Supongo que tras varios artículos de hablar de cosas maravillosas que me encantan, la cosa no podía durar y tenía que poner a funcionar mi máquina de bilis. El mundo no se va a arreglar solo, y la humanidad necesita un poco de vinagre para tanto azucar. La víctima de hoy se llama Kelly Sue DeConnick, y su pecado es… Cargarse a Carol Danvers. Porque eso es lo que ha hecho. Y aquí somos muy fans de Carol Danvers.
Carol/Ms Marvel/Binaria/Warbird/Capitana Marvel II es un personaje de esos que empieza fatal y, cuando crees que va a evolucionar peor, de repente te sorprende. La chica empieza como un secundario/interés romántico del Capitán Marvel original, en aquellos tiempos en los que el espía kree se había infiltrado en las instalaciones de algo parecido a la NASA en Cabo Kennedy(el programa espacial de la Tierra le interesaba mucho a los kree, parecía que íbamos a llegar a su galaxia en cualquier momento) y empezaba su camino para convertirse en el protector de la Tierra y el resto del universo. Carol en aquellos años desempeñaba el puesto directora de seguridad de las instalaciones y se dedicaba a sospechar de la identidad civil de Mar-vell, ser raptada por los malos y todo eso. Sin embargo, en uno de esos follones y con la serie del kree a punto de cancelarse, un fulano llamado Yon-Rogg se pelea con el Capitán y en medio del follón Carol es herida y acaba con los mismos poderes que el Capitán Marvel.
Siendo como son los locos 70, Marvel se dió cuenta de que no tenía series protagonizadas por mujeres y, en una maniobra parecida a lo que hace DC cuando le da serie a Mr Terrific «porque es negro y no le da royalties a Tony Isabella», Carol acabó con serie propia sin comerlo ni beberlo; la pobre llevaba en el limbo de los personajes olvidados más de siete años y nadie podía esperarse que fuera a ser recuperada. Su nueva serie, guionizada Gerry Conway situaba a Carol como directora de una revista femenina (Woman, antes de que existiera la verdadera revista Woman) y bajo las órdenes de JJ Jameson, el jefe de Spiderman. Este no era el único vínculo en común con el trepamuros, porque compartía sus secundarios, siendo su «mejor amiga» por aquellos tiempos nada más y nada menos que Mary Jane Watson. Por otro lado, La personalidad de Carol en la etapa Conway cambia radicalmente, y pasa de ser una esquizofrénica ruda directora de seguridad que se torna en damisela en apuros a la minima oportunidad, a una mujer independiente (y también esquizofrénica, porque separa su personalidad de Danvers de la de «guerrera kree») que es capaz de ganarle en un regateo al mismisimo JJ Jameson, aun siendo el Jameson más misógino que nunca haya visto.
La etapa Conway no pasaría de un par de números y, como era habitual en aquellos tiempos con las series que iban camino de cerrar, el título acabó en manos de Chris Claremont, el mismo tipo que estaba haciendo maravillas en ese mismo momento por series como Iron Fist, Marvel Team-Up o algo llamado Uncanny X-Men. El guionista no tarda en darse cuenta de que Carol no puede tirar sólo de los secundarios de otro personaje por buenos que estos sean, y comienza a crearle una galería propia; colaboradores de su revista, su psicólogo… No tarda tampoco en crearse sus propios villanos, aunque más tarde fueran principalmente reciclados por el mismo Claremont como villanos en X-Men, aunque hay que admitir que el gran villano de los primeros años de la serie es otro personaje «prestado», nada más y nada menos que Modok, el tipo ese que tanta gracia le hace a los jugadores de Marvel VS Capcom 3. Por qué será…
Tras cosa de veinte números durante los que Carol crecerá como personaje y llegará a reencontrarse con Mar-Vell, reafirmando que ella tiene que ser «ella misma» y no la copia de nadie y el consiguiente cambio de traje, la serie toca a su fín. Claremont intentará solucionar los cabos sueltos del personaje en algún annual de los Vengadores, ese en el que cierta mutante sureña le roba los poderes y todos sus recuerdos y la deja en coma. Con el tiempo, el mismo Claremont (que es un sentimental y ama a sus personajes como si fueran hijos suyos) la recuperará en X-men y la hará «resucitar» como Binaria, que se unirá a los Saqueadores Estelares, el grupo de piratas liderado por el padre de Cíclope (ah, la Patrulla X de antaño…).
Sin embargo, la cosa no podía quedarse así, y con la partida de Claremont de Marvel y la llegada de Lobdell y demás chusma a los mutantes, poca gente se acordaba de los Saqueadores. Pronto tendría que llegar Kurt Busiek, otro fan confeso del personaje, para sacarla del limbo y recuperarla para Los Vengadores… Pero eso mejor lo repasamos mañana, cuando llegaremos a la etapa moderna del personaje y podremos valorar correctamente lo que le ha hecho Kelly Sue DeConnick (y su editor, Stephen Wacker) a la pobre Carol.