Cuando hace un año y pico hable por aquí del vol1 del Zot! de Scott McCloud prometí hablar también del vol2 de la serie, pero entre unas cosas y otras su lectura se fue postergando y parecía que ese día no llegaría nunca, pero por fin conseguí sacar tiempo para ello y aquí está el resultado. Leyendo esta segunda parte de Zot! uno casi tiene la sensación de encontrarse ante un comic muy diferente, pero por suerte en esta ocasión diferente no significa malo. Y este Zot, aunque quizás no sea del todo el mismo de aquellas primeras historias, sigue siendo una lectura más que recomendable. Así que veamos de una vez que es lo que ofreció Scott McCloud a sus lectores en aquel vol2 de su trabajo más recordado (libros teóricos aparte) y porque esta etapa acabo ganándose el respeto tanto de la crítica como del público.
El comienzo de este vol2 no es muy distinto a donde se quedo la serie en su día. Zachary T. Paleozogt, Zot para los amigos, sigue siendo el mayor héroe de su Tierra alternativa de 1965 y la protege de enemigos tan pintorescos como el “steampunk” Doctor Ignatius Rumbault Bellows, o viejos conocidos como Dekko y 9-Jack-9. Pero aunque para Zot y su mundo las cosas no han cambiado mucho, Jenny, la amiga de Zot de su otra Tierra, se siente cada vez peor. Su tierra, que siempre le había parecido gris y aburrida y en la que no se sentía encajar, se lo parece cada vez más en comparación con la maravillosa y casi perfecta tierra de Zot. Sus días se han convertido en esperar la siguiente visita de su héroe para que la aleje de su tierra y la lleve a disfrutar de las maravillas de ese mundo paralelo, al mismo tiempo que su amargura crece y cada vez tiene menos ganas de regresar a su hogar.
Pero si algo caracteriza a Zot es su eterno optimismo, y eso a pesar de que su vida sigue estando salpicada por la tragedia una y otra vez. Así que, decidido a demostrarle a Jenny que su tierra no puede ser tan mala como ella cree, se muda a su mundo para ayudarla a descubrir todo lo bueno que su tierra puede ofrecer. Aquí es donde el optimismo de Zot sufrirá su prueba más dura, ya que pese a todas sus buenas intenciones la tierra de Jenny (la “nuestra” en los años ochenta) no se lo pondrá nada fácil. Y Jenny por su parte, pese a tener a Zot a su lado de forma regular, seguirá sufriendo lo indecible al sentirse más atrapada y oprimida que nunca, ya que aquella pequeña válvula de escape que suponían sus visitas a la tierra de Zot está fuera de su alcance de momento. Pero pese a las dificultades que ambos encuentran en esta nueva situación, serán capaces de superar todas las pruebas que la vida ponga en su camino y además tendrán tiempo incluso de madurar…
Si, como ya dije en su día, el cambio entre el vol1 y el vol2 es notable aunque al principio cueste apreciarlo. No fue solo el color lo que perdió la serie entre ambas etapas, sino también una pequeña parte de su inocencia y optimismo en favor del realismo y algo de melodrama. Las aventuras futuristas de Zot, y su extravagante galería de villanos, dejaron paso a un más que peculiar “slice of life” en el que los elementos de ciencia ficción fueron desapareciendo poco a poco. Y eso pesar de que uno de los secundarios (si, Zot acabo cediendo incluso el protagonismo) era un tipo que volaba por ahí mientras trataba de salvar al mundo.
Lo que sucedió fue que a medida que Scott McCloud fue creciendo como autor de cómics y como persona (en aquellos años se caso y tuvo su primera hija) sus inquietudes fueron cambiando y con ellas la serie. McCloud quería experimentar y hacer otro tipo de historias, de hecho ya estaba preparando lo que sería su primer libro teórico, “Understanding Comics”. Pero a McCloud pero le costaba dejar la serie que tan buenos ratos le había hecho pasar a él y a sus lectores, por lo que Zot se fue amoldando a su “nuevo autor”.
En esta nueva etapa McCloud aprovechó para tocar todos aquellos temas que no había podido tocar en la primera etapa de Zot, aunque incluso en aquellos tiempos ya podíamos encontrar algo de crítica social en ella. Pero aquí dio un paso más, de pronto Zot y sus amigos tenían que hacer frente al acoso escolar, a la homofobia, al miedo a ser diferente y ser rechazado por ello, el desamor, la soledad… “Enemigos” todos ellos mucho más duro de lo que lo habían sido aquellos coloridos villanos a los que estábamos acostumbrados. Pero pese a que el tono de a serie parecía ir directamente encaminado hacia el pesimismo, Zot/McCloud siempre se las arreglaron para mostrarnos que al final, por difíciles que parezcan las cosas, siempre podíamos encontrar esperanza.
Así que si, este segundo volumen de la serie es muy diferente del primero, y va a decepcionar a quienes lo lean esperando encontrarse más de lo mismo. Pero quienes se acerquen a esta etapa con una mentalidad más abierta descubrirán no solo un gran cómic, sino a un autor al que veremos madurar como guionista y como dibujante a medida que pasamos las páginas de esta obra tan personal.