Hace muchos años, en una época que parece surgida de mitos y leyendas, existía una editorial que respetaba sus personajes y en vez de castrarlos a estos y a sus historias, las mimaba y ampliaba… La DC de los 90 pre-Image. Sé que con la perspectiva de hoy en día cuesta creer que esta época existió, pero fue así. Fue durante la etapa de Peter David al cargo de los guiones de Aquaman cuando este decidió ampliar y explicar con detalle los orígenes de la civilización submarina de la que Aquaman era rey. Así que ayudado por el gran talento de Esteban Maroto y con la complicidad de editores que respetaban a sus autores, Peter David nos presento una de las piedras angulares del origen de Aquaman, las Crónicas de Atlantis, comic que en la DC actual ya se han encargado de invalidar por completo…
En diversos comics se nos había contado que la Atlantis de Aquaman era lo que quedaba de la Atlantis de Arion el mago y que tenían alguna relación con la Skartaris de Warlord, pero la conexión entre ellas había sido en ocasiones algo nebulosa. Sabíamos que en algún momento de su historia posterior al reinado de Arion Atlantis se hundió, que sus habitantes aprendieron a vivir y respirar bajo las aguas y que miles de años después nació Aquaman. Todo lo que había entre ambos periodos históricos era algo confuso y hasta donde yo sé ningún guionista había profundizado demasiado en ello. Pero Peter David se encargo de poner orden en aquella confusa historia como parte de su trabajo de relanzar a Aquaman.
Los años de gloria de la ciudad dorada que Arion había conocido y gobernado habían pasado hacia mucho, pero pese a ello la Atlantis del Rey Orin seguía siendo la civilización más avanzada del planeta. Era un reino en el que la ciencia y la magia convivían codo con codo, pero Orin era un tecnócrata que prefería confiar en la lógica de la ciencia antes que en los antiguos dioses. Todo lo contrario era su hermano Shalako, quien odiaba la ciencia y dedicaba todo su tiempo a redescubrir los secretos perdidos de la magia Atlanteana y no confiaba más que en presagios y en la voluntad de los viejos dioses.
Pero la avanzada civilización de Atlantis despertaba la envidia y la codicia de sus más primitivos vecinos y los ataques para robarles sus secretos se convirtieron en una constante. Para poner remedio a ello Orin ordeno construir una cúpula que protegiera a la ciudad, lo que despertó la ira de Shalako, quien afirmaba que eso ofendería a los dioses. Orin considerando todo eso nada más que supersticiones siguió adelante con su plan y la cúpula fue terminada, pero los problemas de los atlantes no habían hecho más que empezar. Un gigantesco (y realmente siniestro) meteorito se acercaba a la Tierra, y aunque no caería sobre la ciudad, si caería lo bastante cerca como para ponerla en grave peligro. Orin lo consideraba simple azar, mala suerte y Shalako un castigo de los dioses por haberse apartado de ellos. Pero fuese cual fuese el motivo de aquel cataclismo, lo único cierto es que el meteorito cayo y Atlantis se hundió bajo las aguas…
La avanzada ciencia de Atlantis preservo a la ciudad y sus habitantes, quienes sufrieron para adaptarse a su nueva situación, atrapados en las profundidades y convencidos de que el mundo de la superficie había sido arrasado por completo. Se enviaron a la superficie numerosas expediciones que jamás regresaron (algunas de las cuales fundarían la civilización que milenios más tarde visitaría Travis Morgan/Warlord) y a los Atlantes no les quedo más remedio que aceptar su destino. Pero la familia real de Atlantis parecía condenada a luchas fratricidas sin fin, y al igual que Arion y Gaarn antes que ellos, o Aquaman y Orm milenios más tarde, la división entre Orin y Shalako fue haciéndose cada vez más grande. Atlantis se dividio en las ciudades de Tritonis y Poseidonis, sus habitantes descubrieron como respirar bajo el agua y algunos evolucionaron hasta convertirse en tritones y sirenas. Los siglos pasaron, hubo guerras entre ellos y contra la superficie, en algunos aspectos su civilización prospero y en otras degenero, cayendo muchos de sus habitantes en miedos irracionales y supersticiones, y las luchas fratricidas entre sus gobernantes se mantuvieron. Pero pese a todo Atlantis consiguió perdurar hasta el nacimiento de aquel que debía unir los legados de Orin y Shalako…
Peter David convirtió los pocos detalles que se habían contado sobre el pasado de Atlantis en una epopeya que poco tiene que envidiarle a sagas como “Juego de Tronos”. Amplio los orígenes de Aquaman (y los cambio un poquito, para que negarlo) y modernizo al personaje, consiguiendo que fuese una de las series más interesantes de su época. La forma en la que Peter David agarro unos cuantos conceptos dispersos y los desarrollo para que la transición entre la Atlantis de la antigüedad y la presente no resultase algo forzado. Pero si el trabajo de Peter David es digno de elogio, el de Esteban Maroto es para quitarse el sombrero. Este dibujante que se acabo especializando en la fantasía heroica fue una grandísima elección para narrar estas crónicas. Su increíble talento consiguió hacer creíble esta civilización submarina a la que doto de una arquitectura y modas únicas, y que era capaz de plasmar con la misma facilidad pasmosa la crudeza de la violencia de la guerra ySin el el erotismo de los personajes.
Pero podemos ir olvidándonos de ver de nuevo este mundo que Peter David creo. Geoff Johns, en su aparente empeño en cargarse todo lo que creo Peter David (nunca he entendido eso) y convencido de que Aquaman no “molo” hasta que llego él, ha invalidado toda esta historia. Del pasado de Atlantis nos contó, antes de dejar la serie, una versión mutilada y travestida en la que otro Rey Atlante y su hermano pelearon, la ciudad se hundió y miles de años después nació el Aquaman molón, todo lo demás (sobre todo lo creado por Peter David) no existió. Pero pese a que DC jamás ha reeditado esta serie desde que se publico originalmente hace más de veinte años (lo peor es que ni me sorprende), lo que no nos pueden quitar es que este cómic existió y que tantos años después sigue siendo igual de bueno que entonces, aunque para leerlo haga falta rebuscar en mercadillos y tiendas/webs de segunda mano o utilizar otros métodos.