Que Rick Remender es un apasionado de la ciencia-ficción es algo que ha quedado ampliamente demostrado a lo largo de su carrera, en la que no solo nos encontramos con que es uno de los mejores guionistas del género de la actualidad en el mundo del comic. Es que si escarbamos un poco en su biografía encontramos que trabajó como animador en películas como el Gigante de Hierro y Titan A.E o que ha sido guionista de videojuegos como Dead Space o Bulletstorm, sin olvidar comics como Fear Agent o Uncanny X-Force, está claro que la ciencia-ficción es lo suyo. Y esto lo ha demostrado una vez más con su nuevo comic para Image, Black Science, donde Remender da rienda suelta a su pasión por la ciencia-ficción y el pulp y nos da el que ha sido uno de los mejores estrenos de comic del pasado año.
Grant Mckay no es un científico cualquiera, es un antiguo miembro de la Orden Anarquista de Científicos y sus teorías están muy por delante de la mayoría de científicos del planeta. El trabajo de su vida ha sido la “Columna”, un artefacto que le permite desplazarse a través de las infinitas realidades alternativas que forman la creación y que la empresa que está financiando su trabajo pretende utilizar como fuente inagotable de recursos. Minerales raros, tecnologías desconocidas, nuevos medicamentos… todo esto y más se encuentra al alcance de Grant y su equipo en alguna parte del multiverso. Pero durante el viaje de prueba algo sale terriblemente mal, lo que debía ser un sencillo viaje de rutina, en el que Grant ha llevado incluso a su mujer e hijos, se ha convertido en una pesadilla de la que no parece haber escapatoria.
Alguien ha saboteado la Columna y ha arrastrado consigo a todos los que se encontraban en las cercanías del artefacto, y ahora no solo no pueden controlar hacia donde van a viajar, sino que la posibilidad de regresar a casa les ha sido arrebatada. Atrapados en un viaje sin retorno aparente en el que escapan de un mundo de pesadilla para caer en otro peligro mayor, la única posibilidad que tienen Grant y los extraoficialmente conocidos como Dimensionautas es seguir saltando de mundo en mundo con la esperanza de encontrar una forma de reparar la columna y poder volver a su hogar… suponiendo que sean capaces de sobrevivir el tiempo suficiente para ello.
Rick Remender lo ha vuelto a hacer, con una historia que parece que hemos visto ya innumerables veces ha creado una historia que parece nueva y que engancha al lector, y que de mantener el nivel da la impresión de que podría incluso superar a su Fear Agent. Estos “Dimensionautas” saltando de un mundo exótico a otro, el peligro constante en el que se encuentran… todo ello tiene un aire pulp muy fuerte imposible de negar y que Remender y otros autores parecen empeñados en poner de nuevo de moda (algo de lo que no me pienso quejar). También ayuda al disfrute de Black Science que recuerde mucho a una de mis series de televisión favoritas, Sliders, en la que sus protagonistas se encontraban prácticamente en la misma situación, aunque también podemos encontrar similitudes con Perdidos en el Espacio/Lost in Space, la familia perdida, el secundario siniestro… solo les falta el robot. Y conociendo el cariño que tiene Remender por la ciencia-ficción no me cabe duda de que ambas le han influenciado a la hora de crear este cómic.
Y es Matteo Scalera, quien ya colaboro con Remender en Secret Avengers, quien consigue darle a la historia el remate perfecto para que todo funcione. Desde los uniformes de los Dimensionautas a la tecnología que utilizan estos o los diversos mundos que visitan (y tan diferentes entre sí que parecen diseñador por distintas personas) Scalera ha sabido captar la esencia retro del pulp y darle una apariencia moderna y algo siniestra, y es que en este comic nos ha sumergido en mundos que parecen sacados de la imaginación de Edgar Rice Burroughs y nos ha mostrado una desquiciada guerra entre soldados alemanes de la 1º guerra mundial y un enemigo de lo más insólito con una facilidad pasmosa. Está claro que Remender sabe rodearse de grandes colaboradores.
Igual aun es un poco pronto para lanzar las campanas al vuelo, solo se han publicado tres números, pero da la impresión de que Black Science acabara convirtiéndose en uno de los mejores trabajos de Rick Remender. Eso sin mencionar que es otro punto a favor de una Image que a estas alturas ya se puede permitir mirar por encima del hombro a las tradicionales “dos grandes”. Así que todos los aficionados a la ciencia ficción, a la aventura pulp o sencillamente a los buenos cómics, ya están tardando en darle una oportunidad a Black Science.