Hay una razón por la que no hablo de Nuria Bermudez, y es precisamente porque Nuria Bermudez quiere que hable de ella. ¿Sabes quién es Nuria Bermudez? ¿No? Entonces la sociedad y el mundo está haciendo algo bien. Si por el contrario eres de los que aún se acuerdan de Nuria Bermudez, continúa guardando silencio al respecto y el mundo será un lugar mejor. Pues algo parecido está pasando con Tess Fowler…
No, no voy a poner una foto de Tess Fowler. Que su trabajo hable por ella…
Sólo he encontrado un cómic realizado por Tess Fowler, y ése es el número 6 de Embrujadas para la editorial Zenescope. ¿Que no sabes que editorial es esa? ¡Genial, otra cosa que estamos haciendo bien! Pero me temo que vamos a tener que contar de que va esa gente, porque el tema de la igualdad entre sexos me parece algo serio de lo que algunos jetas deban aprovecharse… Zenescope es una editorial fundada en 2005 y cuya serie principal es Grimm Fairy Tales, un cómic sobre una doctora que tiene el poder de sacar a los cuentos de hadas de su mundo imaginario y… Oh, ¿a quién quiero engañar? Grimm Fairy Tales es la serie de las portadas con Caperucita Roja Guarrilla, la Blancanieves Putón y la Bella Durmiente Ninfómana. Es la serie que cuatro salidos se compran y se llevan una decepción mayúscula al ver que todo es publicidad engañosa, y que ahí dentro no hay la orgía de sexo y violencia que se esperaban, si acaso sólo violencia.
La cuestión es que, como habrás podido adivinar, Zenescope hace cómics malos. Muy malos. Eso es algo normal en una editorial independiente que está empezando y que no puede pagar gran cosa a los autores -después de todo, en muchas ocasiones son los autores los que pagan por publicar-, pero en el caso de Zenescope la editorial lleva casi diez años manteniendo las tetas por gancho y el interior en estado lamentable. No voy a extenderme más y hablar del evento colosal que tienen preparado para este año y en el que probablemente desaparezca el universo Zenescope para luego renacer cual ave fénix, porque lo que realmente nos preocupa es que Zenescope también hace licencias. Porque Zenescope hace cómics de «Embrujadas» (Charmed), aquella serie de la década pasada en la que salía la hija de Schwarzenegger en Commando jugando a ser bruja y se enfrentaba a un mal imitador de Darth Maul que luego acabó interpretando a… Mejor no hablar de ello.
Pero estábamos hablando de Tess Fowler, la cual cuenta con todas mis simpatías porque no deja de ser una dibujante que intenta abrirse camino y eso es duro y complicado. Le queda mucho por aprender -aunque «mucho» tal vez sea un eufemismo que se queda demasiado corto- y hasta aquí todo iría normal hasta que… Tess, tras guardar seis años de silencio, denunció que Brian Wood había intentado propasarse con ella. La cosa, como todo hoy en día, fue a través de twitter, y Tess contó como durante una ComiCon, Wood fingió interés en su trabajo sólo para llevarsela a la cama, ¡y eso teniendo en cuenta que él en aquel momento estaba casado y con una criatura en camino! Por lo visto Wood, sin ningún tipo de freno, la interrumpió un día en mitad de una conversación con sus amigos para darle su número de habitación de hotel para que ella pudiera pasar más tarde a «saludarle»… Ella se sintió agredida, pero decidió ignorar los requerimientos del sujeto. Y así, al día siguiente, Wood interrumpió otra conversación de Fowler con sus amigos al grito de «¡Te estuve esperando, ¿a dónde coño fuiste?!» Más tarde y a través de Facebook, un Brian despechado le dejaba claro a Tess que ni le interesaba su trabajo ni le gustaba como se cosplayeaba, que él sólo quería llevársela a la cama.
La respuesta de Wood al revuelo que se montó cuando salió la historia a la luz fue la de reconocer que le había entrado a Fowler en un bar hace unos ocho años, que ella le había rechazado y que en absoluto la había insultado ni la había acosado por facebook. Fowler se pasó varias semanas -la cosa llega hasta hoy en día- pegándose con gente por twitter, denunciando la misoginia existente en el mundo del cómic estadounidense y el que su caso con Wood se había repetido con más gente. En mitad de la vorágine de insultos con algún que otro orangután y alguna que otra orangutana, Fowler reescribió el relato original en un post de tumblr en el que reconocía que antes del incidente Wood y ella ya se habían conocido a través de MySpace -¡figurate si no ha llovido desde entonces!-, y extendiendo el relato cada vez más y más y tratando de dar una peor imagen de él.
Toda esta polémica se dió hace cosa de dos o tres meses, y en Brainstomping no nos pareció que mereciera la pena hablar del tema, al final la cosa parecía más salida de un programa de cotilleo de esos que tanto nos esforzamos en ignorar que algo que tuviera el menor interés. Sin embargo, hace poco IDW cometió la desafortunada idea de publicar esto como una portada alternativa para su serie de The PowerPuff Girls:
La gente se quejó de que se sexualizara a personajes que supuestamente tienen 7 u 8 años y volvió la escandalera. La dibujante de la portada -Mimi Yoon- defendió su trabajo alegando que el primero que puso la voz en grito contra la portada era un librero que frecuentaba clubes de streap-tease, y que lo chungo es que el personal pudiera pensar que su portada estuviera sexualizando menores -cuando obviamente la portada estaba dibujando una versión de mayor edad de los mismos personajes. Sin embargo, y dado que era una variant cover, IDW y Cartoon Network prefirieron dejarse de polémicas y retiraron la portada del mercado. Esto no apagó la polémica, y es entonces cuando Tess Fowler decidió hacer una versión «correcta» de la portada:
Mira Tess… No. Esto no. Quiero decir, no voy a entrar en tus discusiones con Brian Wood, eso es cosa vuestra. Si hubo una agresión sexual eso es un delito y tiene que ser castigado, pero lo que no tiene ningún sentido y no te hace ningún bien es dar la nota de esta forma, queriendo ser la abanderada de una causa que te queda grande. Anita Sarkeesian está haciendo algo parecido en los videojuegos y la están atropellando por ello, pero a diferencia de tí no solo sabe de lo que habla, si no que argumenta que da gusto. Tenga razón o no, su discurso es perfectamente válido y funciona, mientras que lo tuyo apesta a querer llamar la atención como sea porque tu trabajo no da la talla. Y ya, ya sé que la gente se burla de tu trabajo en Zenescope y BlueWater, que tu quieres triunfar en un negocio lleno de competencia y lleno de gente con muchísimo talento que nunca llega a profesional, pero tengamos un poco de decencia, joder. No le hace nada bueno a la causa que pretendes defender que metas la pata de forma tan espectacular con portadas como esta.
Y a todo esto, Mimi Yoon tampoco ha publicado gran cosa. Mimi Yoon también está en las mismas que Tess Fowler, pero parece que lo que mola es sumarse al linchamiento público a ver si podemos sacar tajada, y si IDW deja de contar con la artista porque está «manchada por la polémica», pues que malos son que han echado de la industria a otra mujer. Pero que me den trabajo a mí que abandero la igualdad y estoy superconcienciada… Vamos venga, no me jodas. Tanto problema son las portadas de Pixie marcando escote como los guardianes de la moral y las buenas costumbres que ven la terrorífica sexualización donde no la hay. Y es que no hay ojo más sucio que el de un censor…