La semana pasada vimos como los 4 Fantásticos viajaban al antiguo Egipto por “razones médicas” para localizar una presunta cura para la ceguera que podría devolverle la vista a Alicia Masters. El plan se torció y los héroes se toparon con Rama-Tut, autoproclamado faraón y como ellos viajero en el tiempo, quien gracias a su superior tecnología les capturo y doblego mentalmente. Todo parecía perdido hasta que milagrosamente la Cosa se liberó del control mental de Rama-Tut… ¿Pero fue un milagro o sencillamente cosa de magia? Porque si la historia parecía algo enrevesada todo se complicara un poco más cuando el antiguo Egipto reciba la visita del tercer viajero en el tiempo… el Doctor Extraño.
De 1969 saltamos trece años en tiempo real hasta 1982 y a las páginas del Doctor Extraño nº53. Roger Stern estaba realizando una de las etapas más memorables del personaje acompañado por un equipo de dibujantes de autentico lujo, siendo el añorado Marshall Rogers el encargado del dibujo de este episodio en concreto. En aquel momento Extraño se encontraba desplazándose por el pasado tratando de salvar el alma de su “amiga” Morgana Blessing, que había sido lanzada hacia el pasado por las acciones del Barón Mordo y a la que había que detener a toda costa, ya que no solo peligraba la propia Morgana, sino toda la humanidad (una historia algo larga y compleja que requeriría su propio articulo) Sus viajes, guiado por otro de sus clasicos enemigos, Pesadilla, le llevaron de la Segunda Guerra Mundial a la España del siglo 15 de ahí al Yucatán del siglo 9 y de ahí a la ultima y a la más peculiar de las etapas de su viaje… el Egipto de Rama-Tut.
No había un momento que perder, por lo que nada más llegar, Extraño utilizo el poder del Ojo de Agamotto para localizar el ultimo fragmento del alma de Morgana que se encontraba ¡Sorpresa! en el interior de la esfinge… ¿Cómo no iba a estar en el lugar más concurrido de la época? Pero una vez en su interior el Doctor se llevo la que sería solo la primera de las muchas sorpresas de su viaje, ya que descubrió que el interior de la esfinge estaba repleto de una tecnología a años luz de la de su era (y lo que le quedaba por ver).
Pero el tiempo apremiaba, por lo que dejando a un lado su curiosidad por las maravillas tecnológicas que le rodeaban, Extraño reanudo su misión. Pero si se hubiera tomado algo de tiempo para meditar en lo que le rodeaba quizás hubiera podido evitar lo que le sucedió a continuación, ya que muy a su pesar descubrió que esa tecnología era tan avanzada que podía derrotar incluso al Hechicero Supremo (y a tantos y tantos otros…)
Una vez inconsciente unos robots, que debían ser primos hermanos de los Caballeros Espaciales Galadorianos, le llevaron hacia un sarcófago que le hubiera bloqueado por completo e impedido el uso de sus poderes. (Un Doctor que viaja por el tiempo enfrentándose a robots, la BBC debería hacer una serie de televisión con todo esto…) Pero por suerte para Extraño, se despertó justo a tiempo de lanzar fuera de su cuerpo su forma astral antes de que los robots de Rama-Tut pudiesen activar el sarcófago…
¿Pero fue pura suerte o algo hizo que los robots se retrasasen un poco dándole tiempo a recuperarse? ¿Es posible que alguien interviniese sin ser visto y le salvase in extremis de quedar atrapado para siempre? Todo es posible en la esfinge de Rama-Tut… La semana que viene volveremos a dar un salto hacia delante en tiempo real pero para regresar una vez más al antiguo Egipto, y allí nos encontraremos con los terceros en discordia en este abarrotado escenario, los Vengadores Costa Oeste.