Aquaman fue creado por Paul Norris y Mort Weisinger en las páginas del “More Fun Comics” nº73 en 1941, lo que le convierte en uno de los personajes más antiguos de DC Comics. Ha sido muchas cosas, héroe, rey, esposo, padre, fundador de la JLA… Y más recientemente ha sido protagonista de una curiosa, y en mi opinión innecesaria, campaña de lavado de imagen para que “deje de ser un chiste”.
Es verdad que con Aquaman se han contado muchas tonterías, pero no más que con cualquier otro superhéroe. Si, lo hemos visto vivir insólitas aventuras con su amigo Topo el pulpo, enfrentándose a ridículos villanos como el hombre tiburón o incluso arrojando osos polares contra sus enemigos como el que lanza una pelota de baloncesto. Pero como ya digo, las historias de Batman o Superman están repletas de cosas tan absurdas como esas o más y la mayoría son cosa que se han quedado en la Golden Age.
El Aquaman que casi todo el mundo conoce es un tipo serio y duro al que sus compañeros superhéroes respetan y admiran. No en vano hablamos de un tipo que es (de vez en cuando) el Rey de Atlantis e hijo de uno de sus más poderosos hechiceros, comanda unos ejércitos con un nivel tecnológico superior a los de cualquier ejercito de la superficie, controla a toda la vida marina, su telepatía puede influir incluso en humanos, es superfuerte y lo bastante invulnerable como para resistir el impacto de las balas. No es alguien a quien uno se tomaría a broma.
Pero con los años, fuera del mundo del comic, surgió cierta tendencia de tomarse a cachondeo al personaje, como si solo fuese un tío raro que hablaba con los peces. Se le parodiaba en Padre de Familia, en Bob Esponja o en Big Bang Theory se hacían chistes aquí y allá y eso acabo creando una imagen irreal de que el personaje era ridículo. Eso no pareció sentarle bien a Geoff Johns, quien se embarco en una triste cruzada para “devolver” al personaje al lugar que se merece.
En esta situación hay dos problemas, el primero es que al personaje no le hacía falta lavado de cara alguno, solo contar buenas historias con él. El segundo problema es que Geoff Johns ya no es el que era, y lleva una temporadita que da la impresión de que el pobre hombre necesita un añito o dos de descanso. De entrada nos ha contado que Aquaman, dentro del Universo DC es objeto de burlas. Si, la gente que vive dentro del Universo DC, los que saben que existe Atlantis y que Aquaman es su Rey, el tipo que solía ir por ahí con un arpón por mano derecha peleando contra grandes villanos y salvando al mundo, ese tipo con el que comparten planeta… se ríen de el porqué “habla” con los peces.
¿Esto era necesario? ¿Alguien se imagina a Grant Morrison o a Scott Snyder montando una campaña en sus respectivas series de Batman para limpiar su imagen porque se ríen del personaje en series de tv? Pues eso ha sido la actual serie de Aquaman desde su primer número, un intento absurdo de demostrar que Aquaman es un personaje “molón” sin contar realmente nada. Pero eso no ha sido lo peor, el último intento de esta campaña se nos empezó a desvelar en un avance de uno de los últimos números de la Justice League… Aquaman, al frente de los ejércitos de Atlantis va a invadir el mundo de la superficie.
¿En serio? ¿El Rey de Atlantis invadiendo el mundo de la superficie? ¿La gran idea paraqué la gente deje de reírse de Aquaman es convertirle en el puto Namor? Si lo mejor que puede hacer Geoff Johns para conseguir que el personaje le guste al público es convertirlo poco a poco en un clon de la competencia me da a mí que ya es hora de que se retire una temporadilla para refrescar las ideas. Y para los señores de DC, si lo que quieren es que Aquaman sea de verdad como el Príncipe Namor, que lo hagan en condiciones y se dejen de medias tintas.
A estas alturas uno ya no sabe si reír o llorar con lo que está haciendo DC con la mayoría de sus personajes. Yo ya casi que doy gracias de no ser tan fan de Aquaman como de Hawkman, que a estas alturas ya me hubiera rendido del todo. Como suelo decir, aunque cada vez con menos convicción, confiemos en que esto dure poco…