencia de investigación privada… De la interpretación de Vondie Curtis-Hall como Ben Urich, aparte de que le ha tocado eso de “a quien convertimos en negro ya que aquí no tenemos un Maquina de Guerra o un Halcón”, me quejaría, aunque mínimamente, que no transmite la misma “fragilidad” que el Ben Urich del comic, pero eso lo compensa siendo tan integro y tozudo como su contrapartida del comic. ¿Y qué decir de Scott Glenn como Stick? Pues solo diré que es uno de los mejores elecciones de casting que he visto dentro del MCU y que casi da miedo lo muchísimo que parece estar recién salido de la cabeza del mismísimo Frank Miller.
A nivel técnico poco o nada se le puede reprochar a la serie. Si, es una pena que Goddard abandonase su trabajo de showrunner para irse a desarrollar esa película de los Seis Siniestros (espero que les acabe convirtiendo en los Superior Foes of Spider-Man) pero su reemplazo, Steven S. DeKnight, ha sido un sustituto más que admirable, ya que hasta el momento no se ha notado el mas mínimo bajón en la calidad de la serie. Y este es uno de esos temas en los que Diógenes le podría sacar más jugo al asunto, pero desde mi humilde conocimiento de estas materias tengo que reconocer que me ha dejado más que agradablemente sorprendido lo cuidado que esta todo en la serie. La iluminación, el sonido, la forma de representar los supersentidos de Daredevil… ¡Si hasta le han dado una (elegantisima) cabecera a la serie! Ytodo eso sin olvidar unas coreografías impecables a la altura de lo mejor que había visto en Marvel hasta ahora (CA: Winter Soldier) y que nos dejan claro que Daredevil será un artista marcial, pero en el fondo sigue siendo el hijo de un boxeador. En esta serie todo está a un nivel cinematográfico más que televisivo (o lo que se solía considerar televisivo) siendo una de esas producciones que vuelve a dejarnos claro que la tele ya no es la hermana pequeña y pobre del cine.
Puestos a criticar algo de la serie, me quejaría de que la conexión con el resto del Universo Marvel es algo tenue. Si, se menciona la destrucción de parte de Nueva York por parte de los Chitauri y de hecho es parte relativamente importante de la trama, y aquí y allá se ven portadas de periódicos aludiendo a esa y otras batallas o personajes que mencionan casi de pasada a otros superhéroes o ese bonito detalle sobre el contrincante de Battlin’ Jack Murdock, pero parece poco (al menos hasta donde yo he llegado). Una ciudad que ha visto como se abría el cielo y llovían alienígenas, que ha visto a los Vengadores en acción de primera mano o que ha presenciado caer tres helitransportes en Washington y la revelación de que Hydra seguía existiendo, debería hablar más de eso. No digo que haga falta llegar a los niveles de vergüenza ajena a los que a veces llega Gotham, pero sí que no haga falta buscar esas conexiones con lupa. Y eso que uno casi podría pensar que la serie peca de lo mismo que pecaba Arrow en sus inicios, de querer tirar todo lo posible por el realismo y dejar de lado todo lo “súper” de los superhéroes, pero luego llegas al séptimo episodio y te das cuenta de lo equivocado que estabas y que el Universo Marvel de Netflix es mucho más grande de lo que pensabas… (Aunque sigo echando en falta que se vea la Torre Stark en algún plano a lo lejos) También hay gente que ha criticado el traje definitivo de Daredevil, pero como yo aun no he llegado a eso, todas esas críticas las dejare por si Diógenes quiere tomar el relevo y contarnos que le ha parecido a él cuando la haya terminado.
Y otra cosa que mas que no gustarme me preocupa, es el formato de emisión de estas series. Daredevil se ha estrenado ya y se supone que antes de final de Año se estrenara Jessica Jones, dejando para 2016 las de Luke Cage e Iron Fist y ¿Defenders para 2017? Lo que me hace pensar que si alguna vez Daredevil tiene segunda temporada no la veremos hasta dentro de dos o tres años… Y yo la verdad es que aunque se que seria imposible tener en el aire cuatro series anuales al mismo tiempo (aunque al ritmo al que va calando esto de los superheroes entre el publico general quien sabe como acabaremos) hubiese preferido un formato algo mas tradicional donde pueda tener mi dosis regular de superheroes de forma regular cada pocos meses como con Arrow, Flash o S.H.I.E.L.D.
Sobra decir que recomiendo ver inmediatamente esta serie, aunque mejor hacerlo poco a poco, que trece episodios saben a poco y seguro que al acabar solo nos queda un gran vacío. Y viendo la calidad demostrada en esta serie, no me cabe duda de que las otras cuatro series que nos esperan nos van a dejar igual de satisfechos. Lo que no le perdonare a Marvel y a Netflix es que hayan dejado para el final la serie de Iron Fist, aunque por lo visto hasta ahora, y sin spoilear demasiado, yo diría que esa serie debería acabar llamarse Inmortal Iron Fist, y solo por eso podre perdonarles tan larga espera…