De vez en cuando hay películas de las que no esperas absolutamente nada y te acaban sorprendiendo agradablemente. Películas que, ya sea por una promoción desastrosa, por estar realizada por (casi) completos desconocidos o por contar una historia a priori poco interesante, las descartas sin darles ni una oportunidad. Una mezcla de todo esto es lo que me sucedió con This is the End/Juerga hasta el fin, y al final ha resultado que estaba muy equivocado.
Esta película es una nueva versión de “Jay and Seth versus the Apocalypse”, un cortometraje que Seth Rogen y Jay Baruchel protagonizaron en 2007, y en el que los dos protagonistas se encerraban en un apartamento a discutir mientras a su alrededor se desarrollaba el fin del mundo. En “This is the End” nos encontramos una historia similar pero a lo grande. A Rogen y Baruchel se les unen en esta ocasión, Jonah Hill, Danny McBride, Craig Robinson y James Franco, interpretando unas versiones desquiciadas de ellos mismos.
La historia comienza cuando Seth Rogen recibe en los Ángeles una visita de su viejo amigo Jay Baruchel, y pese a que este ultimo solo quiere un fin de semana tranquilo a solas con su amigo Rogen tiene otros planes, ir a la fiesta de inauguración de la nueva mansión de James Franco. En esta fiesta veremos a multitud de caras famosas del cine y la música haciendo de “si mismos” también de una forma un tanto grotesca, especialmente impagable son los pequeños cameos de Emma Watson y sobre todo el de Michael Cera.
Pero ni siquiera las atenciones de James Franco para que Jay se sienta a gusto en la fiesta consiguen calmar el cabreo que siente al haberse visto arrastrado a esa fiesta, así que con la excusa de ir a por tabaco decide salir a que le dé el aire acompañado de su amigo Seth. Pero una vez en el centro de la ciudad la situación se pondrá un tanto “complicada”. La tierra tiembla, el cielo se abre y rayos de luz abducen a cientos de personas. El Apocalipsis ha comenzado y el único sitio seguro parece ser la mansión de James Franco…
“This is the End” es una de las películas más cafres y divertidas que he visto en mucho tiempo, con un humor negrísimo que no deja indiferente a nadie, y con unos cameos inesperadísimos que llegan a dejarte con la boca abierta. El ritmo prácticamente no decae en toda la película y es raro el momento que no consigue sacar una carcajada al espectador. Es verdad que tiene alguna escena que puede resultar algo empalagosa en su tramo final, pero se compensa con todo el humor negro que las envuelve.
Lo que está claro que yo tengo que mejorar mi criterio a la hora de decidir que películas ver y cuáles no o pasarme el día pidiéndole recomendaciones cinematográficas a Diógenes (cosa que preferiría no hacer por miedo a que su ego crezca a niveles Byrneanos), porque ya son dos películas en los últimos meses que jamás se me hubiese pasado por la cabeza ver y con las que me lo he pasado de miedo. Es verdad que a la hora de decidirme a verla no ayudo que, al menos para mí, el reparto de esta película – con la excepción de Franco y de Craig Robinson, al que ya conocía de the Office – fuesen prácticamente desconocidos, y con pinta de “Humoristas famosos en estados Unidos que fuera no hacen gracia”. Pero estaba muy equivocado, así que a todos los que aun no hayan tenido la oportunidad de verla, o la hayan dejado pasar, les recomiendo que aprendan de mis errores y disfruten de esta película.