Se suele decir que todo héroe necesita un gran villano, algo que en el género de los superhéroes suele ser bastante cierto. Es difícil imaginarse a los 4 Fantásticos sin el Doctor Muerte, a Superman sin Lex Luhtor, a Batman sin el Joker o al Capitán América sin Cráneo Rojo, por citar solo unos cuantos. Pero por cada villano bien desarrollado y mimado por los autores que se han encargado de él, podemos encontrar docenas que son poco más que un nombre y un traje. Resulta curioso darse cuenta de que muchos de estos villanos de tercera cuentan con décadas de historia a sus espaldas, y sin embargo en todo ese tiempo su desarrollo ha sido prácticamente nulo, un cambio de traje y/o poderes algún apunte suelto de su personalidad y poco más. Y es de unos cuantos de estos villanos (y algún otro semi-nuevo) de los que Nick Spencer se ha encargado en las páginas de The Superior Foes of Spider-Man, demostrado una vez más aquello de que no hay personajes malos, solo autores que no han sabido sacarles todo el jugo.
Fred Myers/Boomerang no es precisamente un villano de primera división, nunca ha querido conquistar el mundo ni destruir a ningún grupo de superhéroes, es solo un criminal de poca monta que lanza boomerangs, tiene unas botas cohete, que la mayor parte del tiempo se dedica a ser un matón a sueldo de gente como Justin Hammer y cuyas entradas y salidas de prisión son tan constantes como sus derrotas. Pero Fred ni es lo bastante inteligente como para ser un supervillano de verdad al que todos teman, ni lo es como para aprender de sus errores y reformarse como su ex-colega y ahora agente de la condicional Abner Jenkins/Escarabajo/Mach IV, Fred ha nacido para perder. Es por eso que cuando el Camaleón se pone en contacto con él para ofrecerle un trabajo Fred ni se lo plantea, pero sabe que este es un trabajo que no puede hacer solo, es lo bastante listo como para darse cuenta de eso, por lo que el primer paso para cumplir su contrato consistirá en refundar a los Seis Siniestros.
Y si Fred es un villano lamentable sus nuevos compañeros de equipo no lo son menos. Estos nuevos Seis Siniestros salidos de la galería de villanos de Spiderman (la excusa para el titulo de la serie) liderados por Boomerang son; el Conmocionador/Shocker, Speed Demon, Overdrive y la nueva Escarabajo… si, son solo cinco, pero ya habíamos dejado claro que no son un grupo de villanos muy espabilados. El trabajo que tienen entre manos no debería ser demasiado complicado, entrar, agarrar el objetivo y salir. Pero cuando tu grupo está formado (y liderado) por una panda de traidores, incompetentes y cobardes, hasta el trabajo más simple se convierte en toda una odisea de imprevisibles consecuencias.
Nick Spencer, el tipo que de vez en cuando se dedica a arreglar los Vengadores de Hickman, nos presenta aquí uno de los cómics más divertidos que está publicando Marvel en la actualidad. El que todos estos villanos, y el resto de la larga lista de secundarios, sean poco más que lienzos en blanco, le está dando a Spencer toda la libertad del mundo para desarrollar sus personalidades de forma hilarante e incluso consecuente con lo poco que se nos había contado de ellos. Si, no es una formula novedosa, es la misma que usaron Giffen, DeMatteis y Maguire con la añorada JLI, y más en concreto con su no menos añorada Liga de la Injusticia. Pero aunque aquí Spencer no ha llegado al nivel que alcanzaron aquellos, tarea difícil por otra parte, el retrato que hace de estos lamentables villanos que están demasiado ocupados traicionándose entre ellos o saboteándose a sí mismos como para terminar su misión es demasiado divertido como para no darle una oportunidad.
Y acompañando a Spencer nos encontramos con Steve Lieber en el apartado gráfico. Lieber es uno de esos artesanos cumplidores que llevan décadas en el mundo del cómic, y que aunque no suelen estar precisamente en lo más alto de las listas de los favoritos de los fans (aunque viendo quienes suelen estar mejor para él estar ausente) es alguien a quien siempre alegra ver. Su habilidad para reflejar la patética cotidianidad de estos tristes villanos y su capacidad para la caricatura y expresividad de los personajes le hacen perfecto para este tipo de serie. Aunque no negare que me encantaría ver a Kevin Maguire encargarse de algún número que otro…
Resulta curioso que un titulo que a primera vista se podría pensar que se había publicado solo para aprovechar el tirón que tenia Superior Spider-Man, no solo haya sobrevivido a esta, sino que encima siga manteniendo el nivel y mes a mes nos esté dando el cómic más divertido de Marvel. Aunque es verdad que con el exceso de drama que tienen la mayoría de los cómics hoy en día tampoco era muy difícil destacar en ese sentido. Así que aquellos que aun no le hayan dado una oportunidad a esta serie ya están tardando. Y quien sabe, igual un día incluso aparece Spiderman por la serie…