Pese a que en ocasiones es algo irregular (aun no le he perdonado sus soporíferos Defensores), Matt Fraction ha conseguido convertirse en uno de mis guionistas favoritos de la actualidad. Y es que sus cómics buenos acaban consiguiendo que uno se olvide de esos trabajos menores que parece haber escrito con más desgana que otra cosa. Entre estos trabajos suyos más destacados podemos encontrar, dentro de su producción para Image, uno de los últimos cómics que ha creado, Sex Criminals.
En este cómic nos encontramos con Suzie, una chica normal y corriente, o al menos todo lo normal y corriente que puede ser una chica que cuando tiene un orgasmo parece que J.J. Abrams esta iluminando su vida. Pero Suzie no siempre fue así, hubo un tiempo en el que no era más que una niña inexperta que estaba comenzando a descubrir los misterios del sexo y se encontró con que no tenía nadie con quien hablar del tema. Su padre había fallecido y su madre se había refugiado en la autocompasión y el alcohol, por lo que no podía contar más que consigo misma para tratar de averiguar que eran los cambios que estaba sufriendo su cuerpo. Suzie se había dado cuenta de que estimulando sus partes intimas no solo sentía un gran placer, sino que ante sus ojos se desplegaba todo un espectáculo de luz y color como si de la aurora boreal se tratase… y el tiempo se detenía.
Así que contado con toda la naturalidad del mundo seguimos a Suzie por su viaje a través de los misterios del sexo, misterios acrecentados al no ser capaz de encontrar a nadie con quien hablar del tema. Su madre no estaña en condiciones de ayudarla y sus profesores y libros de la biblioteca no iban mucho mas allá del “no te toques que es malo”. Y es que Suzie era tan inexperta que daba por hecho de que lo que le sucedía a ella era lo que le pasaba a todo el mundo, pero pronto algunas de sus compañeras de instituto la sacaron de su error y se dio cuenta de que su situación era algo bastante único. Por suerte para ella estas compañeras la ayudaron, de forma muy gráfica y natural, de enterarse de cómo funcionaba esto del sexo.
Pero ni todos los conocimientos del mundo la ayudaban a evitar que su vida sexual diese algo de pena, porque el problema de detener el tiempo al tener un orgasmo, es que tu pareja también quedaba congelada, lo que acababa matando un poco la pasión. Suzie estaba convencida de que su vida sexual estaba condenada a ser una larga cadena de frustraciones, que sería incapaz de disfrutar del sexo como el resto del mundo y que viviría siempre como una rareza. Al menos fue así hasta el día en el que conoció a John en una fiesta, y tras intimar con él se dio cuenta de que no estaba tan sola en el mundo como ella creía.
Este comic ha sido una agradable sorpresa, no solo por confirmar que Fraction acaba teniendo siempre más comics buenos que malos, sino por la originalidad de la historia y la naturalidad con la que está contada. Y no es que la utilización del sexo en el comic sea algo novedoso precisamente, ni siquiera en una sociedad tan puritana como la estadounidense, pero sí que es verdad que en los últimos tiempos parece estar multiplicándose el numero de series que hacen de esto uno de los principales temas de la historia, o por lo menos no lo ocultan como si fuese algo “sucio”. Saga, Satellite Sam, Sex… Parece que por fin ha llegado el momento de que en Estados Unidos se empiece a tratar el sexo en el, llamémosle “comic mainstream” como un elemento más dentro del cómic, como se ha hecho desde siempre con la violencia, el humor, el suspense… Obviamente esto no ha estado exento de polémicas y ha provocado que más de uno de estos cómics tenga problemas a la hora de distribuirse por los canales digitales de Apple o ComiXology. Se ve que aunque van por el buen camino aun les falta madurar un poco como sociedad.
Así que tratándose de un cómic escrito por el “Fraction bueno” no puedo más que recomendarlo. Porque es divertido, inteligente, está bien dibujado, se sale algo de lo habitual y no trata a los lectores como a idiotas. Está claro que Image a día de hoy se está superando a sí misma con cada nuevo cómic que publican y de seguir así las cosas, me da a mí que dentro de nada (por no decir que ya mismo) cuando hablemos de “las dos grandes” en el mundo del cómic, acabaremos refiriéndonos a Marvel e Image.