Un año más ha terminado y nos ha dejado un buen montón de comics malos, otro montón de comics buenos… y un montón de comics que no hemos tenido tiempo, ganas o dinero para leer… Y como aquí en Brainstomping la palabra “Vacaciones” es algo desconocido, seguimos (en plural mayestático obviamente) al pie del cañón y contamos que es lo peor y lo mejor que nos hemos encontrado en el comic en este 2014 que acabamos de dejar atrás.
Cualquiera que haya leído regularmente el blog ya se habría imaginado que sería incapaz de colocar en lo peor del año la situación actual de DC y la mamarrachada del New52. Este esperpento que ya ha durado más de lo conveniente y que consiste en el “reinado” de Diane Nelson, Dan Didio, Jim Lee, Bob Harras y compañía, sigue con paso firme a pesar de que a veces de la impresión de que solo ha servido para que Jim Lee cuele sus diseños horribles y a sus amigos inútiles. También es algo que ha servido para poco a poco ir marginando a grandes autores que buscan refugio en otras editoriales o en proyectos propios mientras vemos como series que en su momento han sido importantísimas están hoy en día en manos de guionistas incapaces de juntar cuatro letras y de dibujantes que no querrían ni en Avatar… Si, las ventas no son del todo malas, pero no hay más que ver lo que sucedió en los 90 y que comics eran los más vendidos para darse cuenta del poco valor que en ocasiones tiene ese dato. ¿Sera este 2015 el año en el que termine todo? Lo dudo mucho, pero habrá que mantener un poco de esperanza si es que somos capaces de ello.
Y no es que la situación en Marvel sea la panacea. Si, la calidad media de sus series es mucho mejor, y gracias a la espantada de autores en DC están consiguiendo contar con muchos nuevos grandes talentos. Pero entre que a de los grandes crossovers hay que huir como de la peste, que estos provocan que sea difícil seguir las series principales ya que una o dos veces al año van a ser interrumpidas por ellos, o que los cambios provocados por el cine y la televisión hacen que historias de hace un par de años estén hoy medio invalidadas (ese Coulson que ha pasado de ser un recién llegado a Shield a ser un veterano que lleva toda su vida en la organización…) hacen que uno a veces tenga ganas de ignorar buena parte de la producción de la editorial.
De entre lo malo de 2014 tampoco podemos olvidar todos esos grandes comics que tan buenos momentos nos han hecho pasar y a los que la falta de apoyo del público, los jaleos editoriales o las ganas de sus autores de dedicarse a otra cosa nos han obligado a decirles adiós. En 2014 nos despedimos de las desventuras del grupo de villanos más lamentables, traicioneros y divertidos de Marvel, los Superior Foes of Spider-Man de Nick Spencer y Steve Lieber, serie que merecía haber durado mucho más. También tocó despedirse del Jonah Hex de Jimmy Palmiotty y Justin Grey, que aunque tuvo una carrera bastante más larga no por eso deja de ser algo triste. Y aunque un retraso tras otro ha provocado que los capítulos finales del Hawkguy de Fraction y Aja se pospongan hasta este año en el que nos encontramos, 2014 fue el año en el que supimos que sus días estaban contados. Así como contados aparentemente están los días de Fraction en Marvel, a quien el éxito de sus proyectos propios y el jaleo en el que se vio envuelto por los inhumanos le han hecho alejarse de la editorial.
También ha sido 2014 el año en el que se ha confirmado un rumor que llevaba años circulando, que la cuenta corriente de Patrizia Zanotti necesita una nueva inyección de dinero y que por ello en este 2015, veremos el regreso de Corto Maltes, veinte años después de la muerte de Hugo Pratt y veintisiete desde la última aventura del famoso marinero. Para ello y tras que autores como Milo Manara rechazasen continuar sus aventuras, los escogidos han sido dos autores españoles, Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero. Ya dije en su día lo que opinaba de esto, así que me limitare a compartir un video que creo que refleja bastante bien lo que opino de este regreso…
Hay cosas que por mucho que lleven el mismo nombre no son lo mismo…
Pero no todo ha sido malo en 2014 ni muchísimo menos. Este ha sido el año en el que G. Willow Wilson con Ms Marvel/Kamala Khan demostró que se puede hacer un gran comic de superhéroes con protagonista femenina y que guste a todo el mundo sin necesidad de convertirlo en un panfleto propagandístico. Algo parecido a lo que consiguió Charles Soule con su Hulka, donde la heroína no solo volvía a ejercer de abogada, sino que regresaba una vez más al humor que siempre ha funcionado tan bien con ella. La pena es que en esta ocasión las ventas son lo que no han funcionado y en 2015 nos tocara decirle adiós.
Lo que si está funcionando y de miedo es uno de los pocos comics de DC que no son simplemente legibles, sino buenísimos. Con Multiversity, Grant Morrison no solo nos está contando una gran historia, o más bien muchas pequeñas historias interconectadas, sino que numero a numero se está dedicando a recordarnos todo lo que hizo grande a la editorial en el pasado mientras no deja pasar ninguna oportunidad para lanzar sutiles, y no tan sutiles, indirectas sobre el triste estado actual de la misma.
Y como no, me resultaba imposible terminar este repaso sin mencionar que este 2014 ha sido el año de Rick Remender. No solo ha conseguido que sus Uncanny Avengers sea junto con los Mighty de Al Ewing la única serie legible de Vengadores, labor que seguro que continuara este año que acabamos de comenzar. Pero además ha sido el año en el que se ha desatado en sus proyectos propios. Black Science comenzó su publicación en 2013, si, pero ha sido a lo largo de este año en el que las trágicas aventuras de Grant McKay y sus compañeros perdidos en sus saltos entre realidades paralelas se han ganado el favor del público. Con Low y el impresionante trabajo de Greg Tocchini, nos ha llevado a un futuro submarino y apocalíptico próximo a su fin en el que una heroína demasiado cabezota para rendirse es la única capaz de mantener la esperanza y quizás de salvar a la raza humana. Y con Deadly Class y Wes Craig, nos hemos ido de “viaje en el tiempo” a unos salvajes años ochenta en los que Marcus López tratara de sobrevivir a la experiencia de estudiar en una letal escuela de asesinos. Con estos antecedentes y sabiendo que dentro de nada podremos disfrutar de su Tokyo Ghost junto a Sean Gordon Murphy, no me cabe duda de que el 2015 será aun mejor.
Y esto nos lleva a que un año más Image Comics sea la editorial que se lo lleva todo en cuanto a calidad. No se trata solo de casi todo lo anteriormente citado de Remender, el Lazarus de Greg Rucka y Michael Lark, La Velvet de Ed Brubaker y Steve Epting, Ed Brubaker junto con Steve Epting en Velvet y con Sean Phillips en Fade Out, el divertidísimo Sex Criminals de Matt Fraction y Chip Zdarsky y el de momento intrigante Ody-C del mismo Fraction junto con Christian Ward, los únicos comics legibles de Jonathan Hickman, East of West con Nick Dragotta y Manhattan Projects con Nick Pitarra, el brutal Southern Bastards de Jason Aaron y Jason Latour… Y como no, siempre el Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples. Con Image es difícil encontrar algo que no valga la pena leer…
Si, lo sé, se han quedado fuera muchísimas cosas y prácticamente todo está centrado en lo que se produce en Estados Unidos, pero es que los días solo tienen 24 horas y no hay forma humana de estar al día y leer todo lo que nos gustaría leer, por no hablar de que un resumen exhaustivo de TODO lo que sí nos ha dado tiempo a leer requeriría de demasiado espacio, por lo que como dice el refrán, “No están todos los que son pero sí son todos los que están” Asi que de lo bueno no quiero mencionar aunque sea de forma escueta el Rocket Racoon de Skottie Young, el Moon Knight de Warren Ellis, el Flash Gordon de Jeff Parker y Evan Shaner, El Ragnarok de Walter Simonson, el All-New Ghost Rider, The United States of Murder Inc. De Bendis y Oeming, Magneto y Sinestro de Cullen Bunn, el Trees de Warren Ellis… Entre lo malo tenemos el fin de las etapas de James Robinson en Invasores y Cuatro Fantásticos (aunque esta última huele a relanzamiento) y de la Wonder Woman de Brian Azzarello y Cliff Chiang, de lo poco que valía la pena leer en DC (aunque lo que le rodeaba lo hacía parecer mejor de lo que era) el muy decepcionante final de The Wake, y cosas que dan más pena que otra cosa como el Iron Fist de Karee Andrews y la Batgirl de Cameron Stewart y Brenden Fletcher (y aun así dejo fuera muchísimas otras cosas)
Pero si, en general no ha sido un mal año, se han publicado muchos grandes comics, no paran de surgir nuevos talentos y aunque los comics en general no sean superventas más que de forma puntual (que tampoco es que la lectura en general goce de la mejor salud del mundo) el nivel de calidad es muy alto. Aunque como suelo decir siempre, podría haber sido mejor (siempre he sido mas de ver el vaso medio vacío, o por lo menos no todo lo lleno que podría estar) ¿Qué podemos esperar de 2015? Yo firmaría ahora mismo por que el nivel se mantuviese, pero vamos a tratar de ser un poco optimistas y desear que las cosas vayan a mejor aunque sea en este aspecto y que un día de estos podamos tener vacaciones.