Cuando alguien como Michael Lark publica un nuevo cómic hay que echarle un vistazo, si encima ese comic lo escribe Greg Rucka entonces es lectura obligada. Ese es el equipo creativo que podemos encontrar en Lazarus, el penúltimo lanzamiento de una Image que no podía tener una racha mejor en cuanto a la calidad de sus publicaciones. Aun me cuesta creer que esta sea la misma editorial que fundaron Liefeld, Lee y compañía… Pero eterna incredulidad a un lado, lo que nos encontramos aquí es un pedazo de comic que no hay que dejar de leer. A partir de aquí spoilers del primer número.
El comienzo de la historia no podría ser más intrigante y atrayente. Una mujer es asesinada ante nuestros ojos mientras los textos de apoyo nos describen con precisión forense cada herida que recibe. Sus atacantes, una vez terminado su trabajo se dirigen a ¿La despensa? ¿Para comer y beber? ¿Vale la pena matar por eso? Pero la mujer a la que han asesinado no dura muerta mucho tiempo, abre los ojos, se levanta, se dirige hacia donde se encuentran sus atacantes y les ejecuta a los tres con una precisión y brutalidad que nos deja sin palabras. ¿De dónde ha salido esta mujer? ¿Cómo ha “resucitado”? Y no, antes de que nadie se asuste, no estamos ante el enésimo cómic de zombies.
Este mundo futuro en el que se desarrolla la historia ya no está dirigido por gobiernos ni dividido por fronteras geográficas o políticas, se encuentra dividido y liderado por la riqueza. Y esta riqueza, este poder, está en manos de unas pocas familias, quienes se han dividido el mundo y viven como reyes. Mientras tanto aquellos que proporcionan alguna clase de servicio a estas familias viven con relativo confort, el mismo confort que pudieran tener los esclavos o los siervos de un señor feudal. ¿Pero qué hay de aquellos cuyo servicio no es necesario a nadie? Esos son un desperdicio y son abandonados a su suerte como si fuesen menos que humanos.
Pero los conflictos entre estas familias son constantes, así que cada una de ellas le otorga a uno de sus miembros el honor y el deber de ser la cabeza visible de su “ejercito”, su espada y su escudo como dice el propio Rucka en la introducción. A estas personas se las conoce como “Lazarus” y son mejoradas genéticamente para ser maquinas de matar casi indestructibles. La mujer del principio de la historia es una de ellos, Forever, la “Lazarus” de la familia Carlye, quien se supone está dedicada en cuerpo y alma a defender los intereses de su familia. ¿Pero qué sucederá cuando la persona encargada de mantener el status-quo comience a tener dudas sobre la forma en la que funciona el mundo y su papel en este?
Cuando aquella metedura de pata editorial con el Castigador por parte de Marvel hizo que Greg Rucka se largase cabreado de allí me sentó mal, pero viendo que ha servido para tener un cómic como este, bienvenida sea la metedura de pata. Resulta un poco raro ver a Rucka metido en esta historia de ciencia ficción, aunque sea de la llamada “Soft SF” y a el mismo debió resultarle un terreno demasiado novedoso porque acabo pidiéndole consejo a Warren Ellis sobre algunos aspectos de la obra. Aunque de todas formas, y leído el primer numero, parece que va a primar mas la parte de thriller que la de SF, y ahí Rucka se mueve como pez en el agua. Y como ya decía más arriba, a Rucka le acompaña en este comic Michael Lark, a quien conoció cuando trabajaron juntos en Gotham Central y cuyo estilo “noir” no podría encajar mejor con el tono de la serie. Además Lark consigue mantener ese delicado equilibrio necesario para que este futuro cercano resulte lo suficientemente diferente del mundo real pero no tanto como para parecernos “alienígena”.
Yo tengo que admitir que personalmente lo que más me ha inquietado de este comic es esa sensación de que, súper-poderes aparte, este futuro no muy lejano es aterradoramente cercano. Es cierto que la idea de un mundo en el que los ricos lo controlan todo y los pobres viven de las migajas no es nueva ni mucho menos, pero Rucka nos lo presenta aquí con tal naturalidad y deshumanización, como si esta fuese la evolución lógica de la sociedad en la que vivimos, que da miedo. Como ya digo no es una idea nueva, pero esta tan bien contada que engancha igualmente.