Pensaba comenzar este articulo diciendo que se trataba de un día triste para los fans de DC, pero luego me he dado cuenta de que el “día triste” lleva durando ya unos años… Pero pese a que a estas alturas ya debería estar más que acostumbrado a las decepciones que llegan de dicha editorial, siempre es triste cuando uno de los pocos títulos decentes que aun se editaban (y estos se pueden contar con los dedos de una mano) es cancelado. La semana pasada tuvimos que decirle adiós a All-Star Western, el Jonah Hex de Jimmy Palmiotti y Justin Gray, y desde aquí quiero rendirle mi pequeño homenaje.
A mí siempre me ha gustado mucho el western, ya sea en cine, tv o cómics, y cada nuevo estreno que tenga que ver con él lo recibo con los brazos abiertos. Por eso cuando en 2006 se publico el primer número del Jonah Hex de Palmiotti y Gray me alegre, pero en el fondo no confiaba en que la serie durase demasiado. El western es un género que hace tiempo que dejo atrás su época dorada y salvo contadas excepciones no parece funcionar demasiado bien entre el publico. Pero ocho años y ciento cuatro números después tengo que reconocer que pocas veces me he alegrado tanto de estar equivocado. Si, ni en mi momento más optimista me hubiera atrevido a imaginar que la serie durase tanto, pero leyéndola mes a mes es fácil darse cuenta de cómo esta serie ha sido tan longeva, es que era muy buena. Aunque es cierto que no existe una “formula mágica” que garantice el éxito de un cómic, y más de una vez hemos visto como la mayoría los lectores dan la espalda a títulos buenísimos mientras se revuelcan como cerdos en una pocilga con algún cómic que uno no se explica cómo se ha publicado…
Pero es que Palmiotti y Gray tenían dos cosas a su favor, aparte de su talento como escritores. Primero, al estar la serie ambientada en el pasado podían jugar con el personaje y sus secundarios a su antojo sin tener que preocuparse por el evento de turno, ni crossovers ni ninguna de esas cosas que en los últimos tiempos hacen más mal que bien, y segundo, el publicarse sin las restricciones del Comics Code les permitió soltarse a gusto con Hex y mostrárnoslo con una crudeza y una brutalidad que le sentaba como un guante al personaje y que la mayoría de los autores que se habían encargado de él en el pasado no habían podido utilizar.
Así durante varios años pudimos ver a un Jonah Hex como pocas veces habíamos podido verle pero siendo al mismo tiempo tremendamente fieles al clásico, otra de las cosas que hay que agradecerles al dúo de guionistas. El antihéroe brutal y despiadado guiado por su peculiar sentido del honor era exactamente el mismo personaje de siempre, solo que ahora libre de la censura que había cortado las alas de sus guionistas durante tanto tiempo (miniseries de Vertigo aparte) Pero esta serie no contaba solo con unos grandes guiones, también conto con un reparto artístico de lujo en el que podemos encontrar desde a Tony DeZuniga, el co-creador del personaje, a una larguísima lista de grandes artistas entre la que podemos encontrar a gente como Brian Bolland, Andy Kubert, JH Williams III, Paul Gulacy, Darwyn Cooke, Walter Simonson, Jeff Lemire, Dick Giordano, Fiona Staples, Howard Chaykin, Richard Corben, Bill Sienkiewicz, o incluso el español Jordi Bernet. Como decía más arriba, no hay una formula mágica para el éxito, pero contar con buenos guionistas y grandísimos dibujantes ayuda un poco a ello. Pero entonces llego el New52…
Si, Flashpoint llego, Jim Lee continuo con su golpe de estado encubierto y a Jonah Hex todo eso le paso por encima. Si, la serie se renumeró de nuevo y cambio su titulo de Jonah Hex a All-Star Western, recuperando el titulo de aquella cabecera de antología de comics del oeste de los años cincuenta que usurpo el lugar dejado por el All-Star Comics de la JSA. Pero una vez más el estar ambientada en el pasado permitió que los cambios en su serie fuesen superficiales. El titulo cambio, la acción se traslado de los desiertos y llanuras del salvaje oeste a la no menos salvaje Gotham City del siglo 19 pero todo lo demás siguió igual, por lo que podría decirse que Jonah Hex fue uno de los pocos supervivientes del autentico Universo DC.
Nada de esto mermo la calidad de la serie, de hecho el cambio de escenario sirvió para contarnos algunas de las historias más divertidas del personaje, con un Hex que no acababa de encajar en una sociedad tan “civilizada” como la del futuro hogar de Batman. Aunque esto acabo obligando a los guionistas a incluir un crossover con «Night of the Owls» del Batman de Snyder, se las arreglaron para que no molestase demasiado y encajase con el tono de la serie. Algo que consiguieron también cuando homenajeando historias pasadas del personaje, convirtieron a Hex en un viajero del tiempo involuntario, que en lugar de acabar en un desolado futuro post-apocalíptico ha terminado en el presente del New52 (que para mí no son muy diferentes…) lo que le sirvió para encontrarse incluso con Superman, y todo ello sin perder en ningún momento el nivel de calidad acostumbrado. Nivel de calidad que se mantuvo también en el apartado artístico, donde además del regreso de algunos de los artistas anteriormente mencionados, también pudimos ver a Hex dibujado por gente como José Omar Ladrönn, Pia Guerra, Ariel Olivetti, Glen Fabry o el mismísimo José Luis García López.
Pero al final las ventas no han sido suficientes para mantener esta serie, que ya ni aparecía en los Top100 de ventas (en julio de 2014 se encontraba en el puesto 201), y ha tocado decirle adiós a Jonah Hex. Y Jimmy Palmiotti y Justin Gray se han despedido del personaje de una forma de lo más emotiva y entrañable. Se las han arreglado para respetar lo que se nos había contado durante años sobre el destino final de Jonah Hex y darle al personaje un final más o menos definitivo pero con unas enormes puertas abiertas para recuperarle en el futuro, demostrándonos por última vez el inmenso cariño y respeto que debían sentir por este viejo vaquero. El viaje ha sido divertido, emocionante y ha durado mucho más de lo que muchos nos hubiéramos atrevido a esperar, pero tristemente ha tocado a su fin. Nos quedan ocho años de historias que releer y la confianza de que estos dos escritores nos seguirán dando grandes comics de los que disfrutar.
Y es que Jimmy Palmiotti y Justin Gray no se van a quedar de brazos cruzados, el mes pasado se publico el primer número de Star Spangled War Stories, serie que recupera el titulo de otra de las viejas antologías de DC, dedicada en esta ocasión al género bélico. Pero en lugar de recuperar a alguna vieja gloria del genero, personajes de los que DC no anda precisamente escasa, han optado por apostar por un personaje de nuevo cuño, G.I. Zombie, alguien que no hubiera desentonado lo mas mínimo en los comics bélicos de DC de los años cincuenta, sesenta y setenta. Parece que estos dos escritores no tienen demasiadas ganas de alejarse de los márgenes del Universo DC y prefieren seguir disfrutando de la libertad que les da el trabajar en esta clase de proyectos, y aunque aun no he tenido la oportunidad de leer nada de este nuevo trabajo suyo, no me cabe duda de que mantendrán el nivel de calidad al que nos han acostumbrado en la última década contándonos las aventuras de Jonah Hex.